martes, 8 de octubre de 2024

Cíclope 3.0 - 08-10-24

 


Cloudburst - Robert y Shana ParkeHarrison

Cíclope 3.0 del martes 8 de octubre de 2024.  Comenzamos esta edición lanzando un boomerang desde el siglo XXI que va a recorrer en su vuelo de movimiento giratorio, caminos musicales de otra época.  Lo primero que suena es una canción articulada sobre un extraordinario contrabajo titulada Wish It Was, Ojalá fuera así.  La firma la banda Magna Carta.


 

Comenzaron en 1969 con la formación (de izquierda a derecha) organizada sobre las figuras de Lyell Tranter (1946-2022) guitarra y voz, Glen Stuart voz, y Chris Simpson guitarra y voz.  La formación original reunió a Simpson y a Tranter, miembros fundadores de Magna Carta.  Después se asentarían como trío y a lo largo de su extensa vida musical cambiaron en varias ocasiones de integrantes, manteniendo el espíritu folk que caracterizó al proyecto.  Nunca han llegado a ser, estrictamente hablando, un grupo de folk puro, pero han utilizado, desde sus comienzos, elementos folk y tradicionales en sus composiciones y sonido.  


La canción con la que hemos comenzado hoy pertenece a un LP de 1973 titulado Lord of the Ages que, con el paso del tiempo, se ha llegado a catalogar como Folk Progresivo.  Del trío original sólo quedaban Glen Stuart y Chris Simpson.  El resto de la formación cambiaba y ampliaba con la intervención de varios colaboradores, entre otros el hombre que toca el contrabajo, Danny Thompson


un músico del mundo del Jazz del que hemos hablado no hace mucho, en concreto en el Cíclope del martes 10 de septiembre, en el Especial David Sylvian # 4, donde aparece en los créditos del álbum de Sylvian, Secrets of the Beehive.


Lord of the Ages de Magna Carta sería el primer disco que se publicó en España del grupo.  Los primeros años de la década de los años 70, el sello discográfico Fonogram, en España, publicó la serie 70's Pop Sound, una colección de LPs recopilatorios de la producción de bandas y solistas de principios de dicha década entre los que se encontraban Genesis, Black Sabbath, Lindisfarne, Magna Carta...  Eso fue lo que se conoció del entonces trío antes de la aparición de su LP de 1973.  La banda se había formado en Londres, en 1969 y ese mismo año hizo su debut en el Coalhole Folk Club en Cambridge.


Todo les fue concedido en esa misma fecha de creación del grupo, actuación de presentación y grabación de su primer LP bautizado de forma homónima, Magna Carta.  Se les llegó a comparar, con cierta sorna, con Simon & Garfunkel, pero cualquier parecido es meramente una especulación personal de los que quisieron ver esa más que lejana referencia.  De ese su primer trabajo, el Cíclope recupera una canción marcada por las influencias ambientales de la música de la época, esta Times of Change.


La estructura de las voces, esa manera casi angelical de cruzarlas en armonía...te llevan directamente a una influencia clara, transparente y diáfana, como la luz del día: la de The Byrds.



The Byrds fueron, son y serán, un ascendiente en muchos grupos y en solistas.  Sobre todo en grupos, por aquello de la unión de guitarras y voces.  Un solista, sólo, no puede crear un arco iris de sonido así a no ser que se reúna de varios intérpretes, así que lo lógico es hablar de bandas receptivas a ese influjo.  Byrds asentaron las bases de un rock psicodélico, caleidoscópico y rico en matices.  Su LP de 1966, 5th Dimension, recoge visiones que sobrevuelan los anillos de Saturno volando en una alfombra mágica de las Mil y Una Noches, como la de la foto que ilustraba este magnífico álbum que incluye cortes firmados por el trío Gene Clark / David Crosby / Roger McGuinn como este que recupera el Cíclope: Eight Miles High.


En 1969, de la formación original quedaba tan sólo la guitarra y el ingenio de Roger McGuinn.  El 3 de febrero de ese año el grupo publicaba Dr. Byrds & Mr. Hyde, un LP que incluye una versión muy interesante de un tema original de Bob Dylan firmado a medias con Rick Danko (1943-1999), guitarra bajo de The Band.  El tema es This Wheel's On Fire, una canción que, años después, llegarían a reinterpretar Siouxsie and The Banshees en una versión que escandalizó a la audiencia.  

Ya que estamos con versiones vamos a recuperar una del tema Eight Miles High original de los Byrds.  La realizan cuatro músicos holandeses reunidos bajo el nombre de The Thought (en la foto anterior).

Originalmente fueron un quinteto, los hermanos Cock y Jan De Jong, Rob Marienus, Rob Van Zandvoort y Wieb Zigtema.  Creo recordar que fue Jan De Jong el que abandonó al grupo y que, como cuarteto, firmaron el álbum homónimo en 1985.  No fue el primero, a pesar de la incierta costumbre de bautizar el primer trabajo con el nombre del grupo o del solista.  La versión que hicieron de la canción de los Byrds estaba pasada por la electrónica (cajas de ritmo y otros instrumentos), no había guitarras, o más bien dicho, no hubo gama de guitarras electro-acústicas (6, 12 cuerdas) y las voces estaban trabajadas aunque distaban de esa pluralidad armónica que tenía el original, pero sonaba bien, al menos como homenaje en plena década de los 80.
Dije más arriba, al comienzo de esta entrada, que lanzábamos un boomerang desde este siglo hacia atrás.  El continuo flap-flap-flap del vuelo giratorio del objeto de madera nos devuelve a nuestra época y a una metáfora de una caravana.  Vamos de vuelta a casa guiados por la voz de esta mujer que aparece en la foto siguiente: Lizz Wright.



Nacida como Elizabeth LaCharla Wright en 1980, en Hahira, Georgia, desarrolló su pasión por la música desde muy joven. Su padre era pianista y director musical de la iglesia local y animó a su hija a absorber himnos clásicos. Con el tiempo, Wright añadió blues y jazz a su paleta musical que contaba también con elementos de gospel, folk y soul.  Es una mujer con una ductilidad en la interpretación extraordinaria, con su voz de contralto.


Vamos a escuchar un par de temas de esta mujer, uno del pasado inmediato, Coming Home, incluido en su tercer disco The Orchard, de 2008.





El segundo corte que escuchamos de ella pertenece al álbum Shadow, publicado el 12 de abril de este año en curso, 2024, un tema titulado Your Love.



Wright interpreta composiciones propias y realiza versiones de clásicos como Cole Porter o recupera a compositoras e interpretes como es Sandy Denny, que además de tener una discografía propia también fue voz de la banda Faiport Convention.  Cuando Wright participaba con su voz de formaciones de coros se le presentó una oportunidad porque estuvo en el lugar apropiado en el momento justo: Joe Sample (1939-2014), entre otras cosas, fundador del grupo The Crusaders, publicaba en el año 2002 su álbum The Pecan Tree.  Ahí fue donde Lizz Wright hizo su debut en el mundo discográfico: Sample escuchó voces de coros buscando posibles colaboraciones y la de ella le llamó la atención tanto como para entresacarla del grupo coral.  El primer disco en solitario de ella aparecía un año después, en 2003.  Sample no estuvo entre la nómina de músicos colaboradores, pero ayudó presentándole a una serie de instrumentistas que se acercaron atraídos por la voz, por la forma de hacer que tenía esta muchacha.  
Otras mujeres no han tenido tanta fortuna de estar en esa encrucijada de caminos que, a su vez, se van abriendo en senderos que llevan a otros y a otros y las posibilidades se se van transformando en hechos y las ideas adoptan formas concretas.  Hay quienes han tenido que luchar contra viento y marea como es el caso de la siguiente compositora e intérprete: Rokia Traoré.


 
Rokia Traoré nace en Mali en 1974.  La profesión de su padre, diplomático, conllevaba un continuo desplazamiento geográfico por lo que la infancia de nuestra protagonista pasó viajando por varios continentes y ciudades: Argelia, Arabia Saudita, Bélgica, Francia.  Este abanico colorista le facilitó el aprendizaje de una variedad de estilos musicales amplio desde música académica, jazz, pop, hasta composición tradicional india.  Su familia fue una bendición y al mismo tiempo una maldición en referencia a su vida creativa como compositora e intérprete.  Te cuento por qué.  La familia formaba parte de la nobleza de Mali, que tiene prohibiciones de casta tradicionales que impiden a sus miembros hacer música.  Un ejemplo de estas prohibiciones fue el caso de Salif Keita, que era miembro del pueblo mandinga, para quien toda esa estructura fue una carga casi insuperable.  En el caso de Traoré las restricciones eran muy estrictas.  El grupo étnico Bamana tenía su propia tradición musical, especialmente entre las mujeres, con intérpretes llamados griots que viajaban para actuar en bodas y reuniones.  El estilo de Rokia Traoré, sin embargo, tiene poco en común con los griottes.  A diferencia de su característico sonido de quejido, su voz es suave y gentil, y sus arreglos hacen uso de instrumentos tradicionales como el balafón o baláfono, instrumento de teclado de madera, con resonadores de calabaza; el n'goni o kameln'goni, un instrumento mezcla de arpa y de laúd, considerado el antepasado del banjo; la kora, también mezcla de arpa y laúd; y no olvida la guitarra acústica y el bajo eléctrico.

Lo primero que se conoció de 
Rokia Traoré fue su álbum Mouneïssa, publicado el 1 de septiembre de 1998.  El disco tuvo otra edición anterior, en 1996, con un subtítulo, Mouneïssa (Dédié Aux Enfants...).  Son las mismas composiciones en ambos, la única variante es el orden y el subtítulo.  Es un trabajo más arraigado en las formas y en las maneras del país de donde viene.  Son composiciones de perfil étnico, con un sesgo tradicional que mantendrá en los discos que van desde 1998 hasta 2013.  Después se abrirá a otras formas de expresión.



En 2016 aparecía Né So, un disco en el que incluye una interesante versión de un clásico: Strange Fruit.




Estamos en la recta final del programa de hoy y nos vamos a ocupar de una tercera figura femenina.  Ha sonado Lizz Wright, de 
Hahira, Georgia, después Rokia Traoré, de Mali, y ahora para cerrar esta edición de Cíclope 3.0, una mujer original de Portland, Oregon, llamada Esperanza Spalding.



Su instrumento como intérprete es el contrabajo, pero su alma es la de una abeja obrera de la música.  Está entroncada con el mundo del Jazz pero posee un conocimiento tan amplio que es capaz de polinizar diferentes formas, maneras y estilos.  
Nace en 1984, como se ha indicado unas líneas más arriba, en Portland, Oregón.  Spalding sufrió neumonía crónica y artritis reumatoide juvenil, efectos secundarios de un trastorno de deficiencia autoinmune.  Pasó gran parte de su infancia recibiendo educación en casa.  Fue durante esos años, a partir de los cinco años de edad, cuando comenzó a tocar el violín después de ver a Yo-Yo Ma actuar en un programa de televisión.  Destacó en el instrumento y se unió a la Sociedad de Música de Cámara de Oregón.  Con 15 años fue nombrada violinista concertino del conjunto.  También fue a los 15 cuando regresó a la escuela pública, donde se unió a la banda de la escuela y comenzó a tocar el contrabajo acústico. Inmediatamente se hizo con el instrumento y a los 16 años volvió a dejar la escuela para centrarse en la música a tiempo completo.  Completó un GED (Prueba de desarrollo educativo general), se inscribió en clases en la Universidad Estatal de Portland, y obtuvo su licenciatura en solo tres años.  También comenzó a tocar a nivel local y a estudiar en privado con destacados artistas de Jazz.  Dejó Portland para trasladarse a la Escuela de Música Berklee en Boston, donde se graduó en 2005 y posteriormente fue contratada como instructora, convirtiéndose en el miembro más joven del cuerpo docente de la escuela con 20 años.  Aparte de la docencia, Spalding comenzó a sembrar y a recoger los resultados de una floreciente carrera como intérprete, liderando su propio trío y trabajando con una gran cantidad de artistas, entre ellos Joe Lovano, Patti Austin, Michel Camilo, Charlie Haden, Pat Metheny...  Un inciso: me pregunto si esta mujer descansa alguna vez porque, es extraordinaria la actividad que tiene, no sólo porque se mueva en tantos campos, sino por la extraordinaria creatividad, versatilidad que tiene.  Cierro el inciso.

La primera vez que Esperanza Spalding aparece en un disco firmado con su nombre y apellido es en el año 2006, en concreto el 18 de abril, cuando se publica su álbum Junjo.  Formato de trío (piano, batería y contrabajo) con ella además cantando, y tocando el contrabajo, claro.


Spalding tiene una agenda de amigos dorada.  El músico brasileño Milton Nascimento, titán de la música más poliédrica surgida en el cono sur de América, es alguien que ya intervino en alguna grabación de nuestra protagonista.  


Este año 2024, el 9 de agosto, veía la luz Milton + Esperanza, el último trabajo por el momento de esta mujer.  Es un disco ingenioso, lleno de composiciones llamativas, de colaboraciones (Paul Simon en una canción dedicada a él), de versiones como es ese Outubro, un corte original de Nascimento que él incluía en su segundo LP, Courage, de 1969.  Pero si de versiones llamativas se trata, la que realizan ambos del tema A Day in The Life de los Beatles se lleva la palma.  Esperanza Spalding, además de tocar el contrabajo y poner la voz, se encarga de la producción de un trabajo que aparece en la discografía tanto de Milton Nascimento como en la de ella.

Espero que te guste el programa.

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