sábado, 2 de marzo de 2019

Andrés Carranque de Ríos





Andrés Carranque de Ríos
(1902-1936)

La vida de Andrés Carranque de Ríos es un poliedro de oficios, un caleidoscopio de profesiones de las que ejerció como periodista, escritor y actor de cine.
Nació en Madrid en 1902 donde falleció tan solo con 34 años.  Hijo de una familia numerosa (14 hijos) apenas cursó los estudios primarios, por problemas económicos, se pone a trabajar y con seis años vende periódicos por la calle, para posteriormente posar como modelo en la Facultad de Bellas Artes.  Con 13 años ejerce de aprendiz de carpintero.  Un par de años después trabaja como vendedor ambulante pasando a convertirse en representante de boxeo, y sin solución de continuidad se convierte en albañil y ladrillero.
Con 16 años se fuga a Bilbao, y de ahí se embarca como polizón en un barco con dirección a Santander donde continúa hacia Amberes para conectar con un transporte que le lleve a París.  Le descubren y para poder continuar paga el pasaje haciendo de fogonero de buque.  Se baja del barco y, ya puestos, continua con labores relacionadas en el puerto de Amberes ejerciendo de estibador portuario.  Consigue llegar a París donde pasea errabundo.  Lo detienen por vagabundo y es devuelto a España.  Semejante espíritu sólo podía abrazar la más rabiosa anarquía y le vuelven a encarcelar por ser uno de los fundadores de la fundación anarquista Spartacus.
Sale de prisión para seguir libre durante poco tiempo ya que el 8 de marzo de 1921, el entonces Presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Dato, moría víctima de un atentado llevado a cabo por tres anarquistas.  Esa misma tarde, Andrés repartía una octavilla por las calles de Madrid animando a los obreros a emprender esa vía armada.  Es detenido y devuelto al calabozo.
Recuperada la libertad viaja a Málaga, donde le detienen de nuevo.  Le trasladan a Madrid, a la cárcel Modelo, para permanecer ahora durante unos cuantos meses, tiempo que invierte en leer con auténtica desesperación (un libro diario) y en escribir.  Su primer libro fue una obra de poesía, Nómada, escrita con 19 años y editada en 1923.  También ven la luz ese mismo año una serie de cuentos y relatos aparecidos en la prensa de la época.
Cuando pisa la calle en libertad, desde Madrid se traslada de nuevo a París.  Como viaja de polizón otra vez lo detienen y una vez más a la cárcel.  Al salir ésta última ocasión de prisión, unos amigos anarquistas le encuentran trabajo como barnizador, en París, pero él mismo se busca la baja por accidente laboral y aprovecha el tiempo leyendo en Bibliotecas Públicas y visitando museos en los horarios de entrada libre.
Regresa a España, es 1923, y bajo el brazo trae su libro de poemas Nómada, que nadie admite publicar, excepto un huevero anarquista que acepta financiarle la publicación del libro, edición de la que se vendieron poquísimos ejemplares.
Tras cumplir el servicio militar entra en el mundillo literario precedido de sus cuentos y relatos.  Paralelamente se inicia su experiencia cinematográfica como actor.  Su primera aparición es en la película muda Al Hollywood madrileño de 1927, dirigida por Nemesio M. Sobrevila, con guión del director basado en una obra de Pío Baroja.  No hay afiche publicitario de ésta película pero sí de la siguiente, Es mi hombre, también de 1927, muda, dirigida por Carlos Fernández Cuenca, con guión del director y Enrique Jardiel Poncela según una obra de Carlos Arniches.



En 1929 actúa en la cinta El héroe de Cascorro dirigida y escrita por Emilio Bautista.



Fotograma de El héroe de Cascorro

En 1930 participa en la película Zalacaín el aventurero del director Francisco Camacho, con guión de Pío Baroja que adaptaría su novela y, además, participaría como intérprete de un personaje en la cinta.  Gran honor para Andrés Carranque ya que admiraba a Baroja, de quien tenía una profunda influencia.




Tras el rodaje de ésta película viajará de nuevo a París con la pretensión de intervenir como actor de doblaje en el recién inaugurado cine sonoro.  Pero las opciones de contratos no llegan.  Se vuelve a España y en 1931 ve la luz su primera novela, Uno, con un prólogo elogioso escrito por su admirado Pío Baroja.
La última intervención de Carranque de Ríos en el cine. como actor, fue en la comedia musical Doña Francisquita, realizada en España en 1934 por el director alemán Hans Behrendt, que falleció en el campo de concentración nazi de Auschwitz.

  

En 1935 escribe y edita la que está dada como su mejor novela: La vida difícil.  La narración, teñida de ideología anarquista, presenta un estilo y forma barojiana, dramática y desencantada, como el protagonista, que recoge datos y hechos biográficos del autor.  Vida cotidiana, nihilismo y crítica social se entrecruzan en sus líneas donde un buscavidas que deslía su vida en París, se cruza con la historia de un matrimonio donde la mujer, devota lectora de novelas de amor, quiere matar a su marido siguiendo los esquemas de las historias que lee.  El suceso aparece en las páginas de un periódico que lee el buscavidas parisino, y la historia comienza a desarrollarse.  Pero la intelectualidad y la sociedad lectora a la que va dirigida la novela, en 1935, tenían puestas sus miras e inquietudes en otros horizontes.  Continuó escribiendo en la más pura tradición realista de las letras españolas, pero no tuvo mucho tiempo para más.  Murió prematuramente de cáncer de estómago en 1936, con 34 años.  Sería recordado por Camilo José Cela en el segundo volumen de su obra autobiográfica, Memoria, entendimientos y voluntades - 1993, donde afirma haber mantenido relación amistosa con Andrés Carranque de Ríos en el Madrid de los años 30.
La obra completa de Carranque de Ríos fue editada en 1998 por Ediciones del Imán.  Su obra, en nuestro país, ha visto ediciones desde los años 60, ediciones susceptibles de ser conseguidas en el mercado de segunda mano excepto la publicación realizada por la editorial Cátedra en su colección Letras Hispánicas en el año 2005, edición a cargo de Blanca Bravo.  Esta es más fácil de conseguir.  Cátedra hace unas ediciones francamente buenas porque cita publicaciones del autor/ra en otras editoriales, reseñando año de edición y datos relacionados.  En ésta ocasión, la sinopsis de la biografía del autor así como los comentarios críticos de su obra no tienen desperdicio.



Andrés Carranque de Ríos, con su bigote a lo Errol Flynn, merece la pena ser rescatado de la memoria.










4 comentarios:

MJ Carmona dijo...

No lo conocía. COmo siempre, gracias por tus "descubrimientos" literarios.

Enrique López Sánchez dijo...

Un placer servir de vía para esos descubrimientos. Un beso, María José.

Ricardo Monasterio dijo...

Se le puede ver actuando en "El Heroe del Cascorro" minuto 27:17

https://www.youtube.com/watch?v=VDQsz7JjkpE

Enrique López Sánchez dijo...

Gracias por el dato. Un saludo.