sábado, 20 de abril de 2019

La Pecadora





A pesar de lo que la cartelera de la película pueda sugerir y a pesar del subtítulo (María de Magdala), La Pecadora no es una historia bíblica relacionada con la figura de la prostituta arrepentida que sigue los pasos de Jesucristo, aunque la cinta comience ambientada en aquellos tiempos y en el desarrollo de las circunstancias de la historia, los personajes asistan a una representación teatral donde se escenifica parte de la pasión y muerte de Jesús.  La Pecadora es una película con guión y dirección de Ignacio F. Iquino, de 1956, un drama con tintes trágicos protagonizado, en sus principales papeles, por Carmen de Lirio, Rafael Romero Marchent, Manuel Gas, Armando Moreno, Felipe Peña, José Ocón de Eslava y José Sazatornil "Saza".



Ignacio F. Iquino
(1910-1994)

Ignacio F. Iquino (la F. es la abreviación de Ferrés) fue un director de cine, guionista y productor que utilizó varios pseudónimos en sus diferentes actividades relacionadas con la gran pantalla, dependiendo de si ejercía como guionista, como director o co-director...  Así, nos encontramos con nombres como Ignacio Iquino, Iquino, Steve MacCohy, Steve McCohy o John Wood.
Su producción como director es amplia y abarca desde la comedia pasando por el melodrama y el drama que raya la tragedia, como es el caso de la película que hoy ocupa el apartado de Perlas Raras del Cine de este blog.
El reparto está encabezado por Carmen de Lirio, cuyo nombre auténtico era María del Carmen Forns Aznar, nacida en Zaragoza el 31 de octubre del año 1926 y fallecida en Barcelona el 4 de agosto del año 2014.  El apellido artístico de Lirio lo tomó del texto de la copla La Lirio que inmortalizó Concha Piquer.  Fue vedette, actriz y cantante popular en las décadas de los años 50 y 60 en los locales del Paralelo de Barcelona.  Había estudiado corte y confección, fue modelo de pintores y, al finalizar las sesiones de rodaje de películas, actuaba en directo, preocupada por perfeccionar la naturalidad a la hora de interpretar un papel.  Progresivamente fue dejando el Cine para dedicarse al Teatro.  Tuvo problemas con la Censura franquista y, cosa curiosa, fue amante de un ministro de Franco, que le puso un piso en Madrid, en el Paseo de la Castellana.
Volvió al Cine, que en verdad no había abandonado por completo, compaginándolo con el Teatro, y en 1971 realiza una colaboración en la película La casa de las palomas, de Claudio Guerin; en 1974 interviene en Clara es el precio, de Vicente Aranda; 1975 La trastienda de Jorge Grau.  Volvería en 1988 para intervenir en Demasiado viejo para morir joven de Isabel Coixet.  Su última aparición en la gran pantalla fue en 1989 en Verínica L., cinta codirigida por Antoni Padrós y Octavi Martí.



Carmen de Lirio

Dentro del elenco de actores y actrices, un hombre que hace poco nombraba por aparecer en la entrada de Perlas Raras, en concreto en la película El ojo de cristal.  Se trata de José Sazatornil "Saza" que en los créditos de la cinta que nos ocupa hoy aparece con el apodo Saza, solamente.  Intervención breve pero, como era habitual en este actor, dejando huella.  



José Sazatornil "Saza"
(1925-2015)
  

Tal vez este afiche sea más ajustado a lo que la cinta nos cuenta que el otro, el que está como cabecera de la entrada pero que fue el que se usó para publicitar la producción.  ¿Qué nos cuenta La Pecadora?  Lo primero que llama la atención es la cartelera porque predispone a ver una película de romanos.  Lo segundo, que tras los créditos del comienzo nos encontramos con el siguiente mensaje:
Nuestra gratitud al Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Solsona, a las autoridades civiles y eclesiásticas de Cervera y al Patronato de la Pasión por las facilidades prestadas y por su entusiasta colaboración en el rodaje de esta película
Y la música, formada con fragmentos de Bach, de Haendel...  Empieza y lo primero que reciben los espectadores es una imagen de gente vestida a la usanza de los tiempos de Jesucristo.  Es más, asisten a un discurso sobre el adulterio que Jesús condena tanto en forma masculina como femenina.  Una voz en "off" sitúa la acción y centra la actividad en el Castillo de Magdala, famosa prostituta que organizaba comidas y banquetes que terminaban en bacanales.  En su honor, dice la voz en off, terminó arrepintiéndose, pero su ejemplo no fue muy seguido después por otras mujeres.  Los espectadores asisten a un número coreográfico, breve, donde Magdala (Carmen de Lirio) observa a una bailarina que mira con ojos lujuriosos al romano que la acompaña en la celebración.  Él también mira con ojos húmedos a la bailarina.  Se termina el baile.  Magdala llama a la bailarina.  Le afea su conducta licenciosa, a ella y a él.  Plas Plas, la abofetea y manda que le den 40 palos.  No latigazos, no, palos.  A él también le da un par de bofetadas.  Y se pone a bailar de una forma lenta pero sinuosa.  Sin solución de continuidad, Magdala se convierte en Magda, en pleno siglo XX, en los años de la década de los 50, que es cuando se desarrolla la historia.  De nuevo una situación paralela a la escena romana, pero en la vida moderna.  Y así entramos en una historia que narra cómo el Doctor Castro (José Ocón de Eslava), solicitado médico-cirujano, está casado con Magda (Carmen de Lirio), una mujer de vida libertina constantemente rodeada de amigos y amigas a cuál más crápula y tarambana, dispuestos siempre a beber litros de alcohol en ambientes licenciosos y a no perder de vista a la fuente inagotable de la que se surte su desenfreno, la tirana Magda, que marca quién puede disfrutar de su abultada billetera y quién no.  Monedero que se rellena un día sí y otro también con los suministros económicos que le pasa su marido, el doctor Castro, que pretende inutilmente que ella piense, aunque sea por un momento, en el hijo de ambos, que ya no recuerda cómo es el rostro de su madre, preocupadísima por mantener el maquillaje, el peinado y el equilibrio vertical en noches y días de borracheras, desenfreno y libertinaje.  Y llega el momento en el que necesita más dinero para mantener ese tren de vida, pero el doctor Castro le dice que es imposible seguir sufragando tanto frenesí, tanta depravación, que lo siente mucho pero...  No puede terminar la frase.  Ella, desairada, cuelga el teléfono con un mohín de desprecio.  Habla con un amigo suyo, abogado, para saber si como esposa puede intervenir en los bienes gananciales del matrimonio.  A su nombre están inscritos unos terrenos en las afueras de la ciudad, cerca de un pueblo.  Esos terrenos están actualmente ocupados por un grupo de familias pobres que, sin lugar donde poder vivir, le pidieron permiso al Doctor Castro para instalarse en unas chabolas construidas con carácter temporal, hasta que encontraran un sitio donde poder asentarse.  La bondad y generosidad del benefactor les permite levantar un núcleo de barracas que, poco a poco, se van consolidando como casas más sólidas aunque humildes.  Esos terrenos donde se levanta el núcleo de familias pobres pertenecen a Magda, que ni tiene la generosidad ni la misericordia ni el más mínimo miramiento que caracteriza a su esposo.  Y sin más, decide expropiar las tierras que ocupan, por necesidad, esos pobres necesitados.  En una de las familias hay un niño inválido, enfermo, que no puede pasar sin cuidados y atenciones bajo un techo protector.  Ni eso puede apartar de sus intereses a la malvada Magda, preocupada por conseguir dinero de forma inmediata.  Ella está acuartelada en la casa del pueblo, propiedad de su marido.  Estalla una tormenta seguida de un fuerte aguacero.  Los pobres forman una multitud ante la puerta de la casa.  Piden clemencia y como no la obtienen solicitan entrevistarse con la señora, la dueña de las tierras.  Ella acepta recibirlos y se encuentra con una representación de los vecinos desahuciados entre los que está el padre del niño inválido.  Lo lleva en brazos, desmayado por las altas fiebres.  Está enfermo.  Ruega, suplica ayuda a la señora, pero ella, altiva, orgullosa, soberbia, desafiante, levanta la cara y con desprecio zafio afirma:
¡Que se muera!
Una trompetería wagneriana remarca el dramatismo de la escena.  
Como no podía ser menos, el niño muere.  Los terrenos se venden.  Consigue el dinero y la juerga continúa.  Están en los días de la Semana Santa y Magda, acompañada por sus amigachos y amigotas, asisten a una obra de teatro, una representación de los acontecimientos bíblicos narrados en los Evangelios.  Hay algo en el mensaje de Jesús que entra como un rayo en la cabeza de Magda que la hace reflexionar durante días, algo que la empuja a cambiar de actitud en la Vida.  Pero ese posible cambio...  Ya no cuento más, porque si no voy a llegar a la resolución final y eso lo dejo para que disfrutes hasta el último minuto.
La Pecadora y otras Perlas Raras del Cine español las programó la 2 de TVE hace ya cierto tiempo.  A finales de la década de los 80 del siglo pasado (1988/89) y hasta mediada la de los años 90 (1995/98), de lunes a viernes y en horario de madrugada (entre las 2 y las 6 de la mañana), la 2 emitía todas las noches una película de Cine Español de los años 40, 50 y 60.  La hora en la que pasaban las películas era un tanto incierta: programada para las 2.30 empezaba una hora después, incluso hora media.  Eran los tiempos de los vídeos VHS y la posibilidad de programar una grabación remota.  Con la opción de duplicación de velocidad de grabación, una cinta de video de 4 horas la convertías en 8 horas, lo cual  permitía jugar con un margen tanto para comenzar la grabación como para dejarle cola.  Una vez terminaba la película, toda la cola que quedaba por detrás se borraba al poner a grabar una nueva.
La 2 emitió auténticas joyas del Cine Español y siguió haciéndolo hasta hace unos meses.  El espacio Historia de nuestro Cine que se emitía de lunes a viernes a las 10 de la noche recuperaba, los lunes y los martes, películas de los años 30, 40, 50 y principios de los 60; después, miércoles, jueves y viernes pasaban películas más actuales.  Durante bastante tiempo han estado recuperando títulos interesantes de la filmografia nacional, auténticas joyas del Cine hispano.  Sin embargo no han vuelto a emitir nunca La Pecadora.  El programa se ha quedado en la parrilla de programación tan solo los viernes, a ver si es posible que vuelvan a pasarla porque es una auténtica Perla Rara.  
Si tienes oportunidad, no te la pierdas, merece la pena.






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