miércoles, 25 de octubre de 2023

Cíclope 3.0 - 24-10-23

 


Cádiz, Playa de la Victoria, octubre 2023

Cíclope 3.0 del martes 24 de octubre de 2023.  Para empezar déjame que te hable un poco del andamiaje y tornillería del programa de hoy.  El Cíclope se había fijado en algunos trabajos de música donde la guitarra española y acústica son protagonistas principales y, con esa máxima, se puso a buscar obras e intérpretes específicos.  Como tiene la costumbre de iniciar los programas mirando hacia atrás en el Tiempo encontró una huella que le llamó la atención: la voz de una niña recitando lo que parece el fragmento de un poema.  Tirando de memoria llegamos a un dato posible:  en los 70 había una carpeta con diseño fácilmente reconocible porque pertenecía al diseñador, arquitecto, publicista e ilustrador británico Roger Dean.  Era el disco de un guitarrista que manejaba tanto las guitarras españolas y acústica como la eléctrica, y ese hombre era, y es, Steve Howe.  Así comienza la edición de Cíclope 3.0 de hoy.


Stephen James Howe, conocido como Steve Howe es guitarrista, famoso sobre todo por ser miembro de la banda británica Yes, uno de los grupos más representativos del Rock Progresivo de la década de los años 70, entonces denominado Rock Sinfónico.  Howe entró a formar parte de Yes en 1971, sustituyendo a Peter BanksHowe resultaba curioso: tenía influencias de músicos como el guitarrista de Country americano Chet Atkins (1924-2001), Django Reinhardt (1910-1953) y el dúo Les Paul & Mary Ford, famosos en los años 50.  Con ese plantel de admiraciones, es difícil creer que se convertiría en uno de los guitarristas más influyentes del Rock Progresivo.  Cuando Howe comenzó buscó formar parte de algún grupo.  Se presentó a las pruebas de audiciones que algunas bandas solicitaban por aquellos años finales de los 60, entre otras Nice o Jethro Tull, pero resultaron infructuosas.  Sería el Destino el que le deparase el feliz encuentro con aquel grupo que estaba buscando, urgentemente, un cambio para los puestos del guitarrista y el teclista.  El resto estaba perfectamente estructurado: Jon Anderson, voz; Chris Squire, guitarra bajo y Bill Bruford, batería.  Pero el teclista Tony Kaye y el guitarrista Peter Banks, no, no encajaban en las formas que el grupo quería desarrollar.  Así, un día, Anderson contacta con Howe.  Le confiesa que le gusta su forma, sus maneras de manejar la guitarra y le propone formar parte de la banda que está siendo reformada.  Venga, vale, Howe da su consentimiento y ocupa su sitio en el seno de Yes apareciendo por primera vez en el LP The Yes Álbum, grabado entre octubre y noviembre de 1970 y publicado a principios de 1971.  Ahí, Steve Howe tocaba, él sólo con la guitarra acústica, una composición propia titulada The Clap, grabada en una actuación en vivo en la sala Lyceum de Londres.

Ese año de 1971, en septiembre, Yes entraban en los estudios de grabación de nuevo con el último fichaje, el sustituto del teclista Tony Kaye que no fue otro que Rick Wakeman.  En el mes de enero de 1972 se publicaba Fragile, la declaración de principios del quinteto de lo que serían capaces de desarrollar a partir de ese momento en adelante.  Pero el protagonista en el programa de hoy no es el grupo, es su guitarrista, Steve Howe, un músico que, hasta septiembre del año 2009, ha publicado 19 álbumes en solitario.


El primero que editó, paralelamente a sus labores como miembro de Yes, fue el LP Beginnings.

¿Cuál es la huella que resonaba en la memoria del Cíclope?  La voz de una niña que parecía recitar el fragmento de un poema.  El corte con el que se abre la cara A de este primer LP de Steve Howe comienza así: una niña (su hija) recita un fragmento del poema At Night, original de Alice Meynell, escritora, poeta, editora, crítica y sufragista inglesa.



Alice Meynell (1847-1922)

Doors of Sleep es el tema que abre ese primer trabajo de Howe que contó con la colaboración de compañeros de Yes en activo como el batería Bill Bruford y alguno que entraría en la banda un tiempo después como el batería Alan White, que sustituyó a Bruford cuando este se marchó a King Crimson, y el teclista Patrick Moraz, que sustituiría a Rick Wakeman.  Los créditos incluían también a tres miembros de la banda Gryphon: el guitarrista Graeme Taylor, el guitarra bajo y flauta Malcolm Bennet y el batería David Oberlé, además de otras colaboraciones de colegas de la música.


De la huella en la memoria del Cíclope queda este otro dato: el tema Humor por un día.  El tema en cuestión va incluido en el LP Fragile de Yes, al igual que The Clap del disco The Yes Album, está compuesto por Steve HoweThe Clap está interpretado con la guitarra acústica, Mood For A Day con la guitarra española.
Este ha sido el comienzo del programa de hoy con la mirada puesta en la guitarra acústica y española.  Con ella vamos a continuar, ahora dejándola en manos de un dúo de origen mexicano que responde al nombre de cada uno de los miembros del tándem: Rodrigo y Gabriela.

Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero
se conocieron cuando tenían 15 años.  Crecieron en Ciudad de México, unidos por la extraordinaria afición hacia el Heavy Metal.  Antes de convertirse en el dúo de guitarras acústicas reconocido desde hace unos años, Gabriela y Rodrigo, influidos profundamente por Metallica, combinaron sus talentos por un tiempo en el grupo de metal Tierra Ácida, tocando en Ciudad de México en los clubes más alternativos que la ciudad podía ofrecer.  Es cierto que el grupo grabó algo de material (un cassette), pero Tierra Ácida nunca tuvo un gran éxito y nunca grabaron un álbum.  Sánchez y Quintero se concentraron en aprender más estilos de guitarra, dar lecciones durante el día y tocar bossa nova en bares de hoteles por la noche para seguir subsistiendo.  Aburridos y frustrados con sus posibilidades en América, los dos decidieron probar suerte en Europa, y en el viejo continente, en Irlanda, en Dublín, encontraron el eco necesario para desarrollar su actividad.

La labor musical del dúo registrada en discos comienza con grabaciones autoeditadas entre el final de los años 90 y el comienzo del nuevo siglo.  Su debut a través de un sello discográfico lo realizan en el año 2002, siguen con un álbum grabado en vivo entre las ciudades de Manchester y Dublin y, en 2006, aparecería el álbum Rodrigo y Gabriela del que el Cíclope extrae el corte Ixtapa.  Varios trabajos recogen actuaciones en vivo y en estudio, pero en el año 2019 aparecía un disco particularmente interesante bautizado con el nombre de Mettavolution.

El título del álbum se deriva de dos palabras distintas: Metta, en sánscrito, significa bondad amorosa, compasión por uno mismo y por los demás; la palabra evolution, de raíz latina, ofrece varios significados, incluido un cambio fundamental en la forma de pensar acerca de algo.  Este disco es el primero tras cinco años de actividad en directo, en vivo, este álbum es el reencuentro con la inspiración y el trabajo reflexivo.  Revisan sus inspiraciones fundamentales, se reconectan con la emoción física y con el núcleo emocional de la música que hicieron juntos por primera vez.  El producto final lo desarrollan en un material que elaboran en su estudio en Ixtapa, en la costa del Pacífico de México, lo probaron y luego lo enviaron al productor y colaborador Dave Sardy, en Los Ángeles, que lo escuchó, entusiasmado, para aportar, sugerir algunas ideas, añadiendo guitarra bajo, percusión y algunos efectos de sintetizador.  Pero el corazón de Mettavolution son las guitarras españolas y acústicas de Rodrigo y Gabriela que realizan una versión muy interesante de aquel tema de Pink Floyd de 1971, Echoes, del álbum Meddle.  El original dura 23 minutos con 31 segundos, la versión de Rodrigo y Gabriela un poco menos, 18 minutos y 58 segundos.  Por si no la conoces, te dejamos con ella, a ver qué te parece.
La idea de esta edición de Cíclope 3.0 se origina por el recuerdo de una canción interpretada con una guitarra española.  Seguimos con guitarras pero no necesariamente españolas, o acústicas, aunque se traten temas eminentemente españoles, andaluces para ser más concreto.  Hay un trabajo extraordinariamente interesante titulado Lorca, canciones españolas.  La base del repertorio de esta obra son las canciones populares que grabó Federico García Lorca al piano con la voz de Encarnación López Júlvez, conocida artísticamente como La Argentinita convirtiendo en clásicos títulos como Anda jaleo, La Tarara, Los cuatro muleros o Zorongo gitano, entre otros.  En el año 2019 aparecía Lorca, Spanish Songs (Lorca, canciones españolas)


 
un trabajo realizado entre la cantaora y actriz española, de Córdoba, Mariola Membrives



y el guitarrista, compositor y cantante norteamericano, Marc Ribot.



Mariola Membrives se desliza con suavidad y sabiduría entre los ámbitos del Jazz, el Flamenco y la interpretación en la escena teatral.  Hasta el momento ha realizado obras de música situadas en fronteras sutiles como la grabación Llorona del año 2014, a dúo con el contrabajista japonés de jazz Masa Kamaguchi.  Se ha encargado de recrear la primera revisión del mítico Omega de Enrique Morente con el título Omega 20.16, con quinteto de jazz y guitarra flamenca en 2017.  Es la voz flamenca de los espectáculos FreeBach212 de La Fura dels Baus y Federico García de Pep Tosar.
Marc Ribot fue, durante un tiempo, guitarrista de Tom Waits y su forma de tocar la guitarra, sus sugerencias, fueron una influencia muy importante para Waits.  Sin lugar a dudas, Ribot, que nació zurdo pero que aprendió a tocar la guitarra con la mano derecha, es una figura particularmente creativa, luminosa.  Tres cortes extraemos de ese álbum, Lorca, Spanish Songs.  Entre ambos, Membrives y Ribotdesarrollan una visión y consiguen una lectura renovada de esas canciones que dejaron García Lorca y La Argentinita.
Pues con el entusiasmo, sin apenas darnos cuenta, hemos llegado a la recta final del programa.  No nos queda mucho tiempo pero al menos podemos escuchar un par de temas más que van a estar en manos de esta banda inglesa que responde al nombre de Slowdive.

Habitualmente se les identifica como una banda de shoegaze, ese estilo, irónicamente bautizado en los medios musicales británicos, Slowdive manejan guitarras saturadas y sonidos psicodélicos de ensueño, pero también exhiben un conjunto más amplio de inspiraciones (folk-rock, techno ambiental, por nombrar algunos) que la mayoría de sus coetáneos de los 90.  El sonido distintivo de la banda, que combina grandes cortinas de guitarras llenas de efectos con tempos fúnebres y voces prístinas y frágiles, ha evolucionado continuamente desde sus primeros sencillos ruidosos.
Slowdive se formó en Reading, Inglaterra, a finales de 1989.  Estuvieron juntos un tiempo para después colaborar en otros proyectos.  La mayoría de los miembros permanecieron involucrados en el grupo Mojave 3 y en una serie de actividades individuales.  La reorganización del proyecto original la realizaron casi dos décadas después de su formación para llevar a cabo una gira y meterse en los estudios de grabación y publicar un par de álbumes.  Qué agitación.  Se funda el grupo pero lo dejan, para después volver y ponerse a producir como si el Mundo se fuera a terminar al día siguiente.  Pero fue un caos luminoso, la creatividad en estado primigenio.  A día de hoy, en 2023, siguen elaborando esa música que los comentaristas y la crítica musical británica tildan de shoegaze, sarcásticamente hablando, mirarse los zapatos, es decir, el guitarrista, sentado o de pie, está inclinado hacia delante, mirándose la punta de los zapatos mientras la guitarra suena glin-glin-glin-glon-glan-glin-glin-glin...de ahí el concepto de guitarras guinglineantes.

El pasado 1 de septiembre, Slowdive han vuelto a la carga con un disco calmado, sereno, titulado Everything is Alive, con carpetas de diferente color: roja, porque el LP de vinilo es rojo transparente o gris verdoso, porque el tinte de esa carpeta es de dicho color.
Dos cortes de este álbum ponen el punto y final a esta edición de Cíclope 3.0 que espero que te guste.

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