miércoles, 16 de junio de 2021

Cíclope 3.0 - 15-06-21

 


Suspension
- Robert y Shana Parkeharrison


Cíclope 3.0 del martes 15 de junio, edición un tanto tranquila, calmada...o por lo menos es la intención con la que comenzamos.


Lo primero que suena en el programa de hoy es uno de los EPs que Ben Watt (foto de la izquierda) grababa antes de que apareciese el primer álbum del dúo en el que desarrolló su actividad creativa, Everything But The Girl, donde compartió titularidad con Tracey Thorn.  El tándem se daba a conocer en 1982 con un EP, Night and Day, Watt, un año antes, publicaba Can't en formato Extended Play también.  Paralelamente al proyecto junto con Thorn, en 1982 la columna masculina del dúo editaba otro EP, Summer Into Winter


grabado a medias con Robert Wyatt que se encargó del piano y de los coros además de algún instrumento de percusión, mientras que Watt, además de componer, canta y toca la guitarra eléctrica en temas como el que escoge el Cíclope, Slipping Slowly.

Ben Watt ha sido siempre un hombre solitario que entabla diálogos fácilmente con otra persona cuando crea música.  Sin embargo hay excepciones, por ejemplo el año pasado, 2020, cuando publica Storm Damage, un disco marcado por la intimidad, por el dolor de la perdida de un ser querido y que contiene composiciones realizadas por él y la compañía de un trío formado por piano, bajo y batería.  Este año 2021 Watt edita Storm Shelter, más desnudo instrumentalmente que el anterior porque tan sólo está él y su piano con canciones como Winter's Eve.



Storm Shelter
- 2021

Este comienzo tranquilo nos favorece que continuemos por senderos con ondulaciones calmadas como las que nos trae un hombre cuya labor en la música ha contribuido a que Portugal mantenga esa brillantez especial que posee en sus formas artísticas.  Me refiero a Rodrigo Leão.


Nacido en Lisboa en 1964, Rodrigo Leão es uno de los compositores e intérpretes portugueses que más ha contribuido a la riqueza y diversidad de la música en el país vecino.  Leão inició su andadura en la música como teclista, tocando en la banda Sétima Legião, un grupo que dio una nueva visión de la música Pop/Rock portuguesa a principios de los años 80.  Unos años después pasaría a formar parte de uno de los proyectos musicales más significativos nacido en territorio portugués, Madredeus, donde tocaría también los teclados.
A principios de los años 90 es cuando comienza a desarrollar una obra personal bebiendo de diferentes fuentes: comienza un periplo que parte de algún lugar situado entre los sondeos de ecos electrónicos y experimentales y la música clásica.  
Con el piano como instrumento de base, Rodrigo Leão ha ido elaborando una discografía y una puesta en escena que difícilmente puede dejar indiferente a los espíritus que busquen una expresión musical sin fronteras, sin matrícula que la defina, sólo música.

El 21 de febrero del año pasado, 2020, se editaba O Método, lo último que ha grabado el músico portugués.  Escogió Sevilla para presentar el disco que vería la luz inmediatamente después de esa actuación, al filo de la declaración de Estado de Alarma y el consiguiente Confinamiento.  Ya había pasado por la capital hispalense en el año 2011 y volvía para reencontrarse con una ciudad que le es cercana y grata.  Para presentar ese nuevo trabajo, actuó el 12 de febrero de 2020 en el Teatro Lope de Vega.  
En este nuevo trabajo, Leão refleja sus particulares habilidades compositivas retratando esos caminos musicales singulares que se inspiran en los sonidos electrónicos y en las diferentes expresiones de la música en el mundo.  En el disco intervienen músicos como Federico Albanese, compositor, teclista de origen italiano, cuya versatilidad le hace recorrer estilos que van desde la música clásica a la electrónica y a la psicodelia.  Junto a Jessica Einaudi, hija del reconocido compositor e intérprete Ludovico Einaudi, conforman el dúo La Blanche Alchimie.  De su álbum Galactic Boredom el Cíclope extrae el tema que le da título al disco.


Jessica Einaudi





















Federico Albanese




















Volviendo al disco O Método de Rodrigo Leão nos quedamos con otra de las colaboraciones que incluye la obra, la del cantante Casper Clausen (en la foto de la izquierda), vocalista de la banda danesa Efterklang.  
Con Clausen en la parte vocal y Albanese  contribuyendo en los teclados junto a Leão resuelven una de esas composiciones francamente hermosas contenidas en este álbum del músico portugués: The Boy Inside.
El último corte que escuchamos del disco de Leão, O Cigarro, está compuesto a medias entre él y la violinista y teclista Viviena Tupikova (en la foto inferior, a la derecha) que además canta.



De la voz de una mujer a otra, en este caso la de Lisa Gerrard



Lleva más de cuatro décadas en el mundo de la música esta vocalista, compositora y multinstrumentista.  Es una de las dos columnas vertebrales sobre las que se apoya el proyecto Dead Can Dance y además ha trabajado, y continúa haciéndolo, con una asombrosa variedad  de colaboradores, desde los compositores cinematográficos como Ennio Morricone, Hans Zimmer o Zbigniew Preisner hasta músicos como Klaus Schulze o productores como Patrick Cassidy.
De las últimas obras que ha realizado está una que es producto de la colaboración con Jules Maxwell

compositor de música para piezas de teatro y danza, influido por los esquemas minimalistas de la música de Gavin BryarsMaxwell entró a formar parte como miembro estable de Dead Can Dance a partir del año 2015, después de haber intervenido como músico de sesión en las actuaciones en vivo del grupo y a raíz de la reforma que realizaron Brendan Perry y Lisa Gerrard.  Desde ese año, Maxwell siguió tocando los teclados en el grupo, ya como miembro oficial.  Su relación con Gerrard  data precisamente de ese año, 2015, cuando se conocieron como compositores de piezas para el coro de mujeres Le Mystère des Voix Bulgares.  Parte de lo que no grabó el Coro se quedó entre los dos como algo susceptible de ser trabajado para darle otra meta.  Maxwell contactó con un viejo conocido, el productor afincado en Francia James Chapman.  Le enviaron parte del material que habían ido grabando y cuando deciden reunirse se declara la Pandemia de la COVID-19, por lo que tuvieron que trabajar por separado: Lisa Gerrard en Australia, Jules Maxwell en Inglaterra y James Chapman en Francia.  Trabajo concienzudo que fue adoptando forma y que acabó como el disco titulado Burn, publicado el pasado mes de mayo, el día 7 para ser más concreto.




El disco está formado por siete composiciones que, como es habitual en cualquier obra donde esté presente el ingenio de Lisa Gerrard, resultan emocionalmente resonantes donde se entretejen lo dramático, las texturas exuberantes y una dinámica que descubre un todo musical suntuoso.  Hay momentos en los que parece que estás escuchando a Dead Can Dance y es lógico: la voz icónica y a veces sin palabras de Gerrard se eleva con benevolencia sobre un misterioso y vaporoso acompañamiento instrumental.  Es algo característico en ella y allí donde interviene aparece esa, podríamos decir, marca de la casa.  El resultado final de esa triple colaboración (Gerrard, Maxwell, Chapman) es tan  envolvente, espiritual, sensual y emocional como cautivador.



Lisa Gerrard
y Jules Maxwell



Por cierto, ya que estamos con una parte de Dead Can Dance, aunque lo digo en el discurso del programa lo dejo también por escrito: el próximo mes de julio cerramos el Especial Magazine; en agosto descansa Cíclope 3.0 y vuelve con la nueva temporada en septiembre estrenando Especial Discografía que va a estar dedicado precisamente a ellos, a Dead Can DancePeinaremos su discografía y la de Brendan Perry y Lisa Gerrard en solitario.  El primer martes de cada mes, empezando por el del mes de septiembre que será día 7.
Como adelanto, vamos a recuperar uno de los álbumes de DCD, el titulado Aion, de 1990, y un tema interpretado por la voz masculina de la banda: Black Sun.



En la recta final de la edición de hoy nos quedamos con una banda de origen alemán que suenan con unas formas cercanas a la escuela estética de Dead Can Dance, ellos son Love Is Colder Than Death.



 
La banda se formó en 1990 siguiendo el sendero de la Dark Wave y tomando el nombre, El amor es más frío que la muerte, de la película de título homónimo del año 1969 dirigida por Rainer Werner Fassbinder (afiche de la cinta a la izquierda).
Tuvieron cambios constantes desde sus inicios, sobre todo en el frente vocal femenino (hasta tres mujeres llegaron a pasar por esa función).  Las que más tiempo permanecieron en el grupo fueron Susan Heinrich (en la foto superior) y Anja Hermann, la chica rubia de la foto inferior.


 La banda se separó en el año 2011.  En 2012, Maik Hartung, el que aparece en la foto sin un pelo en la cabeza, reorganizó el grupo con una nueva alineación pero duró poco.  La vocalista y el hombre de la derecha con melena larga, Ulrich Stornowski, dijeron adiós en 2013 y al final Love Is Colder Than Death se quedó como un dúo: 
Hartung y Ralf Jehnert, primero por la izquierda.
La formación de cuarteto de la foto es la que firmó el álbum de 2013 titulado Tempest

un disco que suena cercano a la estética Dead Can Dance, en la línea oscura de otras bandas también cercanas en estilo como por ejemplo el proyecto sueco llamado Arcana.
El grupo alemán alterna la parte vocal entre la voz masculina y la femenina, como hacen DCD con un sonido épico a veces frío y otras más cálido.  Para cerrar el programa de hoy un par de temas de este último álbum, uno cantado por voz de hombre y el otro por mujer.

Espero que te guste el programa.

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