miércoles, 27 de noviembre de 2024

Cíclope 3.0 - 26-11-24 - Especial Siouxsie and The Banshees # 3


Siouxsie and The Banshees en 1982



Cíclope 3.0 del martes 26 de noviembre de 2024.  Entramos en la edición de esta tercera entrega del Especial Siouxsie and The Banshees donde acabábamos en la edición de octubre, con el cuarto álbum de la banda titulado Juju, publicado el 19 de junio de 1981.

Juju viene del francés y está conectado con el significante juguete.
La portada reproduce una imagen de una estatua africana que el grupo encontró en el Museo Horniman en Forest Hill, Londres.  Fue el cuarto LP que se publicaba de ellos y tanto cuando vio la luz como años después, un disco repleto de canciones que influyeron en grupos coetáneos como en otras bandas aparecidas unos cuantos años después.  Es un trabajo apreciado no sólo por sus colegas de profesión, también la crítica se multiplicó en elogios por el álbum que firmó una de las formaciones más ricas en productividad y que se mantuvo unida gracias a la labor importante de un guitarrista como John McGeoch, Steven Severin en la guitarra bajo, Budgie, batería y percusión y Siouxsie Sioux en la voz y ocasionalmente guitarra eléctrica en una de las canciones que escucharemos hoy, el segundo corte que suena: Sin in My Heart.


 
Juju está formado por un total de 10 canciones.  Entre la edición de octubre y esta de noviembre escuchamos todas, menos una, porque alguna se tenía que quedar fuera para cuadrar los 60 minutos del programa.  El perfil de este LP de S. and T. B. cubre muchos aspectos de su música.  Uno que llama particularmente la atención es el que viene de la batería de Budgie (primero por la derecha en la fotografía).  Quería que sonara, la batería, como si en el estudio hubiera un segundo Budgie con otra segunda tanda de tambores, que el sonido sonara duplicado.  La producción del disco recayó sobre el cuarteto y sobre el productor Nigel Gray que captó lo que quería el batería y entre el grupo y el productor consiguieron proyectar ese sonido de tambores que transmiten la familiaridad con la naturaleza, con lo primitivo y salvaje, con el sonido del corazón de la selva.  De ahí que recibiera el término de Música Tribal.  El concepto se gastó de tanto usarlo: cualquier grupo de los 80 que hicieran predominar el timbal de base de la batería ya estaban incurriendo en el Sonido Tribal.  En realidad, en esos casos, se debía hablar de Sonido o Música Trivial.  Es algo parecido al sobreuso del concepto Vanguardia.  En muchos casos es más certero el término Vargüandia, por el rollo pestiñero que resulta.  Bueno, no sigo, que si no nos vamos por las ramas y perdemos el sentido de esta entrada del blog.
Juju y sus composiciones que se paran bruscamente para continuar; que parecen resolver la salida a los pocos segundos de haber iniciado los primeros acordes pero que siguen.  Es un álbum de canciones que tienen una cierta semejanza con las que conformaron aquel Kaleidoscope de 1980 pero un paso más allá, un paso adelante, más evolucionadas.
Estamos en 1981 y las ceremonias góticas, el ambiente goticista, se enriquece en el seno de Siouxsie and The Banshees.  Esto no quita para que se comience a fraguar un camino diferente, distinto, en la creatividad de algunos miembros del proyecto.

Siouxsie se quedaba colgada escuchando la guitarra de McGeoch.  Le parecía imposible que lograra alcanzar ciertas cotas cuando nada en la canción indicaba que ese era el camino, eso era lo que le faltaba a la composición.  Pero había otros momentos en que la ponía como una moto cuando discutían por algunos aspectos relacionados con tal o cual tema que estaban intentando terminar.  El carácter escocés de McGeoch la ponía a cien, y no precisamente eróticamente hablando.  Para eso había que observar atentamente los descansos en los ensayos, en las tomas del estudio...entonces Siouxsie se salía un rato a fumarse un cigarrillo y a charlar con Budgie.  Se les veía hablar y hablar, con buena sintonía, cercanos, tanto que un día, en la década de los años 90, contrajeron matrimonio, allá por 1991.  Después llegó una historia de desamor y se separaban en 2007.  



Pero eso es otra historia.  La que nos interesa ahora no tiene nada que ver con historias de prensa del corazón sino con la labor de músicos, compositores e intérpretes.
En 1981 Siouxsie Sioux y Budgie anunciaban la creación de un dúo llamado The Creatures formado por ellos dos: Siouxsie en la voz y Budgie en la batería y la percusión.  Esto no significaba que Siouxsie and The Banshees fueran a desaparecer.  The Creatures surge como un proyecto paralelo, sin intención de desplazar al otro.

En el mes de septiembre de 1981 hicieron su debut oficial con un EP de cinco canciones titulado Wild Things.  Es una versión del tema que interpretaron The Troggs allá por 1966.

The Troggs, longevo cuarteto británico que en 1966 escalaron las listas de éxitos con Wild Thing (en singular, aunque The Creatures lo escribieron en plural).  Este cuarteto uniformado desarrollaban todo un sonido garajero que influyó en tantas bandas coetáneas y posteriores.


Foto de Wyatt McSpadden

El tema en cuestión, Wild Thing, estaba compuesto por el hombre que aparece en la foto derecha, Chip Taylor, cuyo nombre real es James Wesley Voight, hermano menor del actor Jon Voight y tío de la actriz Angelina Jolie.
La versión de The Creatures era eso, una versión, se alejan del original para, utilizando el mismo esquema, la misma base, llegar a una meta distinta.
Este fue el debut, un disco en formato EP.  Regresarían dos años después, en 1983, con el álbum de larga duración Feast.  Como su trabajo en The Banshees seguía siendo la máxima prioridad del dúo, no asumieron nuevamente la apariencia de The Creatures hasta que lanzaron el álbum Boomerang a fines de 1989, después de que Banshees se disolviera a raíz de The Rapture de 1995.  Pero a esa parte de la historia ya llegaremos.  Hablamos de ellos, de The Creatures, porque es algo que sucede como un intermedio.  Veo que tiene más sentido seguir la línea cronológica que no después, cuando el proyecto se acabó, qué otras historias ocurrieron (y le damos la vuelta a la clepsidra, para recuperar lo que sucedió en aquellos años).  Volvemos a la dinámica del proyecto madre, Siouxsie and The Bansheesa pesar de los pesares.  
Digo esto porque el ambiente en el grupo no siempre estaba relajado: el reciente despido del manager de la banda y ex pareja de Siouxsie, Nils Stevenson, puso un punto de relax.  Este hombre se había vuelto obsesivo en respuesta a la creciente relación de ella con Budgie, así que un motivo menos de preocupación, pero las luchas interiores, las problemáticas de cada uno, mezcladas con libre expresión de emociones, de sentimientos, de consumo de alcohol, de drogas y cambios de las fases de la luna, presagiaron, en varias ocasiones, un final inminente y la ruptura definitiva del proyecto.  Pero no fue así.  Nos situamos en 1982.  Entre los meses de junio y agosto, sesiones de grabación con material nuevo que vería la luz en formato de LP el 5 de noviembre de ese año, con el título
A Kiss In The Dreamhouse



        
Empezando por lo más inmediato, la carpeta del disco, fue diseñada por Siouxsie, que quería vincular el sonido, el contenido de las canciones, con obras de su amado y admirado Gustav Klimt (1862-1918)

Klimt, en la foto de la izquierda, mezclaba diferentes materiales para la ejecución de sus obras.  Siouxsie quería un diseño para la funda del disco de espíritu klimtiano: mezcla de collage y pintura/foto, con toques dorados.  Sobre todo color y dorados.  Una obra de Klimt fue el origen de la carpeta del disco, la obra Dánae, de 1907.




El título del álbum, Un beso en la casa de los sueños, se le ocurrió al bajista, Steven Severin, después de ver en televisión un programa sobre prostitutas de Hollywood en la década de 1940, que se sometían a cirugía estética para parecerse a estrellas de Cine y así poder conseguir más clientes.  Dreamhouse era el nombre de un burdel, real, en Los Ángeles, donde la clientela podía conocer réplicas perfectas de las estrellas de la época, mujeres, por ejemplo, como Mae West.



La divina Mae West


En este nuevo trabajo la banda se aleja un poco de su excelente y directo predecesor, Juju, para actualizar los estilos más vanguardistas de Kaleidoscope.  En ese disco experimentaban con la electrónica (sintetizadores, cajas de ritmo), aquí, en A Kiss In The Dreamhouse, la experimentación llegó a cotas que, nunca antes ni después, habían utilizado.  Se volvieron más atentos con el sonido y las posibilidades que les ofrecían los estudios de grabación.  La carpeta del disco es tan colorista porque las canciones que lo forman lo son, es lo que percibía Siouxsie, Severin, Budgie...McGeoch también, pero él se inclinaba por la utilización de sintetizadores para realizar los trabajos de cuerda de orquesta.  Siouxsie y Severin, no.  Rotundamente, no.  Tenía que haber cuerdas reales, orquestación de cuerdas, nada de máquinas.  Las canciones estaban abiertas a la masa de una orquesta.  De hecho la composición de las canciones se había realizado teniendo como punto de fuga el tema Fireworks del LP Juju, una versión orquestada que escuchaban en bucle mientras estudiaban qué hacer con tal o cual canción.  Siouxsie aseguró que
Fireworks indicaba la dirección que queríamos para el álbum. Queríamos cuerdas... John (McGeoch) quería una máquina, un sintetizador, pero Steven (Severin) y yo dijimos que tenían que ser cuerdas reales.  Dan un sonido verdadero, terrestre y rico.  Se puede oír a las cuerdas escupiendo, respirando y resoplando.  Steve y yo siempre hemos querido que nuestra música fuera interpretada por la Royal Philharmonic Orchestra.  Siempre hemos pensado que nuestras canciones se adaptarían a la orquestación.  Las cuerdas reales tienen un sonido muy físico.

McGeoch usó más instrumentos además de su guitarra como la flauta dulce y el piano.  En líneas generales, la banda amplió la paleta de sonidos con elementos como carillones, campanas tubulares, loops...  Pero orquesta de cuerda, como tal, no.  Hay violines, es cierto, dos, para ser justos, pero habría que esperar hasta 1984 y al LP Hyaena para escuchar una composición como Dazzle donde el conjunto de una orquesta sonará con esa presencia tan querida por Severin y Siouxsie.  En el programa de hoy no van a sonar todos los temas seleccionados de este álbum de 1982, A Kiss in the Dreamhouse, lo hacen tres.  En la próxima edición del Especial Siouxsie and The Banshees, la cuarta entrega, terminaremos de darle audición a este trabajo tan elaborado tanto en la parte instrumental como en la correspondiente a la voz.  La de Siouxsie tuvo muchas sobregrabaciones que se sumaron a todo ese perfil experimental que tiene el disco.

Terminamos con una obsesión hecha canción.  Es la que nos sirve para cerrar.

Espero que te guste el programa.


Enlace:

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-26-11-24



jueves, 21 de noviembre de 2024

Cíclope 3.0 - 19-11-24

La actriz Lucille Fay LeSueur,
más conocida por su nombre artístico, Joan Crawford (1904-1977), vestida como Hamlet, aterrorizada no se sabe por qué.


Cíclope 3.0 del martes 19 de noviembre de 2024.  Entre sonidos novedosos y algunos discos del ayer más cercano comenzamos con lo último que ha grabado un guitarrista que, sin prisas, va dejando un rastro de buenas vibraciones formadas por discos propios y colaboraciones diversas.  Iniciamos esta edición con la música de David Gilmour.




El 6 de septiembre de este año en curso veía la luz el quinto álbum en solitario del guitarrista y voz de Pink Floyd que lleva por título Luck and Strange.  En un ambiente cómodo, rodeado de colegas de profesión que además son amigos (en los teclados Roger Eno, hermano de Brian) y miembros de su familia, Luck and Strange suena con esa sinceridad de Gilmour a la que tiene acostumbrada a la audiencia.  Por parte de la familia participan su esposa, la periodista y escritora Polly Samson, que se encarga de los textos de las canciones, y sus hijos Gabriel y Romany Gilmour, que hacen voces de coro.  


No es nada fácil tener un progenitor famoso.  En el caso que algún miembro de la descendencia tenga inquietudes,  vocación musical, como es este caso, tendrá que lidiar con la sombra que proyecta la figura del padre, para bien o para mal.  Casos como el de Julian Lennon, sobre el que gravita la imagen paterna, o el de Jakob Dylan, son ejemplos de lo que significa ser hijo de, y no precisamente como parte de la frase insultante que se te viene a la cabeza.  La cara de la jovencísima Romany con la guitarra asesorada por su padre, habla por sí sola.  Su hermano, Gabriel Gilmour, también participa en los créditos como parte de las voces de coro.


Sin lugar a dudas, la carga genética se ve claramente en el rostro de Romany.  Pero tiene buenas cualidades la muchacha.  Toca el arpa, y canta, con una voz dulce, el corte Between Two Points, el tema principal de este nuevo trabajo de su padre, una canción original del dúo británico The Montgolfier Brothers.


El disco de Gilmour se graba a lo largo de cinco meses a principios de este año 2024.  Reúne material nuevo y recupera un par de sesiones realizadas durante el año 2007 donde participó su compañero de Pink Floyd, el teclista Richard Wright, en la foto de la derecha, nacido en 1943 y fallecido en 2008.  La canción que le da título al disco fue una que Gilmour compuso años atrás.  Durante el año 2007, en la casa que posee el guitarrista en el campo, se llevó a cabo una Jam Session en el granero de la casa donde participaron Gilmour a la guitarra, el guitarra bajo Guy Pratt, el batería Steve DiStanislao y Richard Wright al piano eléctrico y en el órgano.  La toma se quedó tal cual, sin producción posterior, y se incluye en el álbum.  El Cíclope la recupera.


Otro miembro del cuarteto Pink Floyd con discografía propia es el batería y percusionista Nick Mason.  La primera incursión en solitario que realizó Mason fue en 1981.  Pero para hablar de él y escuchar qué música hace fuera del arco gravitatorio de Pink Floyd, vamos a comenzar por algunos aspectos de su actividad en este siglo XXI como es por ejemplo el quinteto que capitanea y que responde al nombre de Nick Mason's Saucerful of Secrets.



 

Nick Mason's Saucerful of Secrets surge como proyecto en el año 2018.  Está formado por (de izquierda a derecha en la foto anterior) Lee Harris, guitarra, Guy Pratt, guitarra bajo (aparece en los créditos del disco nuevo de David Gilmour), Nick Mason, batería, percusión, Gary Kemp, guitarra (fue el guitarra y compositor de varias canciones durante la década de los 80 de la banda Spandau Ballet) y por último Dom Beken, músico multiinstrumentista, productor y compositor.  Nick Mason's Saucerful of Secrets hizo su debut en Dingwalls, un club de 500 localidades en Londres, en mayo de 2018.  Las entradas se agotaron.  Le siguió una gira europea en septiembre de ese año, 2018.  En 2019 la banda realizó una gira por América del Norte.  De nuevo gira por Europa en 2020 que, obviamente, se pospuso debido a la pandemia de COVID-19.  Lo que sí pudieron hacer ese año de la Pandemia, poco antes de que se declarase el confinamiento y todas las restricciones, fue actuar en la sala londinense de Roundhouse.  Aquella actuación se grabó tanto en disco como en película DVD y se editaba con el título Live at the Roundhouse en septiembre de ese año de memoria fatídica.


La intención del batería al crear la banda Nick Mason's Saucerful of Secrets fue dar a conocer a los fans de Pink Floyd que se habían enamorado del grupo a raíz del LP The Dark Side Of The Moon de 1973, la música del cuarteto antes de ese álbum.  Es decir, lo que realiza el grupo son versiones, en vivo, de los discos de Pink Floyd desde 1967 a 1972.  Y no, no lo hacen mal.  Por lo menos la intención y los resultados van paralelos, a pesar de que, algunas versiones, suenen un tanto...raras, porque les falta cierto cuerpo, cierto volumen como es el caso de la que realiza el quinteto del corte principal del LP Atom Heart Mother.  El Cíclope extrae de Live at the Roundhouse, la versión que realizan de un tema instrumental, One of These Days, del LP Meddle de 1971.


Decía más arriba que el comienzo en solitario de Nick Mason fue anterior a este doble álbum grabado en vivo.  En el año 1981 veía la luz Nick Mason's Fictitious Sports, un disco francamente interesante donde Mason toca la batería y la percusión rodeado de músicos como Chris Spedding, guitarra eléctrica, Robert Wyatt en la voz, Mike Mantler, trompeta...entre otros.  Quien se encarga de la música y de las letras de las canciones es Carla Bley.  El LP contiene cortes como el que escoge el Cíclope: Can't Get My Engine To Start.  

Como sucede en tantas ocasiones en Cíclope 3.0, nos encontramos con la típica situación del juego de la cesta de cerezas: tomas una y se enganchan una o dos, o más...  Hemos comenzado con un exmiembro de Pink Floyd, seguimos con otro ex-pinkfloydiano del que al escuchar un tema de uno de sus álbumes citamos a la persona responsable de la composición de la música y las letras que no es otra que Carla Bley.  Pues está claro, vámonos con ella.

Lovella May Borg, conocida artísticamente como Carla Bley, nacía en Oakland, California, el 11 de mayo de 1936 y fallecía en Willow, Nueva York, el 17 de octubre de 2023.  Fue una compositora, cantante, saxofonista, teclista y arreglista estadounidense.  En 1957 contraía matrimonio con el pianista y compositor 
canadiense de Jazz, Paul Bley, de quien adoptó su apellido sin que llegara a cambiárselo, aunque se divorciaron en 1964.  En 1965 se casaba con el compositor y trompetista austríaco de Jazz de vanguardia, Mike Mantler, con quien compartió tiempo, espacio y sentimientos hasta el año de su separación, 1991.

El movimiento del Free Jazz de la década de 1960 tuvo una serie de representantes cuya obra y labor fue trascendental tanto para el movimiento en sí como para el Jazz en general.  La obra de Carla Bley, su discografía, los proyectos en los que participó o que lideró, su forma de tocar el piano, de componer, su caleidoscópica personalidad musical...todo contribuyó y de qué manera a que su nombre y apellido fueran tenidos muy en cuenta.  En 1971 aparecía un triple LP con la ópera de jazz Escalator Over the Hill firmado entre ella y Paul Haines, p
oeta canadiense y letrista de jazz (1932-2003).  La obra contó con la participación de uno de los staffs de colaboradores más extensos que se conocen.  Entre otros, por citar algunos nombres, están John McLaughlin, Jack Bruce, Don Cherry, Gato Barbieri, Charlie HadenLinda Ronstadt...  
Es francamente complicado escoger un corte para ilustrar su forma de hacer porque el abanico es amplísimo.

Al Cíclope se le ha ocurrido echar un vistazo sobre el LP posterior a aquel 
Escalator Over the Hill, en concreto el álbum titulado Tropic Appetites, de 1974, un disco con música original de nuestra protagonista y letra, de nuevo, de Paul Haines.  Entre los colaboradores su esposo, Michael Mantler.  Como cantante, la voz de Julie Tippetts en cortes como este: Caucasian Bird Riffles.
Y seguimos con las cerezas: tiras de una y detrás viene otra enganchada a la anterior.  Acaba de ser citada, Julie Tippetts, conocida de soltera como Julie Driscoll.


 
Original de Londres, actriz, cantante, adquirió el perfil de diva de la canción del mundo Pop en la década de los años 60.  Siendo adolescente era la supervisora del club de fans de los Yardbirds, cuyo manager y productor, Giorgio Gomelsky, le animó a iniciar su propia carrera artística.  Fue parte fundamental del escenario británico desde 1963 en adelante, participando en proyectos como el del organista Brian Auger, compartiendo titularidad en aquella banda conocida como Julie Driscoll, Brian Auger & The Trinity.


En 1969 aparecía el doble LP titulado Streetnoise 
firmado por Julie Driscoll, Brian Auger & The Trinity.






La carpeta del LP en realidad es horizontal, por lo que la ilustración de la portada aquí aparece en vertical para que se aprecie bien.  En el interior una foto-composición del grupo, una de las reproducciones más utilizadas como foto ilustrativa del proyecto (Brian Auger a la izquierda).




El rostro de Julie Driscoll, su forma de maquillarse, influiría y mucho sobre una figura posterior, Siouxsie Sioux, que reconoció su profunda admiración por la voz y por la imagen que consiguió asentar su paisana.
El cambio del apellido Driscoll por el de Tippets llegaría un tiempo después.  De aquel Streetnoise suena un corte, Indian Rope Man.
Tras este LP Driscoll iniciaba su labor musical en solitario.  Era 1971 y publicaba el álbum titulado 1969 donde la cantante comenzaba a escorar musicalmente hacia formas distintas: del Pop se pasaba a un Jazz Progresivo rodeándose de antiguos miembros de Soft Machine, entre otros.  Uno de los músicos que más se interesa por ella y que más se interrelaciona sería el pianista Keith Tippett (1947-2020), que entablaría primero una relación laboral que derivó inmediatamente en relación sentimental, sin que se perdiera ni un ápice de la brillante colaboración entre ambos.

A raíz del matrimonio Driscoll/Tippett, ella se cambió el apellido y adoptó el de su marido pero añadiéndole una S, Tippetts, en una especie de juego gramatical, utilizando el que se conoce como genitivo sajón, el apóstrofe seguido de una S, sería algo así como Tippet's, aunque en este caso desaparecía el ínclito apóstrofe.  Desde ese momento en adelante, nuestra protagonista comienza a experimentar con la voz.  Explora aún más las técnicas vocales improvisadas en ambientes que van desde el Folk hasta el Free Jazz.  La colaboración con su esposo se amplía cada vez más y desde mediados de la década de los 70, sobre 1975 en adelante, el trabajo de la pareja se hace más estrecho.  No vamos a escuchar ningún fragmento de esos trabajos, tampoco de Keith Tippett en solitario sino el Tippett colaborador, el que aparece como músico invitado, por ejemplo, en la corte del rey Robert Fripp, en tres de los primeros discos de King Crimson.

La presencia del piano de Tippett en K.C. es fundamental.  Parece que el sonido que extrae de las teclas del instrumento, las disonancias que logra, son parte intrínseca de la composición.  Si no estuviera, se le echaría en falta.  Realizó tres intervenciones con el Rey Carmesí, las tres seguidas: en el segundo LP del grupo, In The Wake Of Poseidon, en el corte Cat Food; en el tercer álbum, Lizard, de una forma más amplia en el espectro completo del sonido del disco y en el cuarto trabajo, Islands, especialmente en la composición que le da título al disco donde Tippett realiza una interpretación al piano extraordinariamente armónica y pacífica.
Y así concluímos.

Espero que te guste el programa.

Enlace:
https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-19-11-24



jueves, 14 de noviembre de 2024

Cíclope 3.0 - 12-11-24

 


Cíclope 3.0 del martes 12 de noviembre de 2024.  Esta edición recupera algo del juego de la cesta de cerezas: tomas una y salen enganchadas unas cuantas más.  Eso ocurrirá a medida que avancemos en el tiempo del programa.  Para empezar, recuperamos una de las canciones que se utilizaron como Single para promocionar el álbum Disintegration de 1989 firmado por The Cure.





The Cure en aquella fecha, 1989.








Robert Smith y compañía, en los tiempos actuales



La edición de hoy de Cíclope 3.0 comienza con Lovesong, una de las canciones del álbum de The Cure de 1989, disco que se ha revitalizado a raíz de la esperada vuelta de Robert Smith después de 16 años de ausencia de los estudios de grabación.  Sí, tendría que haber salido antes pero una serie de contratiempos y desencuentros con la discográfica ha hecho que se publique este mes de noviembre.  


 
Songs Of A Lost World, es el título del nuevo trabajo de The Cure.  Es deudor de aquel Disintegration de 1989 porque continúa sin copiar el perfil melodioso y melancólico que desarrollaron en aquel álbum.  Lovesong, la canción con la que hemos comenzado, incluida en dicho LP, está en consonancia con los esquemas más libres de temas Pop que Smith empezó a desarrollar a partir de 1985 con el LP The Head On The Door, con canciones como In Between Days, Close To Me, The Blood...incluso ese perfil melancólico tiene un antecedente en ese álbum con el corte Sinking.
Después, el Pop lo elevaría a cotas más comerciales como hizo con el trabajo de 1987, Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me y aquel impetuoso y saltarín Just Like Heaven.  Detrás de este disco, el ya citado Disintegration que conectará, quién lo iba a decir, con el siglo XXI y el disco de reencuentro con Robert Smith, único miembro de la formación original que se mantiene.  De los tres que fundaron el grupo, los otros dos, Laurence Tolhurst batería y Michael Dempsey guitarra bajo, con más o menos longevidad como participantes, Smith es el único que queda.  De este nuevo trabajo de The Cure nos quedamos con un corte, Warsong.
Otra novedad que trae el Cíclope, el nuevo trabajo de los daneses Efterklang.



Comenzaron con el inicio del siglo XXI, allá por el año 2000/2001.  Entonces el número de miembros que formaban el proyecto oscilaba entre 5 ó 7.  En la actualidad continúan 3 de aquella formación original, son, en la foto anterior y de izquierda a derecha, Mads Christian Brauer, sintetizador, Casper Clausen, vocalista, guitarras y teclados, Rasmus Stolberg, guitarra bajo.  El espectro de sus composiciones muestra una amplitud de registros considerable y eso es porque intervienen colaboradores que estuvieron en un principio en la banda o invitados para la ocasión como ocurre en Things We Have In Common, el álbum que Efterklang publicaba el pasado mes de septiembre.



La nómina de colaboradores es amplia y entre otros está el Sønderjysk Pigekor, que traducido del danés significa Coro de Niñas de Jutlandia Meridional.  Sus voces participan de la composición Animated Heart.  Otro corte de este disco nuevo de Efterklang es este que va a sonar, Plant, que cuenta con la intervención de la violonchelista y cantante guatemalteca, Mabe Fratti.
Decía al principio de esta entrada del blog que hoy recuperamos algo del juego de la cesta de cerezas: tomas una y salen enganchadas unas cuantas más, y que eso iba a ocurrir a lo largo del programa de hoy.  Comienzan las cerezas a ensartarse una con otra porque si tiramos de una de las colaboraciones que hay en el álbum de Efterklang nos vamos a otro ámbito.

Mabe Fratti, que toca el violonchelo y es voz de apoyo en el tema Plant, es una compositora, intérprete del violonchelo y cantante nacida en 1992 en Guatemala, creció en una familia que pertenecía al movimiento religioso pentecostal.  Estudió música con su instrumento favorito, el violonchelo.  La formación que recibió fue académica y sus padres la obligaban a escuchar himnos cristianos y música de carácter sacro.  Por más que intentaron mantenerla al margen de cualquier otra actividad o manifestación de la Música, Mabe descubrió en la Red los programas de intercambio de archivos.  Para colmo, su padre, en una gloriosa equivocación, llevó un día a casa un disco de György Ligeti.  El progenitor siguió equivocándose y un día encontró en una tienda de discos un DVD sobre un documental acerca de la figura de la violoncelista inglesa Jacqueline du Pré, nacida el 26 de enero de 1945 en Oxford, y fallecida el 19 de octubre de 1987 en Londres.  En ese documental, nuestra protagonista supo que la violonchelista estaba considerada una de las más grandes intérpretes del violonchelo de la segunda mitad del siglo XX.  Su carrera se vio truncada por la enfermedad desmielinizante esclerosis múltiple, que la obligó a dejar de actuar a los 27 años.  Estaba casada con el director de orquesta y pianista Daniel Barenboim.
Conocer la historia de du Pré supuso un ejemplo del ideal que Mabe Fratti quería seguir.  Comenzó a crear su propia música cuando era una adolescente y, cuando dejó de estar bajo la influencia del pentecostalismo de su familia, se expandió para tocar estilos tan variados como el reggae, el blues y el funk.  Por suerte, en la escuela donde terminó sus estudios musicales captaron el potencial que tenía y le regalaron un violonchelo nuevo, que es el que usa actualmente.
En el año 2015 consiguió una beca para residir durante un tiempo en el Goethe-Institut, en México.  Comenzó a moverse en un ambiente que le favoreció contactar con otros músicos con los que consiguió tocar y se involucró en la escena de improvisación musical de la Ciudad de México contactando con su futuro compañero sentimental Héctor Tosta, por aquel entonces en el seno del colectivo venezolano La Vida Bohème.
En 2019, Fratti produjo su primer álbum, Pies Sobre La Tierra, citando como inspiración la obra Los anillos de Saturno del escritor alemán W. G. Sebald (1944-2001).  Son unos 6 álbumes los que ha ido publicando entre 2019 y 2024, firmados con su nombre y apellido.


De esa producción entresacamos el álbum publicado este año 2024 titulado Sentir que no sabes, probablemente sus composiciones más asequibles con temas como el que escuchamos, Oídos.

Mabe Fratti pertenece al colectivo de origen mexicano Amor Muere.  Una de sus compañeras en dicho proyecto es Concepción Huerta (en la foto de la izquierda, la que está de pie).  Huerta es una artista multidisciplinar, de México, que emplea cintas para manipular grabaciones de objetos cotidianos e instrumentos electrónicos.


Ambas, Fratti y Huerta, publicaban un disco en 2021 titulado Estática donde incluyen composiciones como estas Descomposiciones resonantes.



Estas dos compositoras e intérpretes más otras dos conforman el cuarteto Amor Muere.



De izquierda a derecha, Concepción Huerta, que explora con maestría los paisajes sonoros cotidianos, combinando grabaciones de campo, objetos e instrumentos mediante la manipulación de cintas magnéticas y sintetizadores.  Crea atmósferas inmersivas, fusionando a la perfección elementos ambientales y de ruido, manteniendo al mismo tiempo un puente entre la manipulación del sonido analógico y el digital; a su lado, Camille Mandokicuyas composiciones desafían toda categorización, va desde la música de ferias hasta amenazantes estallidos de percusión.  Su voz trasciende los límites convencionales, doblando y dando forma al sonido en formas inquietantemente hermosas y poco convencionales.  La más alta de las cuatro es Gibrana Cervantes, que se destaca como violinista, compositora e improvisadora, combinando influencias clásicas y de metal en un estilo musical verdaderamente único e innovador.  Por último Mabe Fratti, una hábil violonchelista que entrelaza con maestría el Pop contemporáneo y las influencias de vanguardia, combinando a la perfección la improvisación, la organización y la melodía en su música.
La génesis de Amor Muere surge de compartir la amistad y de un deseo del que participaban las cuatro amigas: hacer música como grupo, no como un acto individual, sino como el resultado de una coparticipación, la expresión de un proyecto común.  Las cuatro compositoras/intérpretes están en la escena de la música improvisada de la Ciudad de México.  Acuden a una presentación multidisciplinar dirigida y escrita por Camille MandokiGibrana, Mabe y Concepción, se reúnen con otros artistas que habían sido invitados a participar con sus voces y sus cuerpos a este formato de concierto poco convencional.  La química del grupo Amor Muere era innegable y, tras varias presentaciones, continuaron reuniéndose para la exploración musical, lo que generó fluidas sesiones de improvisación y composiciones resultado de la colaboración del grupo.  Estas experiencias profundizaron sus conexiones y dieron origen a una vinculación estrecha, notable entre estas talentosas mujeres, lo que dio paso a sesiones regulares donde tocar y crear música juntas se hizo una realidad que se volvió imprescindible, necesaria para ellas.  Lo que había comenzado como un espacio para la diversión y la experimentación sonora pronto se convirtió en una poderosa convergencia de las exploraciones musicales individuales de cada miembro.
Gibrana reflexiona sobre el proceso creativo de la banda y asegura que
No se trata solo de la música, es un proceso hermoso en el que nos conectamos a través de emociones y sentimientos como amigas para hacer música.

Por el momento, Amor Muere tienen tan solo un disco grabado que se publicó en 2023, titulado A Time to Love, a Time to DieUn tiempo para amar, un tiempo para morir.  Cuando ví el título pensé inmediatamente en la obra homónima de Erich Maria Remarque y en la adaptación que realizó para la gran pantalla el director de Cine Douglas Sirk, a través del guión de Orin Jannings basado en la novela.  Pero, no, para nada.  El nombre de la banda se origina en un cartel, un poster que había colgado en una sala de algún sitio donde se podía leer Love Never DiesEl amor nunca muere. Fue Camille Mandoki quien señaló con cierto desencanto y retranca que ¡El amor muere!, un sentimiento en el que todas estuvieron de acuerdo al menos durante esa fase particular de sus vidas.  La química musical distintiva de Amor Muere y sus electrizantes presentaciones se ha ido perfeccionado a través de los meses de tocar juntas en vivo y de gira por México, ampliando los conciertos a los EE.UU.  Dada la larga tradición de que la banda se reúna para hacer música al menos una vez al año, su álbum debut ha sido elaborado cuidadosamente durante un período de varios años, permitiendo que las composiciones evolucionen de forma natural con la mínima presión.  Las pistas que componen A time to love, a time to die han sido maceradas y adaptadas durante un período prolongado, lo que da como resultado una colección de canciones profundamente refinadas y maduras.  Además, el álbum de debut cobró vida en los serenos paisajes de La Pitaya, en Zoncuantla, un refugio boscoso donde dos de los miembros de la banda residían y que las demás visitaban con  frecuencia.  Después se grabó en el estudio de Camille en Zoncuantla, Veracruz, y se produjo en colaboración con las cuatro miembros del cuarteto. Estos entornos íntimos permitieron que Amor Muere tuviera un control artístico total sobre el tapiz sonoro que deseaban tejer.  Vamos a escuchar un corte y te aseguro que el Cíclope volverá a traer el sonido de Amor Muere al programa.



Esta edición de Cíclope 3.0 está resultando un tanto novedosa, con nombres poco conocidos.  Esto es algo que me hace gracia, el argumento que enarbolan algunas personas: es que pones grupos que no conozco, o música de gente que no me suenan.  Yo me pregunto si los Beatles, los Rolling Stones, Jimi Hendrix, U2, Nirvana...cuando aparecieron, cuando empezaron a sonar en la Radio...¿ya eran conocidos?  ¿O esos nombres fueron levantando un eco hasta que al final se hicieron famosos?  Parece como si a algunas personas les interesase sólo lo que conocen.  Pero, alguna vez habrán comenzado a conocer, alguna vez habrá sido la primera.  En fin, hay gente para todo.  Vamos a seguir con lo que nos pone en común, la pasión por la música.  Primero se llamaron Godspeed You Black Emperor! e inmediatamente pusieron el signo de una coma quedando como Godspeed You! Black Emperor.



Llegaron en 1994 desde Montreal, Quebec, Canadá, estuvieron activos hasta 2004, año en que se tomaron una pausa hasta 2009, volvieron y hasta hoy en día.  Su música, las composiciones que levantan, son instrumentales de larga duración.  El pasado 4 de octubre, Godspeed You! Black Emperor publicaron su nuevo álbum, un disco con un título difícil de memorizar: No Title as of 13 February 2024, 28.340 Dead, (Sin título al 13 de febrero de 2024, 28.340 muertos).



Portada del álbum No Title as of 13 February 2024, 28.340 Dead

Toda esa larga frase hace alusión al creciente número de muertos y la extrema pérdida de humanidad causada por la guerra entre Israel y Palestina.  La banda canadiense está indignada ante los hechos y como ya ha sucedido en trabajos suyos anteriores, adoptan una postura política de protesta creando música, composiciones de rock instrumental y orquestal que eleva en lugar de lamentar, instando al oyente a elegir el lado del amor en lugar del odio.  Hoy vamos a escuchar de este último álbum del grupo dos temas hechos uno, Broken Spiers at Dead Kapital y Pale Spectator Takes Photographs.  

Estamos en la recta final del programa de hoy y ya que suena musical instrumental vamos a continuar en esa línea.  Nos situamos en Norteamérica, en concreto en Nashville, Tennessee, año 2004, fecha de creación de un proyecto que se bautiza con el nombre de Hammock.



En ocasiones van a sonar instrumentos interpretados por diferentes músicos pero, de base, Hammock es un dúo formado por Andrew Thompson (izquierda) guitarrista y Marc Byrd, que se encarga del piano y de los teclados.  Se reunieron en 2004, después de separarse del seno de la banda Common Children.  Desde esa fecha y hasta hoy se han dedicado a grabar e interpretar en directo música cuya columna vertebral son los dos instrumentos con los que trabajan, la guitarra eléctrica y el piano, como punto de referencia del abanico de los teclados.  La música de Hammock es etérea, o tormentosamente serena, siempre bastante interesante.   Entre el año pasado y este año en curso han publicado tres álbumes: Love In The Void, 2023, From The Void y A Hopeful Sign, 2024, este último firmado a medias con Yellowcard, banda de Punk Rock alternativo de Jacksonville, Florida.


El disco que nos sirve para terminar es From The Void (portada foto de la izquierda) publicado el 25 de octubre de este año, un disco que se formaba con composiciones que no entraron en el disco de 2023 Love In The Void.  Un par de cortes y volveremos con Hammock en alguna ocasión porque merecen la pena.

Espero que te guste el programa.

Enlace:

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-12-11-24