Cíclope 3.0 del martes 9 de diciembre de 2025. Hoy, al comienzo del programa, el Cíclope nos ubica, musicalmente, en plena guerra de Secesión estadounidense, entre los años 1861 y 1865, en concreto en 1863, año de publicación de una canción que se cantó en ambos bandos de la contienda, una composición titulada When Johnny Comes Marching Home.
El responsable de la ínclita composición fue este hombre de la izquierda, Patrick Sarsfield Gilmore (1829-1892), de origen irlandés, director de la banda del Ejército de la Unión en 1863. La fecha de registro de la primera publicación es la de 26 de septiembre de 1863, en la Biblioteca del Congreso, con letra y música atribuidas a Louis Lambert. No está claro por qué Gilmore publicó bajo seudónimo, pero los compositores populares de la época solían emplear un alias artístico para añadir un toque de misterio romántico a sus canciones. El contenido de la letra fue de Gilmore pero la melodía tenía un origen, la canción tradicional irlandesa Johnny I Hardly Knew Ye. La escuchó tararear a alguien en los primeros días de la rebelión. Supo que era una música abandonada, que lo mismo utilizaba una letra que otra, dependía de la imaginación de quien la interpretara. A Gilmore le gustó la melodía, la adornó con un texto, le dio un nombre y la rimó para que fuera útil para un propósito especial adecuado a la época: fue escrita para expresar el anhelo de los soldados por regresar sanos y salvos a casa tras la guerra. Al final poco importó quién había escrito la canción, si se trató de una remodelación de una pieza ya existente o fue algo novedoso. Los derechos de autor quedaron en manos de la editorial Henry Tolman & Co., de Boston, que fue quien se encargó de la publicación. Una cosa si es completamente cierta y segura y es que la canción se hizo inmensamente popular durante la Guerra Civil norteamericana y la cantaron tanto en un bando como en el otro.
Con el paso del Tiempo volvió a otros escenarios bélicos como sucedió durante la Segunda Guerra Mundial cuando la Orquesta de Glenn Miller o el trío vocal femenino The Andrew Sisters, entre otros, interpretaron sus versiones.
En 1959, el hombre de la foto a la derecha, Mitch Miller (1911-2010), cantante, músico, director y productor musical estadounidense de los años cincuenta y comienzos de los sesenta, interpretó When Johnny Comes Marching Home dirigiendo a su coro masculino.
Por seguir unos minutos más con The Clash, el Cíclope recupera aquel glorioso triple LP titulado Sandinista! y la canción Hitsville U.K.
interpretada en la parte vocal por Mick Jones, guitarra del grupo,
Utilizamos la fecha de publicación del LP Sandinista!, 1980, como charnela para adentrarnos en los años de esa década, unos años en los que se enfrentaron dos bloques como grandes antagonistas: por un lado las guitarras eléctricas y por el otro, los sintetizadores, los teclados con el acompañamiento de las cajas de ritmo. Recuerdo una vez en una tienda de discos en la que buscaba algo que ya no recuerdo, sólo que era una banda de sonido guitarrero, y la respuesta del hombre que me atendió: mala época para las guitarras. Eran los años finales de los 80 y se mantenían marcadas las diferencias. Nos vamos ahora a los años medios de esa década, 1983, cuando en los Países Bajos, en una ciudad pequeña, Nimega, se reúne una pareja con idea de formar un proyecto musical que bautizan con el nombre de Xymox.
A la izquierda, Ronny Moorings, voz y guitarra, y a la derecha, Anka Wolbert, guitarra bajo y voz. Se mudaron a Ámsterdam y bajo el nombre Xymox lanzaron un Mini-LP, Subsecuente Pleasures, en 1984.
La edición estuvo limitada a 500 copias.
Comienzan a realizar actuaciones en vivo y se convirtieron entonces en teloneros de Dead Can Dance en su gira por Inglaterra. Ivo Watts-Russell, alma del sello independiente escocés 4AD Records, se fijó en el dúo y lo fichó para la discográfica.
Se cambiaron el nombre por el de Clan of Xymox y lanzaron, en 1985, un primer LP bautizado con el nombre del grupo. Fue su debut oficial. A partir de aquí suponen una gran influencia en la escena darkwave y los holandeses Clan of Xymox amplían los miembros del proyecto y pasan de dúo a cuarteto y hasta quinteto. El grupo es conocido por su rock gótico introspectivo, dinámico y a menudo bailable.
El sonido, la música de Clan of Xymox se convirtió en un referente del sello 4AD a partir de su álbum de 1985, Medusa. De las carpetas de los discos se encargará el equipo de diseño 23 Envelope. Irán cambiando el nombre de la banda así como menguará el número de miembros, o se ampliará, dependiendo de la música que desarrollen. Recuperaron el nombre original, Xymox, y desarrollaron un sonido más basado en sintetizadores, incursionando incluso en el techno y el house. Con la popularidad del rock industrial, la banda se mudó a Berlín, cambió su nombre de nuevo a Clan of Xymox e incorporó voces más profundas y guitarras más pesadas a su música.
Hay momentos en el devenir de la música que aparecen músicos o grupos que se parecen unos a otros y de manera cercana, con una forma de hacer particularmente cercana. No es que se trate de una imitación, sencillamente se parecen. Es lo que ocurre con este grupo que viene a continuación. La primera vez que los escuché, pensé: ¿disco nuevo de Clan of Xymox?... No, sencillamente coincidencia de algo semejante. Estos, que son de este siglo, no tienen nada que ver con aquellos Xymox, con Clan o no. Estos se llaman Odonis Odonis, son un trío y llegan desde Toronto, Ontario, Canadá.
El alma de Odonis Odonis es Dean Tzenos, en el centro de la foto y su mano derecha está situado a la izquierda, Denholm Whale. Este es el motor de Odonis Odonis que en 2022 publicaban Spectrums, un disco que tiene canciones casi suaves porque tienen fundamentalmente una filosofía musical fundamentada en el cambio. Del trío, oficialmente creado como dúo (Tzenos y Whale) escuchamos dos cortes de ese álbum de 2022,
el que se asemeja a los holandeses Clan of Xymox, el corte titulado More, y Slow Drip.
Volveremos con Odonis Odonis en próximas ediciones de Cíclope 3.0 para perdernos en su música construida en la oscuridad y el ruido. Fusionan shoegaze, surf rock, garage rock, rock industrial y punk, envolviéndolo todo con una oleada de ruido. Este Spectrums está escrito, grabado y mezclado por el grupo. Hasta el diseño de la carpeta está hecho por ellos mismos. Únicamente hay dos aspectos que no controlan: la foto de la portada, original de la fotógrafa Juliana Carlevaris, y las mezclas finales del disco, realizadas por Rafael Anton Irisarri.
Ahora cambiamos el estilo, las formas de la música, dejamos las disonancias (dentro de unos límites, porque tampoco ha sido muy ruidoso lo que hemos escuchado de Odonis Odonis) y pasamos al campo de lo armónico con un hombre inglés que responde al nombre y apellido de Keaton Henson.
Ha compuesto bandas sonoras para el Cine como por ejemplo el score original de la película Supernova, escrita y dirigida por Harry Macqueen.
El trabajo con obras instrumentales para orquesta de cuerdas ha dado como resultado álbumes que enriquecen su producción. El de Keaton Henson es un caso curioso: aunque trabajó en su propia música, no la concibió para el consumo público. En el año 2010, empujado por amigos, subió a Internet un álbum grabado de forma casera. El disco encontró una audiencia considerable gracias al boca a boca y a los blogs. Su carrera musical tuvo un comienzo oblicuo porque no empieza grabando demos, maquetas...inicia su actividad como ilustrador, como diseñador de carpetas de otros músicos. Lo de componer e interpretar su música será posterior. Además: ¿Tocar en directo, con público? ¡Ni loco! Henson padece ansiedad crónica y día a día se convirtió en un profundo miedo escénico. Pero no tiene sentido guardarse lo que hace uno, así que se esforzó por encontrar maneras de promocionar su música, además de las giras convencionales. Por ejemplo, organizó una exposición en el este de Londres titulada Gloaming, que servía tanto para promocionar una novela gráfica que había escrito con el mismo nombre como para dar a conocer nuevas composiciones de música. La instalación, de tres días de duración, permitió a los visitantes entrar, uno a uno, y asomar la cabeza por una ventana, donde él interpretaba una canción de forma individual. Posteriormente, realizó giras limitadas que lo llevaron a tocar para públicos más numerosos, pero siempre en espacios pequeños y atípicos como museos, galerías de arte e iglesias.
El 21 de noviembre pasado, Keaton Henson ha publicado su último trabajo, por ahora, un álbum titulado Parader con temas de música Pop abigarrada, donde reúne sus maneras habituales de hacer música. El diseño de la carpeta del disco es suyo, como no podría ser de otra forma, por ser un artista gráfico desde el comienzo.
Somnambulant Cycles, una obra serena y hermosa que contó con la colaboración del músico noruego Daniel Herskedal. Un corte de este disco, el titulado Try, compuesto a medias entre Henson y Herskedal, nos sirve de bisagra para conectar con lo siguiente que es la música precisamente del colaborador en el trabajo de Henson, el músico noruego Daniel Herskedal.
Daniel Herskedal nacía en 1982 en Molde, ciudad de Noruega. Siendo pequeño comenzó a estudiar la trompa para pasarse a la tuba en la adolescencia. Se le conoce por ser un virtuoso de la tuba y de la trompeta bajo.
El estilo de Daniel Herskedal es muy personal: combina técnicas formales de la composición académica con la perspicacia de la improvisación del jazz, la familiaridad cautivadora de las músicas folclóricas árabe y noruega, y paisajes de textura quebradiza, algo cinematográficas. Es un músico que ha realizado colaboraciones variadas y que tiene una producción en solitario variada y rica. Abría su discografía en solitario en el año 2010.
Vamos a recuperar un álbum de 2021, un trabajo titulado Harbour cuya portada es la foto de la izquierda. En este disco Herskedal compone, se encarga de la tuba y de la trompeta bajo, y se acompaña de un percusionista que se encarga de los tambores y la marimba, más otro músico al piano y celesta. De este álbum entresacamos el corte titulado Las playas de Lesbos.
Llegamos al final del programa por hoy y como nos hemos situado en una zona tranquila no es cosa de acabar con sobresaltos. Cerramos en la línea a la que nos han conducido los últimos temas que hemos escuchado y nos despedimos con un dúo holandés, de la ciudad de Delft, que responden al nombre de Trigg & Gusset.
Trigg es Bart Knol, a la izquierda, se encarga de la composición, arreglo, producción y mezcla, además de tocar teclados, bajo y sintetizadores. Gusset es Erik Van Geer, el de la melena, toca el saxofón tenor y el clarinete bajo. Comenzaron con la década de los 10 de este siglo, publicaron por primera vez un disco en 2013, un año antes de que comenzara este proyecto de Ciclope 3.0 en Radio Tomares. Y desde que se emite esta hora de arrebato por la música, cada vez que este dúo de Delft publica un disco nuevo, estamos atentos para contártelo. Nos apasiona poder compartir contigo el jazz lento, la electrónica atmosférica y los ritmos cautivadores que desarrolla este dúo.
Este año han lanzado dos trabajos, uno la banda sonora del juego de aventuras Blue Prince, en el mes de abril.
El segundo, en octubre, con el título Event Horizon. De este trabajo escuchamos un corte, Holding Pattern, como cierre.
Espero que te guste el programa.
Enlace:
https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-09-12-25
























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