jueves, 24 de octubre de 2019

Cíclope 3.0 - 22-10-19




Léon Frédéric
 (1856-1940): El Lago, El Agua Dormida



Agua dormida y agua despierta en este Cíclope 3.0 del martes 22 de octubre.  Comenzamos recuperando el sonido grande, inmenso, de lo que fue el primer LP de una banda que a más de uno nos dejó colgados con su música tremenda: 
The Waterboys.




Las líneas onduladas de la gasa que cubría el rostro de Mike Scott eran un juego de paralelismo con las ondas acuáticas que formaban el logo de la banda, presente en sus primeros trabajos y que no volvió a aparecer sino como reclamo en los carteles que anunciaban actuaciones en vivo.

A Girl Called Johnny, esa declaración de principios con la que comenzamos el espacio de hoy, reunía la instrumentación más impetuosa (el saxo de Anthony Thistlethwaite, el piano y la voz de Mike Scott), todo sometido a un ritmo sincopado grandioso.  La letra era llamativa: Recuerdo sus zapatos de bailarina.  Una chica llamada Johnny, que se cambió el nombre cuando supo que su condición era cambiar o ser cambiada.
Y empezamos con el primer LP de la banda porque el pasado mes de mayo editaban nuevo trabajo tras dos años de gira y resolución de nuevos temas que han quedado recogidos bajo el título de Where the Action Is, un disco con un puñado de buenas canciones.


























En la primera o segunda semana de octubre, no recuerdo bien la fecha, The Waterboys actuaron en TVE, en el programa La Hora Musa, de la 2.  Reconozco que no había visto antes el programa en cuestión, que había leído, escuchado comentarios del tipo: ¡Por fin vuelve la música a TVE!  Sí.  Vuelve, aunque algunos retornos significan cumplir con el "aquí estoy, al menos soy, que no es poco".  Sí, muy bien el hecho de que la música sea interpretada en directo, en vivo, pero qué quieres que te diga: me resulta triste un programa con esos planteamientos en los que vuelve la música a la pequeña pantalla, sí, aunque sea un cajón de sastre donde mezclamos lo que sea necesario mezclar, donde se hace un mini-recorrído por la rabiosa actualidad.  Claro, pero es que no tienen tiempo para más: una hora.  Y en una hora cabe lo que cabe.  Incluída entrevista, en este caso a Mike Scott.  Una cosa que le preguntaría si coincidiese con él sería el origen del nombre del grupo porque siempre he dicho que se bautizaron así por Charles Kingsley (1819-1875) y su obra The Water-Babies,  publicada dos años antes que Alicia en el País de las Maravillas, y semejante a ésta, dirigida a un público de espectro más amplio que el infantil-juvenil.


Charles Kingsley







Los niños del agua.  Traducción de Berta Roda y Denis Ryldberg.  Ilustraciones de Linley Sambourne.
Editado por Rey Lear - 2007  


Las implicaciones de Scott con la literatura inglesa, escocesa e irlandesa es amplia: la figura de C.S. Lewis es un referente para canciones como Church not made with hands del segundo disco de la banda, A pagan place, de 1984; un año más tarde aparecería This is the sea, que incluye una de las composiciones emblemáticas de Scott y compañía: The whole of the moon, un tributo a Lewis.
Le han puesto música a poemas de George MacDonald (1824-1905), Robert Burns (1759-1796) o William Butler Yeats (1865-1939) a quien le dedicaron un disco en el año 2011, An appointment with Mr. Yeats, trabajando sobre poemas del autor.
Siguiendo con el contenido de esta edición de Cíclope 3.0 nos quedamos ahora con Mike Scott en solitario, que en el año 1997 publicaba un álbum con sonido netamente waterboysiano: Still Burning.



Y por enredar con las vibraciones de otros miembros de la banda que abandonaron sus filas hace un tiempo, ahora es el turno de Anthony Thistlewaite, cofundador de Waterboys junto a Scott.


Anthony Thistlewaite


Su instrumento era el saxofón, pero tras grabar Fisherman's Blues en 1988 abandonó al grupo, cambiando el saxo por la mandolina.  De hecho, en este último disco en el que participó ya no soplaba en su instrumento de base.




Durante unos cuantos años participa de proyectos de otros, como por ejemplo con The Psychedelic Furs en el álbum Book of Days, del año 1989, tocando la mandolina y la guitarra acústica, faceta que podrás escuchar el próximo 5 de noviembre cuando se realice la tercera entrega del Especial The Psychedelic Furs aquí, en Cíclope 3.0  Seguimos con Thistlewaite.  Su corta discografía en solitario comienza en 1993 y sería en 1994 cuando se asienta su trabajo como compositor e intérprete tanto de la mandolina como de la guitarra, eléctrica y acústica.  Publica un disco titulado Cartwheels


que reúne a colaboradores tan prestigiosos como el violinista Steve Wickham



Steve Wickham


compañero en Waterboys a partir del disco This is the Sea, y a un guitarrista de la talla de Mick Taylor.

Taylor, un gran guitarrista de Blues y de Rock, sin alharacas, es uno de esos músicos de sesión que ha colaborado en una nómina extensa de músicos diferentes.  Fue el hombre que sustituyó a Brian Jones, de The Rolling Stones, cuando falleció.  Estuvo entre los años 1969 y 1974 compartiendo discos, escenarios y el peso gravitatorio de un ego como el de Keith Richards, cuyos celos consiguieron que Taylor abandonara a los Rolling aprovechando que este se tuvo que someter a una operación para librarse de la sinusitis crónica que le afectaba desde hacía tiempo.


Mick Taylor
 en la actualidad.  Sigue tocando la guitarra mejor que nunca porque el tiempo ha pasado por él y ahora sabe más.

Siguiendo el rastro de los miembros que pasaron por Waterboys le toca el turno a Karl Wallinger.


Wallinger (foto a la derecha), piano, órgano y percusión en el álbum A pagan place, permanecería en el seno del grupo durante un disco más, el LP de 1985 This is the sea, donde además de tocar los instrumentos reseñados, produjo, arregló y mezcló dos de las canciones que forman el trabajo: Spirit y Old England.  En solitario capitanea el proyecto llamado World Party que comparte con Waterboys algunos perfiles grandiosos de la música.  Por algo conectó tan bien con Scott y compañía.  El Cíclope recupera el disco de 1986 titulado Private Revolution de estos World Party.




Para cerrar el capítulo de Los Niños del Agua nos quedamos con el vital y oxigenado Fisherman's Blues de 1988 que durante un par de discos trazó senderos por paisajes eminentemente folks.




Sin abandonar el sonido del violín y siguiendo por estos paisajes folks, nos quedamos ahora con una banda original de Brighton, Inglaterra, llamada The Levellers.


Los Niveladores

The Levellers se forma en 1988 y graban por primera vez en 1990.  Rock de ascendencia folk, con raíces en la música celta, se han ido defendiendo a lo largo de los años hasta la actualidad.  El Cíclope fija su mirada estereofónica sobre un tema del álbum de 1991, Levelling the Land.



Del sonido y las vibraciones vitalistas de The Levellers, de los senderos que transitan por paisajes de vegetación abigarrada a los caminos asfaltados de ciudades y carreteras.  No perdemos de vista las raíces celtas pero ahora, una banda canadiense llamada Mudmen se encargan de llenar el sonido de Cíclope 3.0 de un folk-punk pletórico de energía.


Mudmen

Cinco o seis miembros, depende, Mudmen se caracterizan por tener un doble frente gaitero.  Los escuché por primera vez jugando un video juego de carreras de coche: Burnout 3.



La banda sonora de juegos como este está formada por una larga nómina de canciones a cuál más agitada y espídica.  Animal, tema incluido en al disco Overrated del año 2007 de Mudmen, es una muestra perfecta del perfil de canción que se utiliza para amenizar las carreras. 







Si de sonidos de gaitas se trata, o algo parecido, Stuart Adamson en la década de los años 80 del siglo pasado supo extraer de su guitarra eléctrica, debidamente tratada, un sonido de guitarra agaitada, que fue lo que definió el estilo musical del grupo Big Country, de origen escocés, banda de nombre peliculero por lo de Big Country, título homónimo de la película dirigida por William Wyler en 1958 y que aquí en España se tradujo como Horizontes de Grandeza.


Big Country
(Stuart Adamson, segundo por la izquierda, fallecía en circunstancias desconocidas en la habitación de un hotel en Hawái en el año 2001)

Para recuperar algo de su música un par de temas de su primer disco, The Crossing, del año 1983.


La carpeta del disco se publicó en dos colores: azul y rojo.  Cuando se terminaba una tirada, la reedición se hacía en el color contrario.

El punto y final lo hacemos en el Reino Unido, en concreto en la ciudad inglesa de Manchester con una banda que resiste a pesar de los cambios acontecidos en el seno de la formación.  Su nombre es James y llevan trabajando desde la década de los años 80 hasta nuestros días.


James
















































Espero que te guste el programa.


Enlace:

http://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-22-10-19







2 comentarios:

Locuaz dijo...

Hola de nuevo Enrique.
Un breve comentario al hilo de lo que dices al respecto del programa “La Hora Musa”.
Se presentó, cómo dices, como una tabla de salvación para el naufragio de la “música pop” en televisión. Y desde luego el programa no representa ningún referente en su ámbito, sino más bien me produce una sensación penosa y de oportunidad perdida.
Ya sabemos por qué derroteros ha ido el devenir del pop y sucedáneos en nuestro país y su reflejo en el medio. Lejos quedan ya hitos como “La Edad de Oro”.
Si el pop es sinónimo de frescura, la sensación transmitida y percibida es más bien de marchitez.
Un placer y un abrazo.

Enrique López Sánchez dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Un abrazo.