Cíclope 3.0 - 27-05-25 - Especial Siouxsie and The Banshees # 8

Foto original de Adrian Boot

 

Cíclope 3.0 del martes 27 de mayo de 2025.  Con el calor invadiendo hasta el último rincón despedimos el mes con la octava entrega del Especial Siouxsie and The Banshees, ocupado por dos discos de larga duración: el segundo álbum de The Creatures y el décimo álbum de estudio de Siouxsie and The Banshees.

Budgie y Siouxsie Sioux formaban The Creatures como un proyecto paralelo al proyecto madre Siouxsie and The Banshees en 1981.  Debutaron discográficamente ese año con un EP, Wild Things.  En 1983 aparecía su primer larga duración y siempre tuvieron muy claro que jamás harían sombra al proyecto matriz sino que Las Criaturas sería una actividad secundaria, sin desmerecer por ello.  En todo caso se movieron a rebufo de lo que sembraba y recogía la banda madre: Siouxsie and The Banshees se reinventaban, adquirían brillo, eso repercutiría sobre The Creatures.  Es lo que sucedió a finales de la década de los 80 y comienzo de los 90, cuando Siouxsie y compañía publican, en 1988, Peepshow: la banda se amplía de cuarteto a quinteto y desarrolla una actividad extraordinariamente inventiva.  Se enriquecen las estructuras de las canciones, suenan mejor que nunca, o suenan igual de bien pero dando unas cuantas vueltas de tuercas más.  Se han reinventado.  Esto da como resultado posibilidades que se vuelven hechos: composiciones, canciones nuevas que refrescan posibles dudas de cansancio.  Y al rebufo de esta abundancia creativa, la variedad del proyecto paralelo, The Creatures.  

El segundo larga duración de Las Criaturas vio la luz el 6 de noviembre de 1989.  Cuando Budgie y Siouxsie deciden grabar, lo primero que se plantean es cambiar de decorado: lo hicieron con Wild Things y con Feast, los dos primeros trabajos del proyecto, grabados en Hawai.  De la producción del EP se encargaron ellos dos, Budgie y Siouxsie, del LP un viejo conocido, Mike Hedges.  También estuvo presente en el EP, pero como ingeniero de sonido.

Ejerció como productor en el nuevo álbum, Boomerang, y se encargó de buscar un decorado afín a la actividad creativa de la pareja.  Frente al exotismo de Hawai les sugirió visitar España,

y en el mes de abril de 1989 recalaban en Cádiz, en Jerez de la Frontera, en la Hacienda La Peñuela (foto a la izquierda), donde se grabarían, en una unidad móvil, en el mes de mayo, las bases del disco Boomerang: las voces, la mayoría de los instrumentos.  Las mezclas finales se realizarían en Londres.

El segundo álbum de The Creatures se beneficia de la buena salud creativa de Siouxsie y compañía.  Boomerang es un trabajo vivo, amplio y variado.  Escucharemos siete cortes, dos de ellos hechos uno tal y como aparecen en el disco.  Desde el tema de apertura, el contundente Standing There, hasta la canción que tanto admiró Jeff Buckley, Killing Time, de la que llegó a hacer una versión.  Algo que resalta especialmente de este disco son los arreglos de instrumentos de metal, trombón, saxo y trompeta.  Estos arreglos se llevaron a cabo en Londres, cuando la grabación casi se había terminado y lo que quedaba eran las mezclas finales más algunos detalles que se ultimaron en la capital británica.  La instrumentación, las voces...de eso se encargaron Budgie y Siouxsie Sioux, pero recibieron la ayuda inestimable de una lista de colaboradores como por ejemplo la de Martin McCarrick

McCarrick es teclista y violonchelista, uno de los miembros nuevos en el seno de Siouxsie and The Banshees.  El instrumento que toca en el álbum Boomerang es el acordeón.

Más arriba he señalado como algo importante los arreglos de trompeta, saxo y trombón.  Hay un sesgo jazzístico en el disco y ese perfil lo da esa tríada de instrumentos de metal cuyos músicos son:

Peter Thoms, trombonista, compositor, arreglista británico.

Gary Barnacle, saxofonista, flautista y clarinetista, compositor, arreglista, productor e ingeniero inglés.  Ha tocado con The Clash, The Damned, The Boomtown Rats, Public Image Limited, por citar algunos nombres.

Enrico Tomasso, trompetista de jazz y fliscornista británico, tiene una intensa carrera en el estudio, incluyendo trabajos con Soft Cell, Marc Almond, Bryan Ferry.

 

Porque ni Budgie ni Siouxsie Sioux tienen caracteres impermeables, porque todo lo que les rodea forma parte del crisol de su creatividad, el que estuvieran durante un tiempo conviviendo con formas musicales como el flamenco no pasó desapercibido para sus formas de concebir la música.  La función de un productor como Mike Hedges, que ha trabajado en varios discos ya sea de la banda Siouxsie y compañía o con The Creatures, le da cierta capacidad de visión premonitoria.  Sabe de la actitud de las dos criaturas cuando se trata de ordenar ideas y ampliarlas: buscan no ocultarse, esconderse, al contrario, lo que quieren, lo que buscan es sacar los radares, ponerlos a la intemperie y que capten todas las señales interesantes posibles.  Estaban en Cádiz, en Jerez de la Frontera, veta caleidoscópica del flamenco.  Y las dos criaturas se empaparon del arte de la tierra y esponjaron todo lo que encontraban de interés en el camino.

Se vistieron de forma tópica para hacer posados de fotos.  Una forma de divertimento, pero lo más importante es que el sonido, las maneras de lo flamenco entró a formar parte de sus canciones como ocurre con la composición Manchild.  El contenido de la canción lo explicaba Budgie:

Es una historia ambientada en Colombia antes del cártel de la droga.  Trata sobre un niño pequeño envuelto en una disputa, una vendetta entre su pueblo y otro pueblo rival.  En un sentido más sutil, se trata del narcotráfico, pero termina con el pueblo más fuerte exterminando a toda la población masculina del otro pueblo hasta que solo quedó un chico llamado Nelsito.  Se creía que viviría al menos hasta los 18 años antes de ser asesinado, pero le dispararon camino a la escuela.

Como colaboradores para esta canción se rodearon de nombres relacionados con la facción joven del flamenco de Jerez de la Frontera.  No he encontrado fotos pero por lo menos tenemos sus nombres y apellidos, que son: Antonio Partida, Domingo Ortega, Eva Ruiz-Verdijo, Innia Ortega, Nuria Fernández y Rafael Cancelo.

Por último, el disco aparecía con una carpeta cuya foto de portada es francamente buena.  Aunque está reproducida más arriba, la recuperamos:

  

Es un trabajo original de Anton Corbijn, a la izquierda, de origen holandés, fotógrafo de rock, creador de video-clips y director de Cine.  En la época en la que aparece el disco de The Creatures, Corbijn formaba parte del Colectivo de Diseño Gráfico Area (10) a quien está atribuido todo el trabajo de fotografías de el álbum en cuestión.

En este Especial Siouxsie and The Banshees # 8, el segundo disco que nos ocupa es el décimo trabajo en estudio de la banda, publicado el 10 de junio de 1991 y titulado Superstition.

Están los mismos que en Peepshow: Siouxsie Sioux, voz, Martin McCarrick en el violonchelo, dulcimer y teclados, Budgie, batería, percusión y teclados, Steven Severin, guitarra bajo y teclados, Jon Klein, guitarra.  Hay una colaboración especial, la de Talvin Singh, que se encarga del instrumento hindú de la tabla.  La portada, con esa foto a medias desenfocada de la figura de Siouxsie Sioux, es original de la fotógrafa Donna Francesca.

De la producción del disco se encargó Stephen Hague, norteamericano de Portland, con una visión comercial de la música, alguien cuya labor no llegó a satisfacer especialmente a Siouxsie, cuyo resultado final del álbum no consiguió convencerla.  La banda compuso las canciones en un estudio residencial en Gales.  Posteriormente, el álbum se grabó con el productor Stephen Hague en Londres.  Hague utilizó técnicas que a Siouxsie no le gustaron como la producción digital.  Hubo canciones que le gustaron cómo habían quedado (Kiss Them for Me y Drifter, por ejemplo), pero estuvieron probando un estilo de trabajo diferente, una disciplina distinta, durante la cual realmente ella levantó una sólida defensa contra las computadoras y lo digital.  Steven Severin, sin embargo,  tenía una perspectiva diferente: le gustaba la forma de trabajar de Hague que consistía en pulir, pulir y volver a pulir, hasta conseguir algo que sonara genial.  Qué consideraba el productor como genial es otra historia porque, el resultado final de la audición de Superstition, es un tanto insatisfactorio.  No es que suene mal, es que suena a algo que podrían haber hecho otros músicos, otros grupos, pero no tiene el sello personal de una banda que ha sabido transitar entre paisajes oscuros y espacios luminosos, que han grabado discos que son ceremonias góticas con la suficiente luminosidad como para no parecerse a nadie y ese es el talón de Aquiles de este disco: canciones como Silly Thing las podrían haber hecho cualquier grupo con una producción mínimamente decente y lo que han hecho siempre Siouxsie and The Banshees es sonar de forma distinta a cualquier otro proyecto.  También es cierto que el grupo buscaba entrar en el mercado norteamericano y que para ello tenían que estar preparados, con un producto elaborado para escalar las listas de éxitos.  No sé, tú.  A mi el disco me deja un tanto indiferente, a pesar de tener un puñado de canciones que merecen la pena.  Un total de seis temas son los que escuchamos de este décimo disco de estudio del que se pueden escuchar con buen rollo algunos temas.  Que el que, la que tuvo, retuvo.

Espero que te guste el programa.

Enlace:

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-27-05-25