A estas alturas todo el mundo lo sabe: el Premio Nobel de Literatura 2016 se lo han dado a Bob Dylan. No recuerdo un galardón más controvertido desde hace muchos años. Inmediatamente se ha desplegado todo un menú de opciones con opiniones cruzadas al respecto. En verdad se puede hablar de dos grandes bloques: los que aplauden con exaltación y deleite el nombre y apellido del ganador y el otro bloque, el que lo rechaza hasta la grosería: ¡Lo de Dylan es una mierda! Yo defiendo un tercer grupo, más moderado en sus criterios y en la manifestación de su parecer. Es el grupo de los estupefactos donde personalmente me cuento. El grupo de los que hemos recibido la noticia con cierta incredulidad, pensando que se trataba de otra broma como la que recorrió las plataformas sociales hace un par de semanas asegurando que el Nobel de Literatura había recaído éste año en Paulo Coelho. Sí. A mi personalmente me ha resultado raro. Después del perdigonazo propinado a la paloma de la Paz otorgándole el Nobel de la misma al presidente de Colombia Juan Manuel Santos por sus resueltos esfuerzos por acabar con 50 años de guerra civil con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deja a la simbólica ave a la altura de un desgastado anuncio del Pollo del Avecrem. Rara se presentaba la Opción que nos enseñaba el Comité Noruego. Y la rareza terminó de extrañarnos con el Premio Nobel de Literatura.
De todo lo que acarrea dicho premio, lo que más me llama la atención es la defensa encendida de los seguidores dylanianos de su poesía, de los poemas musicados por el genio norteamericano.
Bob Dylan fue editado con cierto retraso aquí en España. Los albumes que van desde 1962 a 1966 (Bob Dylan a Blonde on Blonde) se conocen aquí en nuestra piel de toro gracias a un Greatest Hits aparecido en 1970. Hasta 1971 no verían la luz albumes como The Freewheelin' Bob Dylan de 1963, Bringing It All Back Home y Highway 61 Revisited, ambos del año 1965. Blonde on Blonde aún tardaría en ser editado y los temas más conocidos del doble LP los teníamos porque venían incluidos en aquel Grandes Exitos de 1970 como fueron Rainy Day Women # 12 & 35, I want you y Just Like a Woman. Eran tiempos en los que la lengua inglesa no estaba tan extendida como sucede actualmente y desde hace unos años atrás, es decir, el nivel de inglés del español y la española de a pie por aquel entonces no era excesivamente alto, no al menos como para poder seguir las letras de Dylan, sus poemas mientras cantaba. Incluso tampoco estábamos muy duchos para leerlos por escrito. Es decir: de Dylan lo que llegaba fundamentalmente era su Música, la Melodía de sus composiciones, eso era lo que captaba adeptos y adeptas, lo que enganchaba. Y la audiencia española fue y es receptiva de esa musicalidad. Y ahora, sin previo aviso, a Bob Dylan van y le dan el Premio Nobel de Literatura. Como mínimo resulta raro, por muchas exégesis que se hagan de los poemas/textos de sus canciones. Dylan es un cantante y cantante folk para más señales. Lo dijo Woody Guthrie que lo tildó como tal, cantante folk, frente a otros nombres respetables del género a los que catalogaba sencillamente de cantantes de canciones folk. Me pregunto cuándo se creará la categoría de Premio Nobel de Música. ¿No habría sido más lógico que entonces, sí, le hubieran otorgado tal galardón a Bob? Con lo del Nobel de Literatura de éste año lo que se ha conseguido es soliviantar a los miembros de la Hermandad de Lo Contrario, esos para los que cambiar la relación entre significante y significado es un signo de modernidad: sea lo que sea, si va en contra de lo establecido, bienvenido sea. ¿Nobel de Literatura a Bob Dylan? Pues claro que sí, ya era hora de que se le reconociesen sus valores como figura fundamental de la Cultura... Sí, como si no hubiera sido tragado, deglutido, asimilado y regurgitado su mensaje por parte de la Sociedad. Como si sus canciones/poemas no hubieran sido asimilados por todos los estratos de la Sociedad. Hace muchos años que los grupos de catecumenado y de acción católica incluyeron entre las canciones de sus repertorios el famoso Blowin' in the wind dylaniano, debidamente acondicionado al mensaje que querían y quieren transmitir. Ya es habitual que las actuaciones del maestro sean noticia comentada en cualquier noticiero de televisión. Entonces, ¿qué queda por reconocer de la importancia e influencia de Bob Dylan en la Cultura en general, no sólo en la Música? No lo sé. No sé qué se busca con éste premio literario, no sé...no sé. Que el galardón del Premio Nobel, en cualquier categoría, es una operación de carácter político es algo que muchos saben, otros ignoran o no quieren conocer y otros lo aceptan sin más. Sería bueno recordar a José Bergamín, que en 1982 afirmaba que "la prueba de que es un premio político, otro más, es el ritmo seguido hasta ahora, por el que se concede un año a un escritor español y otro a un escritor americano alternativamente". En verdad han cambiado algo las cosas. Ya no tiene esa cadencia de la que hablaba Bergamín aunque sí guarde el carácter político.
No sé cuántos argumentos más se van a añadir a favor del Nobel de Literatura a Bob Dylan. Cuando finalizo estas líneas aún no se sabe si se lo retiran porque no ha dado señales de vida, si se queda con el premio, si se retira, si... Aquí dejo un par de enlaces que me han parecido interesantes hablando del tema.
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/14/actualidad/1476462691_121669.html (Elvira Lindo)
http://www.jotdown.es/2016/10/la-retorica-estupido/ (Carlos Mármol)
martes, 25 de octubre de 2016
viernes, 7 de octubre de 2016
José Antonio Moreno JuradoLos Cuadernos de un poeta en Mazagón, III y IV
Hay libros que al terminar de leerlos, los cierras y tienes la sensación de que algo se ha quedado dentro, entre sus páginas. A ciencia cierta no sabes qué es. Vuelves a abrirlos, pasas las páginas, lees al azar aquí o allá, una línea, un párrafo…pero no encuentras nada. O sencillamente no buscas nada concreto porque lo único que quieres es restituir esa emoción anterior, mientras leías ese libro concreto: y la única vía posible para reestructurar toda esa arquitectura interior es volver a respirar la amistad que vive en las páginas de ese volumen. Eso es lo que me ha ocurrido leyendo “Los Cuadernos de un poeta en Mazagón, III y IV” de José Antonio Moreno Jurado. Con su primera entrega, “Los Cuadernos de un poeta en Mazagón (Divagaciones sobre la arena)”, me sucedió lo mismo: acabé de leerlo y empecé de nuevo. En ésta segunda entrega, José Antonio Moreno Juradovuelve a proponernos un paseo por caminos que unen a los clásicos con autores actuales, reflexiones, divagaciones, pensamientos, anécdotas, trenzadas con un tiralíneas prodigioso donde palpita y vive la poesía que se abre en una frase, en un instante de la narración dejando ese sesgo hermoso que facilita la expansión interior, la respiración infinita de lo bello.José Antonio Moreno Jurado, poesía, prosa. Léase.
El 7 de Abril del año 2016 se presentó en Sevilla, en el local de Padilla Libros Editores & Libreros, la segunda entre de Cuadernos de un poeta en Mazagón de José Antonio Moreno Jurado. La introducción corrió a cargo del filósofo Alberto Guallart.
Slavoj Žižek - Islam y modernidad. Reflexiones blasfemas
Slavoj Žižek. Filósofo, sociólogo, psicoanalista y crítico cultural esloveno. En su obra "Islam y modernidad. Reflexiones blasfemas" sólo ha necesitado 81 páginas de pura intensidad para hablar sobre el islam como modo de vida. Léelo porque merece la pena.
Christopher Morley - La librería ambulante
Un bucle de sentimientos: amor por los libros y amor entre seres de carne y hueso. Oxígeno literario con ingenio. Merece la pena leer un libro como éste.
Jim Crace - Cosecha
Es una de las mejores obras que he leído últimamente. "Cosecha" del autor británico Jim Crace. La ha editado Hoja de Lata. Aquí dejo una entrevista corta con el escritor.
http://www.elcomercio.es/…/vida-corta-para-leerlo-201608150…
http://www.elcomercio.es/…/vida-corta-para-leerlo-201608150…
Hans Magnus Enzensberger - Ensayos sobre las discordias
Ensayos
sobre las discordias - Autor: Hans Magnus Enzensberger - Editorial Anagrama
Por casualidad (siniestra
casualidad), el suceso de Orlando (el tiroteo en una discoteca gay con más de 50 personas muertas) ha ocurrido mientras estaba leyendo ésta
obra: “Ensayos sobre las discordias” de Hans Magnus Enzensberger. El volumen reune tres escritos de los cuales
uno apareció como libro independiente, muy breve, titulado “El perdedor
radical. Ensayo sobre los hombres del
terror”. Tiene fecha del año 2006 pero
podría haber sido escrito hace un par de meses.
Lecturas así ayudan a reflexionar sobre acontecimientos como los
sufridos en Orlando, mientras que nos planteamos, semejantes a Sísifo, volver a
empujar una vez más la piedra de la Paz hasta la cima de la convivencia. Merece la pena leerlo.
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