miércoles, 5 de febrero de 2025

Cíclope 3.0 - 04-02-25 - Especial David Sylvian # 9

 


David Sylvian


Cíclope 3.0 del martes 4 de febrero de 2025.  La edición de hoy la ocupa el Especial David Sylvian Número 9.

Comenzamos en el punto en el que terminábamos el Especial del mes de enero,


escuchando el álbum Blemish, del año 2003, firmado por nuestro protagonista con su nombre y apellido.  Es un disco diferente a todo lo que ha hecho Sylvian hasta el momento, es una obra más difícil, más rara, donde el músico le da rienda suelta a su mundo interior, a su necesidad de mostrar un lado, una zona más oscura de lo que habitualmente enseña, de lo que habitualmente hace.  Hasta el momento, esa intimidad otoñal, esa fragilidad de paisaje interior expuesta en toda su longitud y altitud ha tenido una doble vertiente, dependiendo si utiliza o no la palabra: composiciones cantadas con un esquema de tiempo entre los 7 ó 10 minutos, y composiciones instrumentales sin voz donde la abstracción se prolonga desde los 11 minutos hasta los 35 o más.  Para esta ocasión Sylvian se libera de toda presión y, en primer lugar, produce él sólo el álbum.  Lo publica en el sello discográfico Samadhisound, propiedad de su hermano Steve Jansen y de él mismo.  Exceptuando dos colaboraciones puntuales, la del guitarrista y compositor Derek Bailey (1930-2005) que coescribe tres cortes y la de Christian Fennesz que se encarga de los arreglos electrónicos en un tema, de todo lo demás se encarga Sylvian: compone letra y música, canta, toca todos los instrumentos, realiza los arreglos, mezcla y produce.  El resultado es comparable a esos trabajos personales que han firmado, por ejemplo, músicos como Scott Walker (1943-2019) en 1995 en su álbum Tilt





O Mark Hollis (1955-2019), el motor del proyecto Talk Talk, y su trabajo titulado de forma homónima aparecido en 1998.



Este disco originalmente no estuvo pensado como una obra individual de Hollis sino como un disco de Talk Talk que se titularía Mountains of the Moon.  Desajustes de opiniones y la falta de posible comercialidad motivó que Hollis tomara el trabajo y lo realizara él mismo con la compañía de un staff de músicos colaboradores.  Ni en el caso de Scott Walker o en el de Mark Hollis están solos ante la ejecución de los diferentes cortes, hay un grupo de instrumentistas colaborando con ellos, no es lo mismo en la situación de Sylvian donde él lo hace todo.
Hemos comenzado este Especial con el tema The Heart Knows Better y para cerrar la audición de Blemish lo vamos a hacer con el corte que le da título al disco, una composición de cerca de 14 minutos que es la que abre el álbum.
Así que Blemish es un álbum firmado por David Sylvian y publicado en 2003.  Un año antes, en 2002, él y su hermano Steve Jansen, comienzan a enredar ideas sobre un nuevo proyecto de música.  Una de las características de la creatividad de Jansen es la capacidad que tiene para formar nuevos proyectos que entran en los estudios de grabación, realizan un disco, lo promocionan en giras más o menos largas y después ese proyecto desaparece para dar lugar a otro que se asemeja al desaparecido pero que no es igual.  Es una representación metafórica de la música, de una serie de ideas que van cambiando, se van transformando.  El primer proyecto que formó Jansen fue tras la separación de Japan y data de mediados de la década de los 80, cerca del final.  The Dolphin Brothers tuvo formato de dúo: Jansen y el teclista de Japan, Richard Barbieri.  Un sólo álbum, Catch the Fall, año 1987 y el proyecto desapareció.  Después trabajarían ambos juntos firmando discos con el nombre y los apellidos de cada uno.  Jansen firmaría algunos trabajos de forma individual, se volvería a reunir con Barbieri y con el guitarra bajo de la banda Japan, Mick Karn.  Los tres firmarían un proyecto bautizado con el acrónimo formado por la inicial de sus apellidos, JBK.  Otro acrónimo, N.M.L. (No More Landmine) que en 2001 lanzaba una especie de gran colaboración, Zero Landmine, una composición ejecutada por una larguísima lista de músicos entre los que se encuentran Brian Eno, Ryuichi Sakamoto, David Sylvian...  Lo más reciente es el proyecto, activo aún, Exit North.  Y además innumerables colaboraciones en los discos y en las giras de un montón de músicos.
Bueno, pues en 2002 comienza a idear un nuevo proyecto contando con la intervención de su hermano David, un proyecto que recibe el nombre de Nine Horses y que está pensado como dúo.  Sylvian está escribiendo lo que dentro de un año será Blemish, pero eso no le impide pensar en ese nuevo horizonte que le ha presentado su hermano.  Comienzan a gestar composiciones donde Jansen se encarga de la música y Sylvian de los textos.  Esto va a ser muy importante porque el resultado final va a sonar a la música de Sylvian en solitario, sin embargo él no es responsable directo de la musicalidad lograda, es más, se ha distanciado de esa atmósfera brumosa que ha caracterizado sus discos desde que comienza a grabar en 1984.  De hecho el cambio sustancial que supuso Blemish, el estar trabajando en una estética, una forma distinta, le supuso cierta complicación para readaptarse a esas maneras que él conocía tan bien.  Su hermano volvía a dar una nueva lectura a esa manera de entender la música por dentro pero nuestro hombre buscaba otros caminos.  De todas formas continuaron.  Sylvian aprovechó una pausa creativa en la labor de Nine Horses y se mete en los estudios de grabación para resolver el disco en el que había estado trabajando.  Año, 2003.  Disco, Blemish.  Situación en ese momento: creativamente hablando, atasco, no sale nada.  Fue Sylvian quien sugirió que, en vez de dúo, tal vez Nine Horses necesitara de un tercer miembro que aportara ideas allí donde los otros dos no veían nada, pero donde se hacía imprescindible una resolución.  Así surgió el nombre de Burnt Friedman.
Burnt Friedman, alias artístico de Bernd Friedmann, es un músico y productor alemán que trabaja bajo una variedad de nombres de proyectos en los campos de la Electrónica, el Dub y el Jazz.  Sylvian conoció a Friedman una vez que el álbum Blemish estuvo en la calle y él comenzó a dar una gira de promoción para que se conociera el disco.  Coincidió con el colega músico, intercambiaron ideas y Friedman le propuso a nuestro protagonista intervenir, si se le apetecía, en una colaboración que estaba haciendo con un batería alemán.  El batería en cuestión era Jaki Liebezeit (1938-2017) batería de la legendaria banda de rock alemán, Can.  Con ellos dos, Sylvian grabó un tema original suyo, The Librarian, compuesto para Nine Horses, que aparecería en el primer álbum de esa banda y en el Mini-LP de 12 pulgadas, Out In The Sticks, del binomio Burnt Friedman & Jaki Liebezeit.  Vería la luz en el año 2005, al igual que el primer disco de Nine Horses.  Dependiendo de los países, en unos aparecería antes el mini-LP de Burnt Friedman & Jaki Liebezeit, en otros se publicaría primero el álbum de Nine Horses.  Lo que sí es cierto es que el tema citado, The Librarian, se publicó en formato Maxi-Single seis meses antes de la aparición del Mini-LP Out In The Sticks, de Burnt Friedman & Jaki Liebezeit.  La idea primigenia del proyecto Nine Horses comienza en 2002, sí, pero entre que ni Jansen ni Sylvian tienen claro del todo por dónde van a tomar, qué sendero seguir, qué sentido lleva el vector que está dando muestras de vida, entre pausas más o menos prolongadas de inactividad creativa...el caso es que, al final, el primer disco vería la luz en 2005 bajo el título Snow Borne Sorrow.



  


Nine Horses (de izquierda a derecha)
Burnt Friedman, David Sylvian y Steve Jansen


Ellos tres serán el motor del grupo, pero no estarán solos, les acompañarán un plantel de colaboradores extraordinarios entre los que se cuentan algunos incondicionales como Ryuichi Sakamoto al piano; en la trompeta un músico que ha sonado no hace mucho por aquí, el trompetista noruego Arve Henriksen, un hombre que utiliza la técnica del falsete para cantar y dar la sensación de que estás escuchando una voz femenina de soprano.  Aquí no canta, toca la trompeta.  Quien sí utiliza la voz es la cantante sueca Stina Nordenstam, una intérprete de formas del Jazz, del Folk y del Pop, que esta ocasión colabora en las voces de apoyo.  La selección de cortes que vamos a escuchar del primer disco de Nine HorsesSnow Borne Sorrow, van a ser composiciones realizadas por el tándem Sylvian/Jansen, Jansen/Sylvian, Friedman/Sylvian y tan solo un corte compuesto por Friedman/Motzer/ Sylvian, donde el apellido Motzer pertenece al guitarrista norteamericano Tim Motzer, uno de los colaboradores que aparecen en los créditos.
En el programa de hoy escuchamos hasta 5 cortes del primer disco de Nine Horses, el álbum Snow Borne Sorrow, todos tienen en común la semejanza con el tipo de composiciones que ha hecho David Sylvian desde 1984 hasta 2003, año de publicación de Blemish.  Lo interesante es que no es producto directo del ingenio de nuestro protagonista sino de su hermano y del tercer miembro del proyecto, Burnt Friedman.  La próxima edición del Especial David Sylvian, la que corresponde al mes de marzo, seguiremos escuchando este disco.  Por ahora, punto y final.
Espero que te guste el programa.

Enlace:


jueves, 30 de enero de 2025

Cíclope 3.0 - 28-01-25 - Especial Siouxsie And The Banshees # 4

 


Siouxsie and The Banshees a finales de 1982 con Robert Smith (primero por la derecha) a la guitarra eléctrica

Cíclope 3.0 del martes 28 de enero de 2025.  Especial Siouxsie And The Banshees Número 4.

Comenzamos donde dejamos la biografía de la banda en la edición anterior de este Especial, la del mes de noviembre, ya que, como digo en la locución del programa, en diciembre no pudimos hacerlo por aquello de las vacaciones de Navidad etcétera.  Así que retomamos el último disco del que sonaron algunos cortes, el LP de 1982, A Kiss in the Dream House.




Aquí está la misma formación desde 1980, desde Kaleidoscope: Siouxsie Sioux en la voz, ocasionalmente en la guitarra acústica, ruidos; Steven Severin en la guitarra bajo; Budgie en la batería y, en las guitarras, saxofón y teclados, John McGeoch.  La banda funcionaba.  Había momentos de tensión que no los provocaba la música sino algún que otro problema personal: el  manager de la banda y ex-pareja sentimental de Siouxsie, Nils Stevenson, se había vuelto obsesivo con respecto a la creciente relación que se estaba entablando entre ella y Budgie.  La banda pasaba largas horas en el estudio.  Había momentos creativos interrumpidos por una tontería, por alguna paranoia de Stevenson que andaba por allí, sin mucho sentido porque con el grupo no tenía ya relación ni profesional ni sentimental.  Fue McGeoch quien se rebotó un día y sacó al antiguo manager a empujones del estudio de grabación.  Siguieron trabajando y así se fue terminando el álbum.  Ya quedaba la producción, limar cualquier aspereza o arista y situarse en disposición de presentar el trabajo en directo, en vivo.  Hasta la carpeta del LP estaba diseñada de la forma que Siouxsie la había pensado, basándose en Gustav Klimt y su obra Dánae de 1907.  Todo parecía estar en su sitio, donde debe ser, pero el Destino guardaba un bache que iba a alterar la metonimia de los días: con el disco terminado en proceso de producción, con una gira europea corta, una noche en un pub de Madrid, tras la actuación, John McGeoch se sintió indispuesto.  La bebida se le cae de las manos y él la sigue y se queda tendido en el suelo como una marioneta desvencijada.  Una ambulancia crispada se lo lleva al Hospital: su mala costumbre de tomar un par de ansiolíticos con un vaso de whisky para tragar las pastillas, le pasó factura.  Se repuso, volvió a la vida diaria, pero algo había cambiado en su interior: no, ya no quería seguir con Siouxsie and The Banshees, necesitaba aires nuevos, otras historias, otros horizontes.  Fue bonito mientras duró, de verdad, pero hasta aquí.  Adiós.  Lo curioso fue la reacción de la suprema sacerdotisa: una mueca le torció la boca, encogió un hombro, encendió un cigarrillo y se quedó mirando por la ventana.  En esta ocasión no hubo la alharaca que se montó tras el segundo disco de la banda, aquella mañana en la que el guitarra John McKay y el batería Kenny Morris, de mutuo acuerdo, decidieron abandonar el grupo.  Llevaban tiempo distanciados de Severin y de Sioux.  No sentían que fuesen parte integrante del grupo.  Estaban, sí, pero lo mismo podían no estar.  En Aberdeen, promocionando el álbum Join Hands en una tienda de discos, firmando ejemplares, se desencadenó una bronca entre los 4 elementos de la banda, que casi hacen volar los discos.  McKay y Morris no aguantan más y deciden abandonar el proyecto saliendo en plan Fuga de Alcatraz: que nadie lo sepa.  Sabían que cuando Siouxsie se enterara iba a montar en cólera.  Y así fue.  Al día siguiente de la bronca, por la mañana, temprano, se pasaron por las oficinas del manager de la banda, el ínclito Nils Stevenson, para presentar su baja.  Salieron a escape, hacia la estación de tren más cercana, la misma estación en la que apareció ella, la jefa, viva representación de Armagedón.  No me refiero a la película, sino a la ubicación profetizada de una reunión de ejércitos para una batalla durante los últimos tiempos, que aparece en el Apocalipsis, en el Nuevo Testamento.  A Siouxsie le faltaba una espada flamígera para anunciar El Fin del Mundo.  ¿Cómo se había enterado?  El mismo día que desaparecieron se realizaba la presentación del disco Join Hands en directo.  ¿Quién le comunicó que los dos desertores iban hacia Victoria Station con la firme intención de tomar un tren para salir pitando?  Ni se sabe.  Pero la Furia Gótica de Siouxsie subía a los vagones de los trenes estacionados en las vías, abría las puertas de los compartimentos buscando con mirada iracunda y como no los encontraba, más amenazante se volvían sus movimientos.  Hasta que se tuvo que retirar sin haber conseguido saber dónde se habían escondido aquellos dos.  Fue la primera vez que el grupo se encontró con la imperiosa necesidad de encontrar no uno sino dos sustitutos, guitarra y batería.  Siouxsie and The Banshees comenzaban la gira de promoción de Join Hands y la suprema sacerdotisa del Rock Gótico esperó, en vano, un milagro oscuro: que los dos disidentes volvieran.  Llevaban como teloneros a una banda que se sentía influida precisamente por ellos, unos tal The CureRobert Smith se ofreció a tender un puente para hacer posible que salieran del paso esa noche.  Se improvisó un programa que fue posible porque Smith conocía bien la música de sus colegas, y parte del resto de The Cure también.  Casi habían surgido al mismo tiempo una y otra banda, con uno o dos años escasos de diferencia.  Todo fue rápido, muy rápido: la batería la ocupó el antiguo batería de la banda The Slits, Budgie; la guitarra, momentáneamente, la sostuvo Robert Smith, cubriendo todo lo que fue la gira de promoción del disco Join Hands.  Finalizada, Smith volvió al seno de The Cure pero más tarde de nuevo colaboraría con el proyecto y de nuevo haciendo una sustitución.  Ya llegaremos a eso.  Por ahora volvemos donde nos habíamos quedado, en la actualidad de aquel 1982, recuperamos el álbum A Kiss in the Dream House y nos quedamos con tres cortes: Slowdive, Cocoon, un tema de perfil jazzístico con McGeoch en los teclados, y Cascade, la canción estrella de este disco.

El trabajo estaba hecho: se había grabado entre los meses de junio y agosto de 1982, y vio la luz en noviembre de ese año, llegando a las tiendas de discos... ¿Y ahora?  Ahora un descanso, un intermedio, paz, calma, tranquilidad...  Sí, vale, había que ir planteando gira de promoción del nuevo trabajo y, sobre todo, había que buscar un sustituto en la posición de la guitarra.  Vale, sí.  Pero dentro de unos días, ahora mismo, no, de verdad (suplicó Susan Janet Ballion, sin un ápice de maquillaje en la cara, ya no Siouxsie, sólo Susan)  Se va unos días, acompañada por Budgie (tampoco ya Budgie, sólo Peter Edward Clarke).  Pero no creas que se van a las Islas Seichel.  Aterrizan en Hawái.  Se meten en los estudios de grabación y se ponen a trabajar a destajo sobre un puñado de canciones que tienen a medias desde hace un par de años, cuando presentaron el proyecto The Creatures.  Se dieron a conocer en 1981 con un EP, así que ya era hora de grabar un larga duración.  Eso sí: lo principal es Siouxsie And T.B..  No van a faltar a su palabra, pero tampoco van a dejar de desarrollar esta idea.  En enero de 1983 se meten en los estudios de grabación.  Lo primero que hacen es organizar los tiempos de grabación: son ellos dos y un coro, The Lamalani Hula Academy Hawaiian ChantersLos cantantes hawaianos de la Academia de Hula Lamalani.  Como el coro interviene en dos temas, es lo primero que se deja registrado.  Acaban y adiós, muchas gracias por la colaboración.  El dúo se vuelve a meter en los estudios y como dos hormigas laboriosas terminan las canciones escritas a medias y las graban.  Salen del local y nadie se ha dado cuenta de que llevan bajo el brazo los masters de lo que han grabado.  El disco se publicará el 20 de mayo de 1983 y para ese entonces la banda está reestructurada, con un guitarrista sustituto de McGeoch dispuesto a lo que haga falta, a tocar en directo promocionando el último disco del grupo, a meterse en los estudios de grabación y ayudar a sacar material nuevo adelante...  Esto es importante: a lo largo de 1983 van a ver la luz una serie de discos elaborados por algunos miembros de Siouxsie And The Banshees pero en ningún caso dejan de estar en la banda matriz para atender otros proyectos paralelos.  Las grabaciones se realizan en un recodo del Tiempo, aprovechando una inflexión de las circunstancias, como hicieron Budgie y Siouxsie bajo el manto de The Creatures.




Feast, firmado por The Creatures, veía la luz el 20 de mayo de 1983.  Lo grababan en Hawái, como ha quedado dicho anteriormente.  Su sonido sugiere un ambiente exuberante y tropical, olores a tierra mojada, a bosques de bambú, a desnudez, a ceremonias que exaltan la vida interior de la Tierra.  Budgie, varía los asaltos de batería más frenéticos siempre a favor de una variedad de velocidades y tempos, pero con una energía crepitante, ya sea discreta y tensa o más abiertamente desenfrenada.  La voz reconocible de Siouxsie, está envuelta en una suave reverberación que aumenta la sensación nebulosa y narcótica del álbum.

Volvemos atrás, al tema de buscar un sustituto para la guitarra en la banda.  Aunque fuese temporalmente, todos en el grupo sabían que si se llamaba a Robert Smith, si podía porque no tuviera ningún compromiso (gira, fechas de grabación) seguro que se apuntaba.  Y sí, lo hizo.  El que estaba más cercano a Smith por aquellos días era el guitarra bajo, Steven Severin.  Entre los dos tenían un proyecto que había surgido en 1981 y al que habían bautizado con el nombre de The Glove.


El nombre viene de este personaje de la izquierda, El Guante, uno de los malos de la película de animación, basada en los caracteres y canciones de los BeatlesThe Yellow Submarine de 1968, dirigida por George Dunning.

The Glove tenía previsto grabar un single y desaparecer, pero tres horas en un estudio de grabación dieron pie a 15 canciones escritas a medias entre Robert Smith y Steven Severin.  Al encontrarse con ese volumen de composiciones es cuando se plantearon grabar un LP pero siempre con la intención de hacer algo por diversión, para diversificarse.  La inspiración para escribir los textos de las canciones partió de películas de terror que ambos estuvieron viendo entre sesiones de trabajo de las bandas correspondientes a cada uno.  Smith, guitarra y teclados, puso la voz en dos cortes.  Severin estuvo también en los teclados y en la guitarra bajo.  Smith tenía prohibido cantar en otro grupo que no fuera de su compañía discográfica.  Fue entonces cuando reclutaron a la bailarina y cantante Jeanette Landray para cantar la mayoría de las pistas de la versión original.  Landray en ese tiempo era novia del batería de los Banshees, BudgieSmith sólo cantó en dos cortes.  Otros músicos que participaron en este proyecto fueron el batería Andy Anderson y el guitarrista Porl Thompson, que más tarde se unieron a The Cure, y el teclista Martin McCarrick, que se unió a Siouxsie And The Banshees al cabo de poco tiempo.

El único álbum que grabó The Glove se tituló Blue Sunshine.  Tardaron tres semanas en tenerlo listo entre finales de 1982 y principios de 1983 y tardó algo más de tiempo en publicarse, en agosto de ese mismo año, 1983.



   


La portada del LP la diseñaron ellos dos, Steven Severin y Robert Smith, formando un collage de fotos, recortes de revistas...






Jeanette Landray, bailarina y cantante, pondría la voz en casi todos los temas exceptuando los dos que canta Robert Smith.  Recuperamos del álbum un corte con voz de Smith y otro con la voz de Landray.
Hemos comenzado el programa en el punto en el que dejamos la edición anterior de este Especial Siouxsie And The Banshees, con el LP A Kiss in the Dream House.  Hemos continuado con dos caminos diferentes en la dirección y en la constitución de cada uno de los proyectos y vamos a cerrar con los protagonistas del Especial, la banda capitaneada por la voz y el ingenio de Siouxsie Sioux acompañada por The Banshees, remodelados temporalmente porque será la segunda vez que acojan a Robert Smith entre sus filas.  Será el sustituto de John McGeoch a la guitarra y lo hará tanto en las actuaciones en directo como en las sesiones de estudio.  Comenzamos a escuchar el álbum Nocturne, disco doble, grabado en vivo, con un sonido impecable.



     



El disco recoge dos actuaciones en el Royal Albert Hall de Londres el 30 de septiembre y el 1 de octubre de 1983.  La mayoría de las canciones son de los discos Kaleidoscope, Juju y A Kiss in the Dreamhouse, junto a las pistas Pulled to Bits y Eve White/Eve Black, que no habían aparecido en ningún álbum de la banda.  En 2006 apareció una versión DVD con pistas extras como Play At Home, grabado en un especial de televisión de 1983, el videoclip de Dear Prudence y actuaciones extraídas del programa televisivo Old Grey Whistle Test.  Como cierre del programa de hoy vamos a quedarnos con cinco cortes de este Nocturno, un álbum con un magnífico sonido en directo del grupo.  Con este disco volveremos la próxima edición del Especial Siouxsie and The Banshees.

Espero que te guste.

Enlace:

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-28-01-25


martes, 28 de enero de 2025

Hisashi Kashiwai

 


Este hombre que aparece en la foto superior es Hisashi Kashiwai, odontólogo y escritor japonés, nacido en la ciudad de Kioto en el año 1952.  Se formó en Odontología en la Universidad de Osaka y, tras terminar sus estudios, regresó a su ciudad natal, donde abrió una clínica dental.

A lo largo de su trayectoria profesional Kashiwai, ha desarrollado una doble actividad: como dentista y como escritor.  Es autor de numerosos libros sobre Kioto y ha colaborado en programas de televisión y revistas de contenido y perfil histórico.  Su labor literaria comienza con obras que son recreaciones de su ciudad natal, Kioto, pero en narrativa su debut se produce en el año 2013 cuando se publica Los misterios de la taberna Kamogawa, que es el motivo por el que aparece hoy en este blog.  La novela, de redacción ágil escrita con la dificultad de la sencillez, desarrolla la acción en la taberna Kamogawa, un restaurante en la ciudad de Kioto que tiene dos particularidades: la exquisita cocina y una agencia de investigación privada, ambas regentadas por el antiguo policía Nagare Kamogawa, reconvertido en cocinero y detective privado, acompañado por su hija, Koishi.  Pero, ¡cuidado!, no se trata de una novela negra, de una historia de detectives con personas desaparecidas, crímenes y demás elementos típicos.  Es la historia de un sitio peculiar, que ni siquiera parece un local de restauración gastronómica porque nada en su exterior (nombre, número de la calle) indica que así sea.  Los posibles clientes lo descubren a través de una escueta reseña, casi escondida, en una revista culinaria: no hay número de teléfono, ni dirección, tan sólo un nombre, Taberna Kamogawa, y un mapa de Kioto indicando el lugar preciso.  No se sirven menús establecidos, es el propietario el que elabora una carta que varía según las personas que acudan y que lo hacen no por los platos que se elaboran, porque se desconocen, sino porque están interesados en recuperar un plato que guardan en la memoria y del que únicamente recuerdan el color, el sabor, dónde lo comieron, tal vez algún ingrediente y, sobre todo, el sabor de una comida que dejó una huella profunda en sus vidas.  La labor del detective Nagare Kamogawa será la de recuperar aquel plato cuyos datos, a veces, son incompletos o están enredados en los vericuetos de la memoria de la persona que contrata sus servicios de investigador.  Con un planteamiento tan sencillo, Hisashi Kashiwai consigue crear una narración que se abre a través de diferentes historias resueltas con esa sencillez que caracteriza el pensamiento oriental.  La obra se editó en España en 2023, en la editorial Salamandra, con traducción del japonés de Víctor Illera Kanaya




Se ha traducido en más de veinte países, y ha cosechado tanto éxito que ha dado pie a una adaptación para la pequeña pantalla, además de una serie de ocho novelas.  Esto último me produce cierta extrañeza porque, a veces, segundas partes nunca fueron buenas, como reza el refrán.  No estoy seguro de que el autor tuviera en mente, mientras escribía Los misterios de la taberna Kamogawa, ampliarla en una saga de aventuras, me da la impresión que es más producto de los intereses de la industria bibliográfica que no siempre coincide con los intereses de los autores.  El caso es que en 2024 aparecía traducida al español Las deliciosas historias de la taberna Kamogawa (Taberna Kamogawa 2) que es parte de esa continuación del texto original.  No te puedo decir nada de esta obra porque no la he leído, pero por si te interesa también la ha publicado la editorial Salamandra, y está también traducida del japonés por Víctor Illera Kanaya.




Los misterios de la taberna Kamogawa de Hisashi Kashiwai, una lectura altamente recomendable.



miércoles, 22 de enero de 2025

Cíclope 3.0 - 21-01-25

 



Cíclope 3.0 del martes 21 de enero de 2025.  Comenzamos esta edición con el sonido de una banda que llega de Norteamérica, en concreto desde el estado que es la cuna del Movimiento de los Santos de los Últimos Días o Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, también conocido como mormonismo.  En definitiva, iniciamos la selección de buenas vibraciones musicales desde el estado de Utah con este proyecto que recibe el nombre de I Hear Sirens.




Son en concreto de Salt Lake City y tienen esa costumbre de jugar, a la hora de ser fotografiados, con el semi-anonimato.  Digo lo de "semi" porque, tarde o temprano, posan a las claras para ser retratados.




El contenido de su música es instrumental.  Desarrollan las bases del Post-Rock desde el año 2005, con un sonido que se inspira en el Rock Independiente, Post-Hardcore y Ambient.  Habitualmente trabajan composiciones que se mueven sin problemas entre melodías inquietantes y crescendos luminosos.  Se reunieron como he dicho en 2005, la formación original cambió en poco tiempo y a partir de 2009 se quedó establecida en los cinco miembros originales que, posteriormente, han llegado a continuar en formato de cuarteto, volviendo a quinteto y de nuevo a cuarteto y vuelta a empezar.  Fue en 2009 cuando publican un disco por primera vez  y desde entonces, con una cadencia de unos 4 ó 7 años, han publicado hasta el año pasado 2024, unos 4 álbumes.



  

Uno de esos discos, el que se publicaba en 2013 bajo el título Between Consciousness And Sleep, Entre la conciencia y el sueño, nos sirve para abrir esta edición de Cíclope 3.0




Siete años después de ese álbum que nos ha servido de apertura, I Hear Sirens publicaban un disco con título en latín, Stella Mori, Estrella de la muerte.  Cuando mi amigo el músico Roberto Sánchez Fransesch me habló de esta banda, al leer el nombre pensé en las sirenas como las figuras mitológicas, las ninfas con busto de mujer y cuerpo de ave, según la tradición grecolatina, en otras mitologías con cuerpo de pez.  Pero no, a las sirenas que hace mención es a esos aparatos que emiten un sonido de aviso.  Ya conoces los ejemplos prácticos, no creo necesarios reseñarlos.  De ese álbum de 2020 con título en latín tan explícito un corte que conecta con el nombre del trabajo en lengua latina y en espíritu: In tenebris, En tinieblas.

Bajo la capa de Post-Rock se suelen agrupar bandas de música eminentemente instrumental con un tipo de composiciones que suelen tener en común una estructura semejante: comienzan con una melodía envolvente, ambiental, que va progresivamente añadiendo capa sobre capa para ir ascendiendo en un clímax que llega a una meseta que se mantiene en una explosión alta, controlada, para ir descendiendo hasta conectar con el sonido ambiental, envolvente con el que entraron.  Están muy extendidas las formas del Post-Rock por el mapa internacional del Rock.  Hay muy buenas muestras en España donde, por reseñar algunos nombres ya veteranos, nos encontramos con Exxasens, un grupo de Barcelona que han pasado en varias ocasiones por aquí, por Cíclope 3.0  No hace mucho descubríamos a Astralia, un trío también de Barcelona y dedicados a los instrumentales post-rockianos.

En formato de trío pero del condado de Kent, en Inglaterra, es esta otra banda que responde al nombre de Coldbones.



   
Los tres miembros de la banda se unieron con la intención de hacer realidad un reto evidente: extraer color de la oscuridad.  Al utilizar una paleta donde mezclan el Rock Progresivo, el Shoegaze y el Metal, y al hacer uso de los tropos del Post-Rock han conseguido un resultado final donde extraen belleza de algo que podría resultar trágico, pero que han sabido conducir para satisfacer sus propias necesidades narrativas.  Aclaro lo de "tropos del Post-Rock": una de las acepciones del significante tropo es emplear el significado de una palabra en sentido distinto del que propiamente le corresponde, pero que tiene con este alguna conexión, correspondencia o semejanza.  En el caso que nos ocupa, Coldbones publica en 2020 un álbum titulado The Cataclysm, El cataclismoCataclismo significa gran catástrofe producida por un fenómeno natural.  Una de las canciones que conforman The Cataclysm se titula The Flooding of the WorldLa inundación del mundo, que no augura sonidos relajados sino todo lo contrario.  Sin embargo, a pesar del título del disco y el de las composiciones que lo forman (The Burning of the EarthCollapse, la citada La inundación del mundo que es además el corte que suena de ese álbum), lo que logra el trío es resaltar la belleza serena de las imágenes, aunque los instrumentos a veces se vuelvan arrebatos de pasión.

La foto de la izquierda reproduce la portada del disco de 2020 de Coldbones 
titulado 
The Cataclysm.




Un año antes, en 2019, el trío de Kent publicó un Single, una interesante versión de un tema original de Kate BushRunning Up That Hill.  De esta canción hay versiones por un tubo, una fue la que realizaron Coldbones, un Single con una portada como esta


 
Mientras escuchaba la versión de Coldbones del tema de Kate Bush Running Up That Hill, por simple asociación de ideas, no he podido evitar acordarme de otra versión realizada, en este caso, por el trío de la foto a la derecha, Placebo, el proyecto del andrógino Brian Molko (en el centro) acompañado por la guitarra bajo del sueco Stefan Olsdal (primero por arriba) y la batería de Steve Hewitt (último por abajo de la columna).




 
La edición Deluxe, CD doble, de Sleeping With Ghosts de Placebo, está formado por el disco Durmiendo con Fantasmas y el CD titulado Covers donde, entre otras versiones, aparece el tema original de K. BushRunning Up That Hill.  Recuperamos el tema para esta ocasión y pasamos a otra estética musical.
Hace unos días consideraba la lista de colaboradores en discos como los de David Sylvian, que ocupa el espacio de Especial Discografía de los primeros martes de mes.  Muchos de esos compositores y compositoras poseen discografía propia pero si añadimos la discografía de cada intérprete que colabora, el Especial Discografía en cuestión se nos puede hacer un Especial Eterno.  Pero sí es cierto que podemos ir recuperando a alguno y alguna de esas colaboraciones.  Saltando a principios de este mes de enero, el primer Cíclope 3.0 de este año fue precisamente el Especial David Sylvian Número 8, que se cerraba con un corte, A Fire in the Forest, en el que los arreglos y la instrumentación electrónica corrían a cargo de Christian Fennesz.

Christian Fennesz, conocido popularmente como Fennesz, es un músico vienés que crea música electrónica utilizando principalmente una guitarra eléctrica procesada y una computadora portátil.  Sus trabajos combinan densos pasajes abrasivos que se mezclan con melodías relajantes que desembocan en formas del Rock clásico, el Pop y la Música surf, dando como resultado una forma desafiante pero accesible de música ambiental experimental.  Su amplia discografía incluye numerosas colaboraciones que abarcan desde intervenciones coloristas con Sparklehorse o King Midas Sound, colaboraciónes más experimentales como las que ha hecho con David Sylvian y meditaciones serenas basadas en el piano con Ryuichi Sakamoto.  También ha interpretado piezas de conjunto para instalaciones artísticas conceptuales y multimedia.
Fennesz empezó a tocar la guitarra cuando era niño y más tarde fue a la escuela de arte para estudiar música.  Su primer trabajo en solitario fue el EP Instrument, publicado en 1995.  Contenía cuatro temas de música ambiental y electroacústica impresionantes y sin concesiones, que combinaban elementos de Electro-Techno experimental con guitarra y electrónica muy tratadas.  A finales de la década de los 90 realizó versiones abstractas casi irreconocibles de canciones como Paint It Black de los Rolling Stones y Don't Talk (Put Your Head on My Shoulder), una canción de Brian Wilson de The Beach Boys y Tony Asher.

De su producción más electrónica vamos a recuperar un par de composiciones de dos álbumes.  Black Sea, de 2008, contiene sintetizadores más meditativos sobre ruidos de fondo y drones fuzz de estilo industrial.  De este álbum nos quedamos con Techo de CristalGlass Ceiling.


Seis años después, en 2014, aparecía Bécs, el sexto álbum oficial de su discografía, un trabajo altamente valorado del que escuchamos esta semblanza electrónica sobre la figura mitológica de Palas Atenea.  Le da nombre a la pieza.
Pero antes de dedicarse a la música electrónica, Fennesz estuvo formando parte de un grupo llamado Maische.


Maische fue una banda experimental de rock de  Burgenland, Austria.  Formada en 1988, estaba formada por Christian Fennesz, guitarra, voz, piano, samples (en la foto de la derecha), Harald Adrian, guitarra bajo, y Siegfried Schmid, batería, percusión, voz.  Con un uso frecuente de compases extraños, el sonido shoegaze/grunge/post-progresivo, de la banda inspiró a un grupo de seguidores underground en Viena a principios de los años 90.  Después de lanzar dos álbumes y contribuir a algunas compilaciones austriacas, el grupo se disolvió en 1992.
Su primer álbum, In Gold, fue lanzado de forma independiente en 1990 solo en vinilo y contó con la participación de Christof Kurzmann en saxofón y samples.  Actualmente es inencontrable.

Brand, el segundo y último disco del grupo, fue lanzado en 1992 en formatos  tanto de vinilo como de CD y contó con la participación de Max Nagl en saxofón barítono y alto.
El nombre Maische es la palabra alemana que significa una mezcla de malta en polvo y agua caliente, que se deja reposar hasta que los azúcares se disuelven para formar el mosto, y que se utiliza en la elaboración y destilación de bebidas alcohólicas.  En la locución del programa me equivoco y traduzco la palabra Maische como Carnicero.  Error, significa lo que he apuntado hace un momento.
Pues con Maische y un par de cortes del álbum Brand cerramos esta edición de Cíclope 3.0, con fuerza y caña, como tiene el tema Quattro, con un Christian Fennesz que deja claro que fue una pena que un grupo como Maische no existieran un poco más de Tiempo porque eran particularmente atractivos.  El cierre lo pone este grupo vienés con el corte, también incluido en el disco de 1992 Brand, Burning Alhambra.
Espero que te guste el programa.

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miércoles, 15 de enero de 2025

Cíclope 3.0 - 14-01-25

 


Cíclope 3.0 del martes 14 de enero de 2025.  Hace frío, sí, tanto como para que la ropa colgada se quede tiesa.  Te hacemos una propuesta para refugiarte contra el frío: quédate al calor de la música que trae el Cíclope para esta edición.  Comenzamos en Alemania, en una localidad llamada Biberach an der Riss.  Es 28 de septiembre de 1982, y a Walter Gropper, musiklehrer (profesor de música) en la ciudad de Erolzheim le comunican que su esposa ha dado luz a un hijo.  Lo bautizarán con el nombre y apellido de Konstantin Gropper, se dedicará a la música, y el mundo lo conocerá por el nombre artístico de Get Well Soon.




Como hijo de un profesor de música, este hombre de la foto (Konstantin Gropper), contó con la disciplina de la música.  Realizó  sus estudios básicos en la escuela de Ochsenhausen y los relacionados con la música (clave, violonchelo, batería, guitarra) en la Popakademie Baden-Württemberg en Mannheim.  Completada su formación dividiría su vida entre las ciudades de Dublín, Irlanda; Londres, Inglaterra y Berlín, Alemania.  Su expresión musical se ampara en las estructuras de estilo rock independiente lo que le permite mostrar un amplio espectro que combina estilos de música folk y música electrónica, así como elementos de composición pop y academicista.  Debuta en el panorama musical mediada la primera década del siglo XXI con una serie de EPs entre 2005 y 2008.  Será en este año, 2008, cuando grabe y publique un primer larga duración cuyo título incluye el extraño seudónimo artístico que se ha buscado: Rest Now, Weary Head! You Will Get Well Soon.  


Aunque él mismo interpreta gran parte de los instrumentos mientras está en el estudio, para sus actuaciones en vivo toca con una banda de tamaño considerable por el número de miembros.  Hay trompetas, guitarra bajo, guitarras eléctricas y acústicas, violines, acordeón, piano, batería, voces...


Entramos a la música de Get Well Soon a través de su álbum de 2010 Vexations, un trabajo doble que tuvo una pre-producción hecha tan solo por él.  Después participó el grupo de músicos que conforman su banda y se grabó el disco que contiene temas como el que escoge el Cíclope, El silencio de Séneca.


En 2008, el año de debut de Get Well Soon en formato larga duración en el mundo discográfico, veía la luz este trabajo de siete cortes, Songs Against The Glaciation.  Una de las características de este hombre a la hora de titular sus discos o sus canciones va a ser la longitud literaria de los títulos como tiene, por ejemplo, esta canción de la que llega a realizar unas tres versiones diferentes.  El tema en cuestión es Listen! Those Lost At The Sea Sing A Song On Christmas Day, que traducido significa ¡Escucha! Los perdidos en el mar cantan una canción el día de Navidad.

Rock, Pop, cimbreante y musculoso al que volveremos en próximas ediciones de Cíclope 3.0  Ahora seguimos con otro crisol de estilos y formas, los de una banda que ha sonado en otras ocasiones en el programa por la que el Cíclope siente especial atracción.  Se trata de The National.



 

El siglo XX, mientras recogía sus años para pasar a la historia y le dejaba paso al inminente siglo XXI, asistió al nacimiento de un proyecto llamado Nancy.  Era un quinteto ubicado en Cincinnati, Ohio, que se dedicaba a las formas ásperas del Garage-Punk allá por 1997/98.  En 1999 grabaron un disco, Ruther 3429, que tal como se publicó desapareció.  Era el año 2000 y los miembros que quedaban en activo de aquellos Nancy se trasladan desde Cincinnati, Ohio, a Brooklyn, New York.  Dejan atrás el garage-punk y comienzan a mezclar en su laboratorio musical elementos de Country-Rock Alternativo, Música americana, Pop de Cámara y Post-Punk, un todo fundido en un rock melancólico y elaborado.  Y por supuesto se bautizan con un nuevo nombre: The National.  Publican por primera vez en el año 2001 y ese álbum de debut bautizado con el nombre de la banda como el segundo disco, Sad Songs for Dirty Lovers, se publicarían en el sello discográfico Brassland, un sello  operado por artistas con sede en Nueva York y fundado en 2001 por Alec Hanley Bemis y los hermanos gemelos y músicos Aaron y Bryce Dessner de The National.  Continuarían publicando discos y en 2005 y 2007 sería el sello Beggars Banquet quien se encargaría del tercer y cuarto trabajo de la banda.  A partir de 2010, The National pasarían a formar parte de la escudería del sello independiente escocés 4AD.  Desde ese momento esta sería su discográfica, exceptuando algunas ediciones en manos del sello Cherry Tree, una comunidad para fans de The National, un lugar donde la banda puede conectarse directamente con cada uno de ellos y entablar una relación basada en la admiración.  

Como miembro de Cherry Tree recibirás ofertas de productos exclusivos y de edición limitada (a menudo diseñados por miembros de la banda o en colaboración con ellos), contenido exclusivo, acceso prioritario a entradas (siempre que sea posible) y un vinilo coleccionable anual.



Lo último que ha publicado el quinteto de Brooklyn es un álbum doble grabado en vivo, en directo ante un público italiano entregado que reconoce sus canciones nada más comenzar.  El disco lleva el nombre de la ciudad eterna, Roma, que es donde se realizó el concierto que reproduce el trabajo.  La actuación se realizó en la Cavea del Auditorium Parco della Musica Ennio Morricone, Roma, Italia, el 3 de junio de 2024.  Repaso a su amplia discografía con un público fervoroso como muestra el interior de la carpeta del CD



 

En la foto, el vocalista de la banda, Matt Berninger, sobre el público que canta con él.

Así que Rome no incluye material nuevo por parte de The National.  Se publicaba el 13 de diciembre de 2024, el año que se nos ha ido hace unos días.  El año 2023 fue especialmente productivo para el grupo porque publicaron dos trabajos: First Two Pages of Frankenstein, publicado el 23 de abril y Laugh Track, que se editaba el 17 de Noviembre.  El concierto de Roma fue un deambular por su discografía y obviamente estos dos últimos álbumes de estudio están presentes con temas como Tropic Morning News, del primero de los dos discos de 2023.  Del otro disco, lo que recuperamos es un corte muy interesante, Weird Goodbyes, una de esas composiciones que están ideadas para ser interpretadas con una colaboración, en este caso es una colaboración vocal la que realiza el compositor y cantante Bon Iver.



  

Bon Iver es el nombre que el cantante y compositor Justin Vernon utiliza para referirse a su música ambiciosa, profundamente introspectiva y artística que ayudó a inventar el folk indie y que continúa subvirtiendo y reinventando tanto la forma como su propia música.  Su historia comienza en Eau Claire, en Wisconsin, cuando la banda de Folk DeYarmond Edison donde militaba se separó.  Aunque el grupo era original de Wisconsin se había mudado a Raleigh, Carolina del Norte.  Una serie de contratiempos, entre otros las marcadas diferencias artísticas, llevaron al proyecto a su disolución y Vernon volvería a su entorno en Eau Claire, instalándose en una cabaña remota en los bosques del norte durante tres meses.  Fue un período extraordinariamente creativo para él dedicado a escribir y grabar canciones.  Casi sin darse cuenta, se encontró con un material del que, después de haber realizado una selección, pudo elaborar un álbum que sería su debut solitario en la música.  La principal característica de su forma de cantar es la utilización de la técnica del falsete, que proporciona una peculiar personalidad a todas sus composiciones.  El proyecto lo bautizó como Bon Iver, un error ortográfico intencionado de la frase francesa bon hiver que significa buen invierno.  El disco con el que se estrenó como solista fue For Emma, ​​Forever Ago, lanzado a principios de 2008.


En el año 2011 aparecía el álbum Bon Iver, bautizado con su nombre y apellido.  De este álbum el Cíclope entresaca el corte Towers.


Bon Iver sigue con su labor en solitario y además participa de otros proyectos como las bandas Volcano Choir The Shouting Matches.  Cuando volvamos a escuchar a Bon Iver, traeremos a estos otros proyectos donde él interviene.  Por ahora nos vamos a quedar con una colaboración en formato de dúo, la que realizaron la cantante y multiinstrumentista Annie Clark, conocida por su apodo artístico de St. Vincent, y Bon Iver.


Fue una colaboración momentánea para la interpretación del tema original de Iver, Roslyn, uno de los cortes que forman la banda sonora original de la película Luna nueva, de 2009, una de las entregas de 
La saga Crepúsculo en su adaptación al Cine.  El score original para la cinta es del compositor Alexandre Desplat; las canciones que forman el cuerpo de la banda sonora son temas originales para la película firmados e interpretados por Death Cab For Cutie, Thom Yorke, Editors, Black Rebel Motorcycle Club, Muse y muchos más.

Y sin dejar la técnica vocal del falsete nos quedamos ahora con un músico, compositor e intérprete, cantante británico que responde al nombre y apellido de Ed Tullett.


Compositor e intérprete inglés, comenzó su carrera musical en la segunda década del siglo XXI haciendo, fíjate que curioso, una versión de un tema original de Bon Iver.  Su especialidad como cantante es el uso del falsete.  Tullett se mueve entre la labor en solitario y la colaboración con otros músicos.  El primer álbum del proyecto Novo Amor, nombre artístico del músico británico Ali Lacey, contó con la colaboración de Tullett.  De su producción en solitario recuperamos un álbum firmado en el año 2011 con el título Never Joy y que contiene temas como Silver Dive.

Hay otro proyecto en el que interviene, un dúo llamado Lissom.


Lissom está formado por el pianista y compositor francés Julien Marchal (en la foto el de la izquierda) y Ed Tullett.  Originalmente empezaron cada uno en sus respectivos hogares componiendo piezas para piano y voz.  Pero a medida que trabajaban en el material que iban creando las piezas se iban transformando con el añadido de instrumentación ambiental y cuerdas, y cuando se dieron cuenta las composiciones se habían convirtiendo en un posible álbum que resultó ser un crisol de hermosas canciones, letras poéticas oscuras y florituras instrumentales.  Vamos a escuchar un corte del trabajo de Lissom de 2018, titulado de forma homónima, un disco que tiene composiciones tan hermosas como esta: Mascaron.
Estamos en la recta final del programa y no vamos a dejar la técnica vocal del falsete, ahora con un intérprete del mundo del jazz, un trompetista noruego que responde al nombre y apellido de Arve Henriksen.



No es la primera vez que Henriksen suena aquí en Cíclope 3.0  No recuerdo la última vez que lo hizo (vamos para 11 años en antena) pero que hemos escuchado en alguna ocasión su forma de hacer música, sí, es cierto.  

El registro de Arve Henriksen con la trompeta es extraordinariamente particular: extrae de su instrumento un sonido a flauta influido por la sonoridad de la flauta japonesa conocida con el nombre de shakuhachi, una flauta de origen chino que se asentó en la cultura japonesa a partir del siglo VI.  El sonido le fue tan llamativo a Henriksen que lo introduce a la hora de tocar la trompeta.  Éste hombre, además, posee la cualidad de cantar, de vocalizar con el registro de la voz de una soprano, tanto es así que el control que realiza sobre su voz puede hacer pensar que lo que estás escuchando es la voz de una mujer.  Su producción discográfica es, principalmente, instrumental.  Está ubicado en el mundo del Jazz al cual enriquece con su forma tanto de tocar como de componer.



Vamos a escuchar dos cortes de su álbum de 2013, Places of Worship, dos temas comenzando por Lament y continuando con Alhambra, una semblanza sonora del monumento del mismo nombre.  El punto y final lo vamos a poner con Arve Henriksen pero no con él sólo, sino a medias con un músico también noruego que responde al nombre de MØRK.



  

El pianista y compositor noruego Benjamin Mørk, en la foto anterior, graba y actúa bajo el nombre de MØRK, su apellido.  Combina el Jazz minimalista con los estilos electrónico, rock y académico en un híbrido melódico. Criado en la isla de Senja, en el norte de Noruega, se trasladó a Tromsø, donde en 2012 formó la formación inicial de MØRK.  Citando influencias que van desde artistas de Jazz como su compatriota Nils Petter Molvær y el pianista sueco Esbjörn Svensson hasta los pioneros de la electrónica alemana Kraftwerk y la música americana, lanzó su álbum debut, Karasho, en 2013.  Mientras que Karasho presentaba una configuración estándar de trío de piano, el siguiente álbum de MØRK de 2015, Meantime Lifetime, fue en gran parte más experimental, con fuertes texturas electrónicas.  Uno de los instrumentos por el que siente pasión es la pianola o piano mecánico, ese instrumento musical con el mecanismo del piano al que se agregan elementos mecánicos y neumáticos para permitir la reproducción automática de la música perforada en un rollo de papel.  Con su paisano y amigo Arve Henriksen firma el álbum The Valleys.


El 1 de octubre de 2021 se publicaba The Valleys, un álbum formado por piezas compuestas a partir de recuerdos, de interacciones humanas entrelazadas con la naturaleza.  Inspirado en caminos invernales, montañas con niebla y bosques otoñales.  El resultado es un trabajo colaborativo entre el pianista mecánico Benjamin Mørk y su paisano, colega profesional y amigo el reconocido trompetista Arve Henriksen.  Cerramos esta edición con un corte titulado Bjorndragarhaugen.  Es una forma serena de terminar esta edición de Cíclope 3.0

Espero que te guste el programa.


Enlace: https://www.radio.tomares.es/index.php/blog/ciclope-30-14-01-25