Cataratas del Niágara - Canadá - Verano del año 2001 |
Cíclope 3.0 del martes 28 de enero. La edición de hoy está dedicada íntegramente a una banda canadiense inactivos desde el año 2010: The Constantines.
The Constantines |
Canadá puede presumir de muchas bandas de Rock & Roll, pero pocas pueden igualar la intensidad y el fervor que mostraron esta banda conocida con el nombre de The Constantines. Inactivos desde el año 2010, tras una década de entrega honesta y sincera, nos queda la vaga esperanza anclada en que, después de todo, en verdad sólo sea un Hasta Luego y que el grupo vuelva a la carga. Por el momento, no es así. Nos queda una corta y sustanciosa discografia que es la que vamos a desgranar hoy a lo largo de los 60 minutos de Cíclope 3.0
La banda se reúne en 1999 en su ciudad natal, Guelph, situada al sudoeste de la provincia de Ontario, a 100 kilómetros al oeste de Toronto. Guelph, uno de los primeros pueblos planificados canadienses, no creció hasta la llegada del tren de Toronto. Y eso que la ciudad cuenta con una Universidad de carácter público con una dedicación importante en la investigación científica. El tejido cultural era amplio, con una cantera de bandas de Rock interesante entre las que se encontraban Shoulder, de estilo HardCore, y otras como Captain Copilot. De las filas de Shoulder se separan dos de sus miembros: su líder Bryan Webb, guitarra y voz, y el batería Doug McGregor. De Captain Pilot aparecen el guitarra bajo Dallas Wehrle y el vocalista guitarrista Steve Lambke, licenciado en Física. Los cuatro juntos tomaran la forma de un nuevo proyecto, The Constantines, y comenzaran a ensayar, a tocar y tocar y tocar...para tomar conciencia de que su ciudad natal se les queda pequeña, estrecha, exigua, y deciden trasladarse en el año 2000 a Toronto donde comienzan a desarrollar una labor en núcleos eminentemente independientes, en círculos universitarios y emisoras de radio locales donde entregan sus canciones en formato Demo, Demo que llega, un año después, a un sello discográfico independiente (como no podía ser de otra manera), el ya desaparecido Three Gut Records, que les publica su primer álbum bautizado con el nombre de la banda.
The Constantines - 2001 |
Han pasado ya casi 20 años de aquel The Constantines y aún guarda un sentido de urgencia y pasión en sus canciones. Fue un debut sorprendentemente poderoso que mezcla canciones apasionadas y melancólicas. El disco consolidó a la banda como proveedores de un Rock honesto y directo, mostrando como garantías de calidad el estilo del grupo: una mezcla entre el Punk más furioso e instintivo y el Rock más personal y desnudo. Sin alharacas pero de una forma contundente y segura, definían un sonido que era más que una explosión punk, dotándolo de una originalidad musical entreverada por las líneas descarnadas, a veces brutales, a veces melódicas de las guitarras, los arreglos de piano, las letras de las canciones que olían a revuelta urbana, y especialmente la voz desgarrada y afónica de Bryan Webb, garante de la arquitectura sonora del grupo. Tendrá una contrapartida muy interesante en la voz de Steve Lambke, más suave que la de su compañero tal y como muestra en algunas de las canciones que él interpreta. Se puede decir que forman el Yin y el Yan de la parte vocal del grupo.
Cuando graban ese primer álbum son cuatro miembros en el seno del proyecto, los cuatro que se habían unido en su ciudad natal. Como quinto elemento intervino Tom McKnight, encargado del órgano.
The Constantines fue nominado para un Premio Juno al Mejor Álbum Alternativo y encabezó las listas de discos más programados en los circuitos de radio universitarias en toda América del Norte. El grupo se convirtió rápidamente en un elemento fijo en los carteles de conciertos del sur de Ontario donde una legión de fervientes seguidores hacían lo imposible por asistir a sus actuaciones en vivo, sobre todo por ver a Will Kidman, teclista, quinto y definitivo elemento en la banda, que se hizo famoso por sus travesuras frenéticas en el piano que implicaban saltos deslizantes sobre la tapa y acordes ejecutados con las nalgas. Vamos, que se sentaba sobre el teclado y extraía clusters a golpe de culazos. Qué bueno, por Dios.
En el año 2003, The Constantines publican su segundo trabajo, Shine a Light, grabado entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003 en Toronto. A pesar de ser empaquetado en Canadá, es su primer álbum editado fuera del país, en el sello norteamericano Sub Pop Records. El disco, más asequible que el primero, bien elaborado, junto con las crecientes giras, consiguió que la música del grupo llegara a una audiencia más amplia que, entusiasmada por canciones como Young Lions, con ese fascinante ritmo de batería, se inclinara por escuchar y conocer su trabajo anterior. En este segundo disco contaron con la colaboración del colectivo norteamericano de instrumentos de viento Uptown Horns.
La frecuencia con la que graban y publican discos es de dos años, así que Tournament of Hearts aparecería en 2005, año de gira internacional que llevó por nombre Rolling Tundra Revue, donde comparten escenario con unos paisanos, colegas de profesión y amigos, The Weakerthans. El tandem formado por las dos bandas fue particularmente enriquecedor: por un lado la cautela inteligente de The Weakerthans, por otro, la pasión de The Constantines. Era, efectívamente, como un Torneo de corazones donde no había rivalidad. El impacto de esa asociación se puede cofirmar en el título del tercer disco de Constantines, que vería la luz unos meses después de la gira combinada y que también sería el título de una canción de Weakerthans incluída en su trabajo del año 2007 titulado Reunion Tour. Al parecer fue John K. Samson, líder de The Weakerthans, el que les sugirió a The Constantines el título de su nuevo disco.
En el año 2003 apareció un EP, Nighttime, Anytime, que existió, aunque la imposibilidad de dar con él haga dudar de lo contrario. Contenía cortes de Shine a Light, una versión temprana, bastante trivial del tema Hotline Operator, una canción buenísima incluída en el disco de 2005, y una versión muy buena de Thank You for Sending Me an Angel del álbum de 1978 More Songs About Buildings and Food de Talking Heads.
En su tercer álbum, Constantines más que aportar ideas nuevas lo que hacen es refinar las que ya estaban planteadas. Es su trabajo de consagración, el que definitivamente traza y ajusta el sonido de la banda para obtener un resultado preciso que impacta en una audiencia atrapada bajo el arco gravitatorio de estos músicos canadienses. Oscilando entre la aspereza y la suavidad, con canciones accesibles pero francamente formidables, la urgencia que caracterizó las composiciones del primer disco está aquí de nuevo, solo que mucho más pulida, más trabajada. Perfil sigiloso pero recio en Hotline Operator, con chisguetes en la voz de Bryan Webb, intensidad que se canaliza en canciones más lentas como Thieves, que con su piano eléctrico y voces susurrantes subrayan una tensión nocturna que atraviesa todo este Tournament of Hearts que contó con la colaboración, entre otros músicos, de un miembro de Uptown Horns, Jeremy Strachan, en el saxo. También el músico canadiense de Toronto, Ontario, Doug Tielli en el trombón y Charles Spearin, multinstrumentista, también canadiense, también de Toronto, encargado de soplar en la trompeta.
Cuando graban ese primer álbum son cuatro miembros en el seno del proyecto, los cuatro que se habían unido en su ciudad natal. Como quinto elemento intervino Tom McKnight, encargado del órgano.
The Constantines fue nominado para un Premio Juno al Mejor Álbum Alternativo y encabezó las listas de discos más programados en los circuitos de radio universitarias en toda América del Norte. El grupo se convirtió rápidamente en un elemento fijo en los carteles de conciertos del sur de Ontario donde una legión de fervientes seguidores hacían lo imposible por asistir a sus actuaciones en vivo, sobre todo por ver a Will Kidman, teclista, quinto y definitivo elemento en la banda, que se hizo famoso por sus travesuras frenéticas en el piano que implicaban saltos deslizantes sobre la tapa y acordes ejecutados con las nalgas. Vamos, que se sentaba sobre el teclado y extraía clusters a golpe de culazos. Qué bueno, por Dios.
Shine a Light - 2003 |
En el año 2003, The Constantines publican su segundo trabajo, Shine a Light, grabado entre los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003 en Toronto. A pesar de ser empaquetado en Canadá, es su primer álbum editado fuera del país, en el sello norteamericano Sub Pop Records. El disco, más asequible que el primero, bien elaborado, junto con las crecientes giras, consiguió que la música del grupo llegara a una audiencia más amplia que, entusiasmada por canciones como Young Lions, con ese fascinante ritmo de batería, se inclinara por escuchar y conocer su trabajo anterior. En este segundo disco contaron con la colaboración del colectivo norteamericano de instrumentos de viento Uptown Horns.
Uptown Horns |
La frecuencia con la que graban y publican discos es de dos años, así que Tournament of Hearts aparecería en 2005, año de gira internacional que llevó por nombre Rolling Tundra Revue, donde comparten escenario con unos paisanos, colegas de profesión y amigos, The Weakerthans. El tandem formado por las dos bandas fue particularmente enriquecedor: por un lado la cautela inteligente de The Weakerthans, por otro, la pasión de The Constantines. Era, efectívamente, como un Torneo de corazones donde no había rivalidad. El impacto de esa asociación se puede cofirmar en el título del tercer disco de Constantines, que vería la luz unos meses después de la gira combinada y que también sería el título de una canción de Weakerthans incluída en su trabajo del año 2007 titulado Reunion Tour. Al parecer fue John K. Samson, líder de The Weakerthans, el que les sugirió a The Constantines el título de su nuevo disco.
En el año 2003 apareció un EP, Nighttime, Anytime, que existió, aunque la imposibilidad de dar con él haga dudar de lo contrario. Contenía cortes de Shine a Light, una versión temprana, bastante trivial del tema Hotline Operator, una canción buenísima incluída en el disco de 2005, y una versión muy buena de Thank You for Sending Me an Angel del álbum de 1978 More Songs About Buildings and Food de Talking Heads.
En su tercer álbum, Constantines más que aportar ideas nuevas lo que hacen es refinar las que ya estaban planteadas. Es su trabajo de consagración, el que definitivamente traza y ajusta el sonido de la banda para obtener un resultado preciso que impacta en una audiencia atrapada bajo el arco gravitatorio de estos músicos canadienses. Oscilando entre la aspereza y la suavidad, con canciones accesibles pero francamente formidables, la urgencia que caracterizó las composiciones del primer disco está aquí de nuevo, solo que mucho más pulida, más trabajada. Perfil sigiloso pero recio en Hotline Operator, con chisguetes en la voz de Bryan Webb, intensidad que se canaliza en canciones más lentas como Thieves, que con su piano eléctrico y voces susurrantes subrayan una tensión nocturna que atraviesa todo este Tournament of Hearts que contó con la colaboración, entre otros músicos, de un miembro de Uptown Horns, Jeremy Strachan, en el saxo. También el músico canadiense de Toronto, Ontario, Doug Tielli en el trombón y Charles Spearin, multinstrumentista, también canadiense, también de Toronto, encargado de soplar en la trompeta.
Kensington Heights - 2008 |
Kensington Heights fue el primer álbum del grupo para el respetado sello canadiense Arts & Crafts y, desgraciadamente, también es el primero de sus discos que no mejora lo que han hecho antes. Peor aún: aportan poco nuevo o apenas nada. Todos los elementos que hacen que el sonido del grupo sea tan interesante están en su sitio: las guitarras, la batería, los teclados, la voz...todo es correcto, como es habitual. Sin embargo hay una línea muy delgada entre lo que han hecho hasta el momento en progresión y lo predecible, y esta vez la banda termina en el lado equivocado porque se adivina lo que viene después como una repetición de algo ya conocido. Aún así hay una triada de buenas canciones capitaneadas por el exultante Trans Canada. Kensington Heights apareció en formato vinilo, incluyendo un código que permitía descargarse de forma gratuita la versión digital on line.
En el año 2010, The Constantines aparecieron en directo en lo que sería su última actuación en vivo como tales. Fue en el Dawson City Music Festival.
¿Qué sucedió para llegar a este punto de desapasión en el año 2010?
Después de publicar Tournament of Hearts en 2005, los miembros de la banda habían comenzado a explorar proyectos paralelos y solitarios al margen de Constantines. Will Kidman, bajo el nombre de Woolly Leaves, lanzó un disco en solitario en el año 2006 titulado Quiet Waters. Steve Lambke, actuando como Baby Eagle, publicó el primero de cuatro discos ese mismo 2006. Comenzó con un álbum homónimo seguido de No Blues en 2007 y Dog Weather en 2010. Dos años después, en 2012, lanzó Bone Soldiers bajo el nombre Baby Eagle and The Proud Mothers.
Bryan Webb se trasladó a Montreal y capitaneó un nuevo grupo llamado Harbor Coats sin mucha proyección en el futuro.
Estuvo colaborando con la compositora y cantante Leslie Feist, conocida como Feist, en uno de los álbumes de esta. Webb participó en la banda sonora de la película canadiense This Beautiful City, con guión y dirección de Ed Gass-Donnelly, que le valió un Premio Genie en el año 2009. Publicaría más tarde dos discos en solitario: Provider en 2011 y Free Will en 2014.
Se sabe que en el año 2006, The Constantines interpretaron versiones de Neil Young bajo el nombre de Horsey Craze (jugando con el nombre de la banda que acompañaba a Young, Crazy Horse). Publicaron un vinilo a medias con una banda de Ontario, The Unintended, donde Constantines hicieron cuatro canciones de Neil Young y The Unintended otras cuatro versiones de un paisano de Ontario, Gordon Lightfoot.
Volviendo al año 2010, Dallas Wehrle le dio forma a una nueva banda, Deloro. Webb se acababa de casar y con la vista puesta en un horizonte de vida familiar se muda con su esposa de Montreal a su ciudad natal, Guelph.
Sin fanfarria y dejando el futuro abierto a las posibilidades, The Constantines confirmaron con su silencio lo que muchos temíamos: fin de la aventura. Pero siguen estando ahí, tienen página en Facebook, actualizada, una web (no muy activa, la verdad) donde Webb escribe reflexiones de tarde en tarde. Pero discos nuevos, actuaciones...eso no. Mientras tanto ahí están sus discos, que merecen la pena y con creces. Crucemos los dedos para que un día de estos vuelvan a la carga.
Espero que te guste el programa.
Enlace: https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-28-01-20
En el año 2010, The Constantines aparecieron en directo en lo que sería su última actuación en vivo como tales. Fue en el Dawson City Music Festival.
Will Kidman, el teclista que saltaba sobre el piano, en una prueba de sonido |
¿Qué sucedió para llegar a este punto de desapasión en el año 2010?
Después de publicar Tournament of Hearts en 2005, los miembros de la banda habían comenzado a explorar proyectos paralelos y solitarios al margen de Constantines. Will Kidman, bajo el nombre de Woolly Leaves, lanzó un disco en solitario en el año 2006 titulado Quiet Waters. Steve Lambke, actuando como Baby Eagle, publicó el primero de cuatro discos ese mismo 2006. Comenzó con un álbum homónimo seguido de No Blues en 2007 y Dog Weather en 2010. Dos años después, en 2012, lanzó Bone Soldiers bajo el nombre Baby Eagle and The Proud Mothers.
Bryan Webb se trasladó a Montreal y capitaneó un nuevo grupo llamado Harbor Coats sin mucha proyección en el futuro.
Bryan Webb |
Se sabe que en el año 2006, The Constantines interpretaron versiones de Neil Young bajo el nombre de Horsey Craze (jugando con el nombre de la banda que acompañaba a Young, Crazy Horse). Publicaron un vinilo a medias con una banda de Ontario, The Unintended, donde Constantines hicieron cuatro canciones de Neil Young y The Unintended otras cuatro versiones de un paisano de Ontario, Gordon Lightfoot.
Volviendo al año 2010, Dallas Wehrle le dio forma a una nueva banda, Deloro. Webb se acababa de casar y con la vista puesta en un horizonte de vida familiar se muda con su esposa de Montreal a su ciudad natal, Guelph.
Sin fanfarria y dejando el futuro abierto a las posibilidades, The Constantines confirmaron con su silencio lo que muchos temíamos: fin de la aventura. Pero siguen estando ahí, tienen página en Facebook, actualizada, una web (no muy activa, la verdad) donde Webb escribe reflexiones de tarde en tarde. Pero discos nuevos, actuaciones...eso no. Mientras tanto ahí están sus discos, que merecen la pena y con creces. Crucemos los dedos para que un día de estos vuelvan a la carga.
The Constantines |
Espero que te guste el programa.
Enlace: https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-28-01-20
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