miércoles, 28 de noviembre de 2018

Norman Davies




Este es un libro...raro, si se me permite la expresión.  Habitualmente las obras sobre Historia suelen tratar un fragmento concreto de la Vida, capítulo o capitulos referidos a un país, un Estado, unas circunstancias concretas.  Se tratan de obras especializadas, más o menos eruditas, más o menos exhaustivas sobre la materia que tratan y esto es algo que viene marcado por el Síndrome de los Tiempos: la especialización.  Éste ensayo que hoy traemos al blog, es una forma de entender la Historia desde un punto de vista diferente.



Norman Davies


Norman Davies es un historiador inglés, nacido en Bolton, Lancashire, en 1939, minucioso con todo lo que está referido al viejo continente: Europa.  Profesor, conferenciante, ensayista, posee probablemente el estudio más ambicioso que existe sobre Polonia, siendo éste punto del mapa internacional uno de los aspectos que más ha investigado y cuya praxis la proyecta en esas conferencias que le han llevado a escenarios internacionales y a dar unas clases tan variadas como provechosas.  En la Introducción a su ensayo Reinos perdidosDavies asegura que
Los historiadores y sus editores dedican un tiempo y unas energias excesivas a repetir la historia de todo lo que les parece poderoso, importante e impresionante.  Inundan las librerías y las mentes de sus lectores con relatos acerca de grandes potencias, grandes hazañas, grandes hombres y mujeres, victorias, héroes y guerras y de los grandes males que hemos afrontado.Los historiadores se suelen centrar en el pasado de países que todavía existen, escribiendo centenares y miles de libros sobre la historia británica, la historia francesa, la historia alemana, la historia rusa, la historia norteamericana, la historia china, la historia india, la historia brasileña o lo que sea.  Tanto si es de modo consciente como si no, están buscando las raíces del presente, con lo que se exponen al riesgo de hacer una lectura inversa de la historia.  Tan pronto como emergen grandes potencias, ya los Estados Unidos en el siglo XX, ya la China en el XXI, crece la demanda de historia norteamericana o historia china, y suena una voz de alarma diciendo que los países que hoy son importantes son también aquellos cuyo pasado más atención merece, que puede ignorarse sin problemas un espectro más extenso de conocimiento histórico.  En esta jungla de información sobre el pasado, las grandes bestias siempre salen vencedoras.  Los países más pequeños o débiles lo tienen difícil para hacerse oír y los reinos muertos casi no tienen ningún defensor.
Continúa afirmando:
Nuestros mapas mentales están por ello inevitablemente deformados.  Nuestros cerebros sólo pueden trazar una imagen a partir de los datos que circulan en un momento dado, y son las potencias de hoy, las modas prevalecientes y el saber aceptado lo que crea los datos disponibles.  Si seguimos obviando otros dominios del pasado, reforzaremos los espacios en blanco de nuestras mentes y amontonaremos más y más conocimientos en aquellos compartimentos de los que ya somos conscientes.  El conocimiento parcial se hace aún más parcial y la ignorancia se perpetúa a sí misma.
Y conectando con la idea de la especialización con la que comenzamos ésta reseña, dice Davies:
El asunto no mejora con la tendencia hacia la ultraespecialización entre profesionales.  El tsunami de información en el mundo actual, dominado por internet, es sobrecogedor; el número de periódicos que leer y de nuevas fuentes que consultar se multiplica geométricamente y muchos historiadores jóvenes se sienten obligados a restringir sus esfuerzos a brevísimos periodos de tiempo y diminutas parcelas de territorio.  Se ven llevados a discutir su trabajo en una jerga arcana, académica, dirigida a las camarillas cada vez más reducidas de colegas con ideas afines, y por todas partes resuena un grito defensivo: Éste no es mi periodo.  En consecuencia, dado que el debate académico progresa mediante recién llegados que desafían los métodos y conclusiones de sus predecesores, están aumentando rápidamente las dificultades a las que los historiadores de todas las épocas han tenido que enfrentarse para fugarse hacia territorios inexplorados o para intentar esbozar panoramas globales y de grandes dimensiones.
El título de la obra, Reinos desaparecidos, es una expresión que se puede asemejar a Mundos perdidos.  Centrándose en el Viejo Continente, Davies le sigue el rastro a los reinos que dominaron Europa en alguna ocasión y después han desaparecido, incorporándose a uno u otro país.  Es una colección, limitada reconoce el autor, de ejemplos que se aplican sobre el mapa europeo: reinos como el de Tolosa en la Europa occidental, Lituania, Galitzia, Prusia, Tsernagora, Aragón, Borgoña...
Reinos desaparecidos: La historia olvidada de Europa se editó en nuestro país en el año 2013 en Galaxia Gutenberg, traducido por Joan Fontcuberta y Joan Ferrarons.  Casi 1000 páginas que se van diversificando a medida que se van leyendo, sin producir en ningún momento emoción de pesadez, de morosidad, de fechas y nombres y horas.  Es todo lo contrario.  Además la edición está enriquecida con mapas, grabados, reproducciones de pinturas.  Es una buena elección como regalo, sobre todo por las fechas que se avecinan.  Un regalo no es sólo algo que se le entrega a alguien, puede ser un regalo que se haga uno a sí mismo.  O una a sí misma.







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