jueves, 27 de febrero de 2020

Cíclope 3.0 - 25-02-20







Cíclope 3.0 del martes 25 de febrero de 2020.  En la edición de hoy, la mitad del programa está dedicado a música de Cine.  Comenzamos pero al revés, por el final, con algunas canciones que suenan mientras están desfilando los títulos de créditos, canciones que, a veces, no están incluidas en el disco que recoge la banda sonora original de la cinta porque no está compuesta por la misma persona que se ha encargado de firmar el score original.  Ese es, precisamente, el primer caso que nos ocupa.



Crash (Colisión), dirigida por Paul Haggis en 2004, tiene un score original del trompetista norteamericano Mark Isham, reputado músico que comenzó en el mundo del Jazz mediada la década de los años 70 y que ha ido,  progresivamente, derivando hacia la música de Cine, componiendo bandas sonoras para documentales, series de televisión y películas de todos los géneros. 







Mark Isham


Cuando al final de la cinta comienzan a desfilar los títulos de crédito suena una canción que no es de Isham y que no va incluída en el disco original del Original Soundtrack.  El tema en cuestión, Maybe Tomorrow, es del cuarteto galés Stereophonics, activos desde 1990, originales de Cwmaman, en el sur de Gales, y pertenece a su disco del año 2003 titulado You Gotta Go There To Come Back.



Stereophonics















































Para salir de dudas, para sacar la información necesaria, tan solo hay que esperar al final del desfile de los ínclitos créditos, pero a veces pasan muy rápidos, o van a doble columna y no te da tiempo a descubrir el dato buscado sobre todo porque el público en una sala de proyección se levanta, te tienes que poner de pie para ver entre las cabezas, se te escapa...buscas en la Red en alguna base de datos pero no se recogen algunos matices...entonces, lo mejor es ver la película de nuevo en casa y darle a la pausa cuando se haga necesario.  Después te queda encontrar, si es posible, eso que tanto te ha gustado, a veces, hasta la obsesión.  Eso me ocurrió con la siguiente pieza musical que suena en los créditos finales de la película Speed del año 1994.


La película, dirigida por Jan de Bont, tiene un score original de Mark Mancina.  Pero la acción, trepidante, está trufada de canciones firmadas por The Plimsouls, Kiss, Pat Benatar, Rod Stweart, Rick Ocasek...  Ninguna está compuesta para la cinta, son canciones tomadas de la discografia de los diferentes intérpretes, excepto una, escrita específicamente para la ocasión: Speed.  La visión de la película te deja exhausto.  Vale que se han hecho segundas partes tal vez con más aceleración, que se han estrenado cintas más agitadas, pero cuando se vio por primera vez, el resultado final te dejaba vapuleado en el asiento.  Lo que te devolvía la energía era la música que sonaba durante los minutos finales, el tan traído y llevado desfile de créditos, una canción endiabladamente espídica que firman a medias Billy Idol y Steve Stevens.


Rubio como la cerveza y vestido de cuero negro como el café amargo, Billy Idol venía de capitanear la banda británica de Punk Generation X, que entre 1978 y 1981 dejaron una corta pero seminal discografía.  Tras la separación del grupo, Idol continuó en solitario, buscando siempre el referente de la guitarra de Steve Stevens.




Steve Stevens


Stevens, guitarrista originario de Brooklyn que casi nació con una guitarra entre las manos, ha estado formando parte de proyectos y capitaneando combos siempre con un perfil de Rock Duro.  La fusión entre ambos músicos, el Punk de Idol y el Rock Duro de Stevens, dieron buenos resultados.



Billy Idol
Ese enlace creativo dio lugar a temas donde Idol retorcía su voz entre los arabescos y riffs guitarreros de Stevens.  Hubo una serie de antecedentes antes de que en 1994 apareciera el Single Speed, compuesto por ambos y tema fundamental en la película del mismo nombre, aunque sonara al final.  Cuando lo escuché por primera vez, cuando la parte central ocupada por la elocuencia fuerte y dura de la guitarra de Stevens sonó en aquella sala de Cine, me quedé pegado a la butaca.  Desde entonces la búsqueda del disco con la banda sonora de la película en cuestión fue una meta que tardé en cubrir pero que conseguí, perseverando.  Primera frustración: el disco, el CD con la Original Soundtrack no incluía el tema en cuestión de Idol y es porque existía (existe) un CD con el título Speed donde aparece claramente especificado: Songs From and Inspired By The Motion Picture.  Ahí están todas las canciones que van trufando la acción del autobús endemoniado.





Fuera de nuestras fronteras, el tema Speed había aparecido en formato de Single y CD Maxi, con tres versionesdel tema original: versión Single, versión Extendida y versión Instrumental.







El CD de las canciones creadas e inspiradas por la película sí vio la luz en nuestra piel de toro, aunque costó trabajo dar con un ejemplar.  A mi me llevó un año completo, pero di con él.
Un tema más que suena durante los créditos finales de una película.  En esta ocasión La ciudad de los niños perdidos.





Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, realizadores y guionistas franceses responsables de películas como Delicatessen, Amelie, Largo domingo de noviazgo o Micmacs, realizaron en 1995 la onírica película que anuncia la cartelera de la izquierda.









La banda sonora corrió a cargo de un compositor avezado en esto de levantar arquitecturas musicales para la pantalla, grande o chica, Angelo Badalamenti.




Angelo Badalamenti
Su reputación como músico y sobre todo, como compositor de bandas sonoras, le vino por ser responsable de aquella que oscilaba entre la ensoñación y lo oscuro como fue la del film Blue Velvet, dirigida por David Lynch.  Se volvieron cercanos, Lynch y Badalamenti, y no sería la única vez que trabajaran juntos.
La forma de componer de Badalamenti es reconocible no porque se repita, que un poco sí que lo hace, de acuerdo, pero básicamente es por la atmósfera onírica, evanescente con la que envuelve al oyente.  En La ciudad de los niños perdidos incluye uno de sus, probablemente, mejores momentos como compositor: el fragmento con el que se abre el score original, titulado Générique y subdividido en tres partes, Marcello, Who Will Take My Dreams Away? y Theme De La Cité Des Enfants Perdus.  La segunda parte, Who Will Take My Dreams Away?, está cantada por, nada más y nada menos, que Marianne Faithfull, y es precisamente lo que suena al final de la película, para ilustrar los ínclitos créditos.  También fue uno de esos momentos en los que me quedé de corcho blanco, aplastado en la butaca del Cine mientras sonaba la música.  Pensé que la canción interpretada por Faithfull habría que buscarla entre sus últimas grabaciones pero cuál fue mi sorpresa cuando tuve entre las manos el CD original de la banda sonora de Badalamenti y vi que comienza precisamente como termina la cinta, con ese fragmento de 7 minutos y pico que incluye la parte cantada.  Qué gozo, por Dios.  El Cíclope recupera la voz rota de Marianne Faithfull cantando ese momento.  Por cierto, que era lógica la intervención de ella por la estrecha colaboración que realizaron ella y Badalamenti en aquel álbum titulado A Secret Life, compuesto a medias entre ambos, con orquestación y arreglos del maestro.




Marianne Faithfull




















1995





























Dejamos el tema de la música que suena mientras desfilan los títulos de créditos de una película pero no abandonamos el Cine.



En el año 1999, Rupert Wainwright dirigía la película Stigmata, una cinta de terror, intriga y sustos que no cuajó ni entre el público cinéfilo ni el público amante de las cintas de miedo y, aún menos, entre la crítica cinematográfica que la puso a parir.  En el orden musical, el área que nos interesa, tiene una curiosa y extensa banda sonora formada por tres bloques: uno, con canciones ya existentes firmadas y cantadas por sus intérpretes originales entre los que se encuentran Chumbawamba, Björk, Massive Attack, David Bowie y Natalie Imbruglia; un segundo bloque con composiciones firmadas a medias por Billy Corgan y Mike Garson y el score original compuesto por Elia Cmiral.




Elia Cmiral

Elia Cmiral es un compositor checoslovaco emigrado a Suecia a principios de la década de los años 80 y desde 1989 residente en los Estados Unidos.
Lo suyo es componer música para el Cine y en su haber se cuentan scores como el compuesto para la película Ronin de 1998, dirigida por John Frankenheimer y protagonizada por Robert De Niro y Jean Reno entre otros.









Billy Corgan junto a James Iha fundarían en 1988 en Chicago la banda The Smashing Pumpkins, una alternativa en el Rock que se dio en llamar Rock Moderno (Modern Rock), mezcla de muchos estilos fuertes y contundentes y con una especial predilección por los amplificadores a toda pastilla.  Los comienzos de Smashing Pumpkins tuvieron buenos momentos sobre todo porque la guitarra de Iha recogía una cierta tradición guitarrera y...bueno, no sonaban mal como muestra el tema que el Cíclope recupera del primer disco de la banda, Gish.








The Smashing Pumpkins




Billy Corgan
 con pelo largo




Billy Corgan
 con su imagen habitual desde hace tiempo


Desenfrenado, de voz a veces incómoda, insolente, arrogante, Billy Corgan ha dado un giro de 360 grados a toda la música relacionada con él.  ¿Toda?  No.  Una parte, la que se corresponde con las atmósferas y paisajes sonoros basados en imágenes de Cine porque, por lo demás, sigue haciendo lo que ha hecho siempre con Smashing solo que en plan guitarra acústica al cuello y letras de canciones folkys como firma en su álbum en solitario del año 2005 TheFutureEmbrace.  Pero hay más.  The Smashing Pumpkins, que se habían disuelto como entidad musical en el año 2000, volvieron a reunirse en 2006, pero Corgan ya estaba barruntando algo.  Fue en el año 2017 cuando nos encontramos con que el muchacho aliviado de pelos ya no firma con el sencillo nombre y apellido de Billy Corgan sino con su nombre y apellido completo: William Patrick Corgan.  Y no lo pone fácil: utiliza el acrónimo WPC para firmar sus discos.  Para que te rompas la cabeza pensando quién será ese que canta como el vocalista de los Smashing Pumpkins pero en un tono menos agudo.  Así que, como tal William Patrick Corgan, publica Ogilala, en 2017.  Lo interesante es que en los créditos aparece él mismo desdoblado en dos: Billy Corgan y William Patrick Corgan.  Ambos tocando instrumentos, componiendo.
Año 2020, nuevo trabajo de WPC: Cotillions, que es precisamente el que reseña el Cíclope extrayendo un fragmento.





Billy Corgan lo hemos traído al programa de hoy por su intervención en la banda sonora de la película Stigmata.  Su labor  está conjuntada a medias con la de Mike Garson, un hombre del que ya hemos hablado en otras ocasiones por ser el responsable del piano en la mítica Aladdin Sane de David Bowie.





1973






























Mike Garson

¿Qué habría pasado si Mike Garson no hubiera tocado el piano en el tema Alladin Sane?  Pues que no habría sonado igual.  Porque las escalas, las fugas, los arabescos  con los que Garson decora la composición son suyos, vienen y son producto de su forma de tocar y conocer el piano.
Mike Garson es un veterano músico de Jazz cuyo instrumento por antonomasia es el piano.  Ha trabajado con David Bowie, Nine Inch Nails, Smashing Punpkins y, cómo no, con Billy Corgan.
En el año 2011 lanzaba The Bowie Variations for Piano donde interpreta con su instrumento un amplio repertorio del Duque Blanco: desde Space Oddity a Heroes, Ashes to Ashes, Let's Dance...
Para cerrar esta edición de hoy de Cíclope 3.0 recuperamos Aladdin Sane de Bowie, y de las variaciones para piano la versión que hace Garson de Life on Mars.







El punto y final lo pone este excepcional pianista con un tema de su álbum Jazz Hat del año 2008, con Brian Bromberg en el contrabajo y Eric Marienthal al saxo.





Espero que te guste el programa.


Enlace: 

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-25-02-20







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