jueves, 30 de abril de 2020

Jeanette Winterson





Jeanette Winterson


La primera vez que leí una obra de Jeanette Winterson supe que desde ese momento  buscaría todo lo que pudiera encontrar editado de esta autora.  Caí en el mundo, el universo de una de las plumas vivas más inteligentes e interesantes que ha dado Inglaterra desde finales del siglo XX.  Hoy me propongo acercártela, sugerirte que leas sus libros porque es una de las tareas más gozosas que toda persona con hábito de lectura puede realizar.  Comenzamos haciendo una reseña de su biografía. 
El 27 de agosto de 1959, en Mánchester, nacía Jeanette Winterson.  Antes de cumplir un año de edad, el 21 de enero 1960, fue adoptada por Constance y John William Winterson, una pareja evangélica que la registrarían con su apellido.  Su infancia y adolescencia transcurrieron en Accrington, Lancashire.
Estudió Literatura en Oxford y desde niña emborronó cuadernos con su escritura que se fue haciendo a base de esponjar todo lo que leía y de escribir constantemente, todos los días.  Su primer fruto literario sería Oranges are not the only fruit, escrita cuando contaba 24 años de edad y publicada en 1985, consiguiendo el prestigioso Whitbread Award a la Mejor Primera Novela.  
Con 16 años, Jeanette se enamoró de otra mujer y con la mayor naturalidad se lo hizo saber a su madre que le respondió tajantemente
O te vas de esta casa y no vuelves nunca más o dejas de ver a esa chica
La opción a escoger la tuvo clara, transparente y diáfana como la luz del día: abandonó el hogar de los padres.  Ese hecho alimentó el sentido de esa primera novela que, publicada en 1985, tendría una adaptación cinematográfica en 1990 para la pequeña pantalla, una miniserie dirigida por la realizadora británica Beeban Kidron para la BBC con guión de la autora.  Contó con la banda sonora de Rachel Portman.






Esa ópera prima sería el comienzo de una labor literaria encomiable por su estilo y contenido.  La naturalidad de Winterson al escribir, su complicidad con quien la lee, hace de sus libros puertas por las que se accede a un paseo donde te toma del brazo y conversa de tú a tú, narrando con una elocuencia sencilla pero envolvente historias que se desarrollan en tiempos actuales, o en los años de las campañas de Napoleón, o en los tiempos oscuros en los que quemaban a mujeres sospechosas de ser brujas.








Oranges are not the only fruit se publicó en España por primera vez en 1990 con el título Fruta prohibída, con traducción de Margarita Cavándoli y Horacio González Trejo en la editorial Edhasa.















Cinco años después, en 1995, sería la editorial Salvat la que volvería a publicarla, conservando la traducción de la edición de Edhasa, la de Margarita Cavándoli y Horacio González Trejo















En el mes de mayo de 2017, la editorial Lumen haría la que hasta el momento es la última edición de la primera obra de Winterson.  No puedo reseñar de quién es la traducción porque no poseo este ejemplar y a pesar de haber buscado en la Red no he dado con ese dato.









Siguiendo la trayectoria en el Tiempo, su segunda obra sería La pasión (The Passion), de 1986.  Los elementos de esta historia podrían dar pie a pensar que se trata de una novela histórica: Napoleón y sus campañas por toda Europa; un joven cocinero al servicio del general se enamora de una hermosísima pelirroja que conoce las salas de juego y los secretos de las góndolas de Venecia...  Es una traslación de elementos atemporales a otra época, porque lo que cuenta puede suceder en nuestros días con otros significantes y sin embargo los mismos significados.  Extraordinariamente narrada, hermosa y seductora la forma en que la obra avanza, al más puro estilo Winterson, el juego especular de épocas consigue que una historia de los tiempos de Napoleón rompa barreras y se pueda trasladar a cualquier planteamiento en nuestros días.
La obra se tradujo, por primera vez en España, en 1989 en la Editorial Sudamericana, con traducción de Elena Rius.  En septiembre del año 2007, la traducción de Elena Rius la publicaría la Editorial Lumen, en su Colección Biblioteca Jeanette Winterson.



      







Escrito en el cuerpo (Written On The Body) aparecía en 1992, en nuestro país lo haría dos años después, en 1994, en la Editorial Anagrama bajo traducción de Encarna Gómez Castejón.  Esa sería la primera edición en Panorama de narrativas, después se volvería a imprimir en la colección Compactos, en febrero de 1998 con la misma traducción.








Llama poderosamente la atención la naturalidad con la que habla del amor entre mujeres, de la pasión entre seres humanos.  La autora tuvo diferentes relaciones sentimentales en su pasado y por ejemplo en la década de los años 80 mantuvo una con la agente literaria Pat Kavanagh, esposa del escritor Julian Barnes, a quien abandonó por Jeanette.  Después volvió de nuevo con Barnes pero fruto de aquella historia de amor entre ambas fue este Escrito en el cuerpo, una narración contada por ¿un hombre o una mujer?  La autora borra las marcas genéricas y se acerca al Orlando de Virginia Woolf.  Desgraciadamente ambas ediciones de Anagrama están completa y absolutamente descatalogadas pero con el amplio espectro que tiene el mercado de segunda mano, seguro que encuentras uno de los dos formatos.  Por cierto, a título anecdótico, Julian Barnes escribiría unas cuatro novelas policíacas con el  seudónimo Dan Kavanagh, el apellido de su esposa-exesposa-esposa.  Coincidencias del Destino. 



Como en tantas otras ocasiones, no hablo de todos los libros de un escritor, de una autora, si no los he leído.  En este caso sucede eso: no los he leído todos y los que me faltan están en proceso de ser adquiridos.  Los que sí conozco, de esos puedo comentar y celebrar, como es el caso siguiente: The Daylight Gate apareció en el año 2012.  Un año después, 2013, se tradujo al español por Alejandro Palomas Pubill con el título La mujer de púrpura, publicada por Lumen.  Otra vez el gozo de leer a Winterson porque entre sus manos una historia de sesgo gótico como ésta va más allá de un simple género literario.
La historia que leemos está basada en un hecho real: el juicio a unas mujeres en Lancashire, acusadas de brujería en tiempos de Jacobo I.  En esa estructura, Winterson introduce un personaje de ficción, Alice Nutter, una mujer que ha inventado una fórmula para teñir la ropa de un color rojo oscuro y que le proporciona independencia económica, ya que vive de su trabajo.  El invento despierta interés y también envidias ya que será acusada de brujería.  Y de brujas va esta historia, pero qué historia de brujas.  Escribir como lo hace Jeanette Winterson sólo es posible si se redacta, si se trabaja todos los días.  Ella comenzó desde pequeña a emborronar papeles, a escribir, tachar, romper para volver a ensayar el aleteo de las palabras.  Y al final, lo consigue.  Su maestría como narradora la muestra en párrafos de un par de frases donde consigue transmitir, por ejemplo, la emoción, el escalofrío del miedo.  No le hace falta extenderse más para dotar de goticismo a una historia que, como he dicho, va más allá del género literario de la novela gótica.



Escrita y publicada en el año 2011, esta obra cuyo título recuerda, de forma irónica, un posible e infame libro de autoayuda, es una autobiografía de la autora, pero una autobiografía al estilo Winterson: te toma del brazo y te lleva por una alameda imaginaria contándote su infancia, su adolescencia, su juventud...  Salta del ayer al hoy, vuelve atrás, con esa agilidad que caracteriza su forma de narrar, y además con sentido del humor, cosa que muestra su dimensión como ser humano porque sus inicios en la Vida no fueron particularmente fáciles.  El título del libro es una pregunta que le hizo su madre adoptiva, precisamente cuando su hija le confesó su amor por otra mujer.
¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? (Why Be Happy When You Could Be Normal?) se tradujo un año después de su publicación inglesa por Álvaro Abella Villar, en la editorial Lumen.  En febrero de este año 2020, Lumen la reedita pero esta vez en una colección muy atractiva, Lumen60: tapa dura, muy buen tamaño de letra...  Probablemente, si no conoces a Jeanette Winterson, es un buen punto de fuga para leer después sus otras obras de narrativa y poesía, porque en ésta cuenta algunos aspectos relacionados con el andamiaje y la tornillería del cuerpo, de las estructuras de sus novelas o relatos anteriores.



Y llegamos a lo último que ha escrito nuestra autora protagonista hoy de la entrada del blog: Frankissstein.  Una historia de amor (Frankissstein. A Love Story).  Publicada simultáneamente en Inglaterra y otros países europeos, España entre ellos, en el año 2019, Lumen la edita en febrero del año pasado con traducción de Laura Martín de Dios.
Deslizándose por una narración que une atemporalidad y presente activo, Winterson escribe una historia sobre el futuro de la especie humana donde juegan la inteligencia artificial, la vida erótica como motor de vida que se podrá proyectar libremente en la relación incondicional que se va a poder mantener con robots, muñecas sexuales fabricadas por un iluminado que pretende hacerse de oro con el invento, y una instalación de criogenia donde aguardan docenas de cadáveres de hombres y mujeres a que se les devuelva la vida.  El protagonista es un joven médico transgénero que encabeza la acción al entrar en relación íntima con un profesor que lidera el debate sobre la inteligencia artificial.  Winterson se plantea qué ocurrirá con las mujeres, que no están participando en el diseño y programación del futuro.  Utiliza un evento que lo hace aparecer de forma atemporal aunque inscrito en unas circunstancias concretas: la reunión en 1816 en Villa Diodati, en Suiza, de Lord Byron acompañado de su médico de cabecera y escritor John Polidori, el poeta Percy Bysshe Shelley, su futura esposa Mary Wollstonecraft Godwin y Claire Clairmont, casi hermana de Mary y amante de Lord Byron.  La situación es conocida: la violenta erupción explosiva del volcán Tambora, en Indonesia, produjo un profundo cambio climático en todo el mundo traducido en un perseverante mal tiempo, un frío húmedo y lluvioso que obligó a los cinco miembros de la reunión a vivir confinados en casa durante varios días.  Para pasar el tiempo, además de leer, recitar poesías, jugar a las cartas y a las adivinanzas, a Lord Byron se le ocurrió la idea de proponer una especie de desafío: quién, de todos los allí reunidos, era capaz de escribir, de idear, una historia siniestra, la historia más aterradora que se conociese hasta el momento.  Él mismo esbozó un apunte de un posible relato que dejó sin terminar.  Sería Polidori quien, basándose en un fragmento de la vida de Byron, escribiera El vampiro y Mary diera a luz una obra fundamental en la historia de la literatura fantástica, Frankenstein.  
Aquella reunión y la relación entre los protagonistas se ha llevado a la literatura, al cine...pero la ternura con la que trata Winterson a la creadora del Nuevo Prometeo no la he visto ni leído antes, nunca.  La metáfora de la mujer creadora, la autora que piensa en su criatura y en su comportamiento, en su forma de actuar, de interactuar en un mundo en el que va a ser rechazado por su fealdad, por sus diferencias...las reflexiones de la autora de Frankenstein sobre la Vida, la Muerte, el Destino de ese Ser inventado...  Merece la pena, y mucho.  La visión lírica que proyecta Winterson de aquella excursión a Suiza brilla especialmente en una obra donde se mezclan lo absurdo, lo sexual, lo imaginativo y hasta un sesgo de sentido del humor.
Ahora, en estos días de confinamiento, la búsqueda de los libros que me faltan de Winterson está en pausa porque, además, prefiero ir a librerías físicas de mi ciudad y comprarle los libros a las personas que las regentan, antes que buscarlos on line, por mucha rapidez que me ofrezcan a la hora de entregármelos.  Creo que hay que apoyar a los libreros, masculinos y femeninos, máxime en estos días tan raros que nos rodean.



Jeanette Winterson
   

Lee sus historias, sus relatos, sus poemas.  Es Vida hecha Literatura.  Sí, con mayúsculas.





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