Sitges Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror 2017

En éste año 2017, el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror de Sitges cumple 50 ediciones.  Para conmemorar la cifra de 50 años le han dedicado el espíritu del Festival a la figura del Conde Drácula, recuperando títulos como Drácula de Tod Browning del año 1931; Drácula de Terence Fisher de 1958 y El conde Drácula de Jesús Franco de 1970.  Bela Lugosi y Christopher Lee por partida doble encarnando al Príncipe de las Tinieblas.  Estaba previsto un curso de tres días (12 horas en total) que llevaba el interesante título Drácula y el vampirismo en el Cine Fantástico.  Desgraciadamente el curso no se imparte por no haber cubierto el aforo mínimo para llevarlo a cabo.  Estaba inscrito pero no ha podido ser.  Queda el Cine, las películas que se están proyectando desde el pasado Jueves día 5 y hasta el Domingo día 15.  Tenía muchas ganas de asistir al Festival y éste año he podido cumplir ese deseo.  Aquí estoy, disfrutando de Cine Fantástico y de Terror.

La Gala de Inauguración fue el Jueves día 5 sobre las 7 de la tarde con la proyección de La forma del Agua de Guillermo del Toro.  A pesar de tener el pase del Auditorio del Hotel Meliá Sitges, centro neurálgico del Festival y Sala donde se proyectan las películas que entran a competición, pues a pesar del Abono, ni la Gala de Inauguración ni la de Clausura están incluídas.  Hay que comprar la entrada por separado, entrada que se agotó en cuestión de minutos.  Pero no era la única oportunidad para ver la cinta de Del Toro.  Ese mismo día, a las 11.30 de la mañana, se pudo ver, por suerte para todos los que pudimos asistir a la proyección.

La forma del agua es un Cuento, una Fábula hermosísima.  La sinopsis, sin desvelar nada del desarrollo de la trama, es sencilla: en 1963, un grupo de científicos norteamericanos descubren un ser de vida submarina y lo encierran en un laboratorio para estudiarlo.  Una mujer de la limpieza descubrirá su existencia y entablará una peculiar relación con él.
Ya ha sido catalogada por algunos críticos y comentaristas como una obra maestra del género (Cine Fantástico) y la verdad es que no exageran.  Hacía mucho, mucho tiempo que una película no me emocionaba como lo ha hecho ésta.  La ambientación, el color, la magnífica interpretación de todos los actores: Richard Jenkins, Michael Stuhlbarg, Michael Shannon.  Y, por supuesto, las actrices encabezadas por Sally Hawkins.  La forma del agua está hecha, escrita y dirigida, por alguien que ama el género del Cine Fantástico y de Terror como es el caso de Guillermo del Toro.  En la película realiza un homenaje, una recuperación de viejos mitos del Cine para traerlos hasta hoy, para adaptarlos después de haber leído mucho y visto muchas películas, entre otras La Mujer y el Monstruo (Creature from the Black Lagoon) del año 1954 dirigida por Jack Arnold, porque es una referencia clara, transparente y diáfana que está presente, pero, ¡ojo!, no es un remake ni mucho menos.

Viernes 6 de Octubre

Al día siguiente de la inauguración, se pudieron ver, entre otras cintas, El sacrificio de un ciervo sagrado (The killing of a sacred deer) del director griego Yorgos Lanthimos.  A pesar de la nacionalidad del realizador la película es una producción británica sobre la que, pienso, hay que llamar la atención porque es una obra particularmente rara.  Al menos no es habitual encontrarse con un producto así.  Interpretada por Nicole Kidman, Colin Farrell y un soberbio actor joven, Barry Keoghan, es una película de Horror que hay que detenerse un poco en todo lo que nos presenta.  Lo primero que llama la atención es que los diálogos, los recitados de actores y actrices, son planos, no muestran emociones ni sentimientos.  A mi me recordó, salvando las distancias, los recitados planos de la ópera Peleas y Melisande de Claude Debussy.  Otro aspecto importante a tener en cuenta: el sonido.  No sólo la música, sino todos los elementos que forman la banda sonora que recoge tanto música como ruidos domésticos: los ¡twang, twang! del hilo dental que Nicole Kidman utiliza para su aseo bucal son inquietantes; la música contribuye con explosiones cacofónicas a incentivar el horror que en un momento dado se muestra.  Es curioso porque no es tanto lo que se ve sino el sonido que acompaña acciones determinadas, sonido que hace que te estremezcas en el asiento.

¿La resolución de la trama un poco...desvaída?  A veces, no es tanto la resolución de una historia sino cómo te han contado lo que te han contado.  Éste es uno de esos casos.  Apunta el título porque merece la pena que la veas, a ser posible en Versión Original.  Es otra historia.

Wind River del director norteamericano Taylor Sheridan, es una película interesante pero uno se pregunta qué hace una cinta así en un Festival de Cine Fantástico y de Terror como el de Sitges, porque se trata de una historia basada en hechos reales pero entroncada con el género policíaco, sin atisbo de cine fantástico ni nada.  El director, Taylor Sheridan, fue el guionista de películas como Sicario del año 2015 y dirigida por Denis Villeneuve.  Sheridan tiene las típicas lagunas de un principiante y, en fin, película pasable pero que no se ubica en ninguna categoría del Festival.

The endless de los directores Justin Benson y Aaron Moorhead es una película que comienza siendo interesante y al final, en mi opinión, no resuelven el tema que parecía ser el principal asunto por el que los dos actores protagonistas (los mismos directores) escogen embarcarse en la aventura en la que se complican su existencia.  La sinopsis nos cuenta que hace tiempo, una pareja de hermanos, Aaron y Justin (utilizan además sus nombres originales) lograron escapar de una secta donde se habían criado.  Viven en Los Ángeles y un día reciben una cinta de video de la ínclita secta.  A uno de los hermanos le entra la duda sobre si volver o no a hablar con ellos para resolver algunas dudas.

El planteamiento y la primera parte no están mal.  El desarrollo y la conclusión...no sé, no sé.  Al menos es interesante porque está hecha con poquísimo dinero y con muchas ganas de hacerla.