jueves, 20 de octubre de 2022

Cíclope 3.0 - 18-10-22



Nubes otoñales a las puertas del invierno, hace un tiempo (Foto del autor del blog)

Cíclope 3.0 del martes 18 de octubre de 2022.  No llueve.  O si lo hace es lluvia insuficiente.  Nos amparamos bajo el paraguas protector de la música, esperando a las aguas de arriba y empezamos recuperando historias de amor y arrebato como las que suelen escribir la banda Muse.


Emotivos y apasionados, el trío británico Muse (foto de la izquierda) lleva tiempo desgranando sus historias de amor y ciencia-ficción a través de una discografía que empieza en 1999 y llega hasta nuestros días.   Una docena de álbumes que, al comienzo, fueron comparados con las producciones de Radiohead, influencia que no han negado así como la de otros grupos como Queen o Depeche Mode que son claras y transparentes y no por ello hace desmerecer la música del trío.  El núcleo de la banda está compuesto por el guitarrista, teclista y vocalista Matthew Bellamy, el bajista Chris Wolstenholme y el batería Dominic Howard, tres amigos que empezaron a tocar música juntos en su ciudad natal de Teignmouth, Devon, a la edad de 13 años, cambiando el nombre del grupo de Gothic Plague a Fixed Penalty y a Rocket Baby Dolls, sucesivamente.  Con el paso del tiempo, en 1997, el trío se decidió por el nombre Muse. El sonido arrebatado, las historias que cuentan en sus canciones y su presencia en vivo atrajeron elogios de la crítica y el entusiasmo de la industria.  


Hemos comenzado con el tema Resistance.  Añadiéndole el artículo The nos da el título de este álbum del año 2009 de Muse, personalmente, creo que es el disco que mejor recoge de lo que es capaz el trío: ese cruce de influencias (Queen están presentes en los coros), la literatura de ciencia-ficción aparece como esencia de sus textos, jugando con la paranoia del ciudadano que sospecha la manipulación del Estado con la única salida posible, el amor.  Bellamy, principal responsable creativo, es un enamorado no sólo de Freddie Mercury, también le apasiona la música de Frederic Chopin y Camille Saint-Saëns.  De este último adapta un fragmento de la ópera Sanson y Dalila de 1877, en concreto del Acto 2º la Escena 3ª, titulada Mon coeur s'ouvre à ta voix, convirtiéndola en I Belong to You.  Hay algo del lirismo de Radiohead y de lo que a uno se le pueda ocurrir, pero el grupo funciona, sabe hacer suyas esas influencias y avanzan.

Particularmente me parece que Muse funcionó muy bien entre 1999 y 2003, año de edición del disco Absolution.  Después hay una pausa ocupada por trabajos que van preparando la aparición de The Resistance en 2009, que es el punto de inflexión.  Después llegarían las actuaciones multitudinarias en estadios con espectáculos de luces, fuegos artificiales...cada vez más aclamados.  Tres años entre 2009 y 2012 para publicar The 2nd Law, un disco con menos brío que los anteriores pero como hay incondicionales para todo, el disco tiene repercusión en la audiencia que recibe con los brazos abiertos este y los discos siguientes: Drones en 2015, Simulation Theory en 2018, y dos álbumes en vivo, Live At Rome Olympic Stadium, 2013, y Simulation Theory (Live) en 2020.  Ni Drones ni Simulation Theory aportan nada, es más, restan interés.  El colmo ha sido este año 2022 cuando Muse publican su nuevo trabajo el 26 de agosto bajo el título Will Of The People, Voluntad del Pueblo.  El disco, en principio, iba a ser un Grandes Éxitos del grupo y así se lo hizo saber la discográfica, dejándoles el encargo de seleccionar las canciones que formarían el álbum.  A los pocos meses el grupo presentó un listado de canciones desconocidas porque en vez de hacer una selección de temas ya hechos habían escrito nuevo material basado en esquemas de canciones ya escritas y que habían tenido una buena acogida, o sea: se plagian a sí mismos.  Resultado final, han hecho lo que su público espera de ellos, es decir, más de lo mismo.  Ya lo dice el título del álbum: Voluntad del Pueblo.  El resultado es un disco de 10 canciones donde no he encontrado ni una que merezca la pena.  Y si es así, ¿pongo algo del álbum en el programa?  ¿Para qué?  Si algo no me gusta, no lo comparto, no puedo hacer partícipe a alguien.  El ejemplo lo pongo en la locución del programa: no te llevo a un bar donde la tapa de ensaladilla está mala.  No lo puedo recomendar.  Por eso, con el material que manejamos aquí en Cíclope 3.0 que es la música, algunos discos, músicos, canciones, no suenan porque para qué despotricar y, además, para qué remover.  Por eso para escuchar algo más de Muse retrocedemos en el Tiempo y volvemos al año 2003

cuando aparece Absolution, el disco de la foto de la izquierda en el que Bellamy y compañía suenan con un entusiasmo y una fuerza que consiguieron que el mundo se fijara en ellos.  Un corte lento, una de esas canciones de amor particularmente atractivas que firman Muse: Endlessly.

Muse abre hoy esta edición de Cíclope 3.0 porque el Cíclope se propuso que sonara una banda en la que Matthew Bellamy interviene con su guitarra bajo y su voz, el proyecto llamado The Jaded Hearts Club.


The Jaded Hearts Club

En realidad su nombre es Dr Pepper's Jaded Hearts Club Band (La Banda del Club de Corazones Hastiados de Dr. Pepper).

El grupo lo funda el guitarrista Jamie Davis partiendo de una idea muy sencilla: formar una banda que haga versiones de The Beatles para tocar en la fiesta de su 40 cumpleaños.  Al no encontrar nada ni a nadie que se adaptara a sus intereses, comenzó a moverse buscando reunir su propia formación.  Y lo hizo.  Corría el año 2017, Davis estaba en Los Ángeles dirigiendo el sello discográfico Transcopic Records con Graham Coxon, guitarrista de Blur.  Se le había metido en la cabeza un proyecto así: versiones de los Beatles.  Un día se le iluminó la cabeza: ¿por qué no empezar poniendo la base del proyecto?  En esa base ya podía haber dos miembros: Coxon y él.  Y empieza a reclutar a voluntarios dispuestos a colaborar con el proyecto y así en la nómina de músicos que forman la banda están:




Miles Kane, de The Last Shadow Puppets







Nic Cester
 de Jet




Matt Bellamy de Muse manejando guitarra bajo y eléctrica, principal en ciertos temas









Graham Coxon, guitarrista de Blur







Ilan Rubin
 de Nine Inch Nails



Sean Payne batería de The Zutons






Jamie Davis
, motor del proyecto
Dr Pepper's Jaded Hearts Club Band


Como septeto o como sexteto (el batería Ilan Rubin se apartó de la aventura) la banda funciona habitualmente bajo el nombre The Jaded Hearts Club Band.

A partir de 2018, el grupo comienza a tocar en vivo por tierras norteamericanas: Austin, Chicago, Los Ángeles...  En ese año realizan un concierto benéfico en Londres, en el Royal Albert Hall, a favor de Teenage Cancer Trust.  En esa ocasión se subieron al escenario el resto de componentes de Muse y hasta Paul McCartney.  En vivo interpretan temas de The Beatles, The Kinks, Cream, The Who, Four Tops...


En el año 2020 aparece el primer producto fruto de los estudios de grabación por parte de la banda, You've Always Been Here, un disco que refleja sus gustos musicales: el sonido de la década de los 60 y especialmente el de la discográfica Tamla Motown.  En el álbum hacen dos versiones de músicos de color: I Put a Spell on You, original de Screamin' Jay Hawkins, aquí con una poderosa guitarra del guitarrista de Blur, Graham Coxon, y de la Tamla Motown aquel éxito de 1967 del cuarteto Four Tops, Reach Out, I'll Be There.

Pasamos ahora en Cíclope 3.0 del año 1967 a 1970 y nos vamos a quedar en nuestra piel de toro con una banda nacional que comenzó en 1964 y llegó hasta 1971 y que respondían al nombre de Los Brincos.

En su tiempo, cuando comenzaron allá por 1964, fueron conocidos, salvando las distancias, como los Beatles españoles, por su vinculación estilística en música y aspecto con las bandas beat británicas, pero Los Brincos añadían toques hispanos a sus atuendos como las típicas capas españolas o los cascabeles.  Cantaron en inglés algunas canciones de su primer LP buscando la entrada en el mercado anglosajón, especialmente Inglaterra, pero no consiguieron gran cosa, en el extranjero quiero decir.  En el grupo hubo tres épocas: de 1964 a 1966, con la formación original Juan Pardo, Antonio Morales Junior, Fernando Arbex Manuel González, hijo del actor Agustín González, a quien se parece muchísimo (el tercero en la carpeta del disco, partiendo de la izquierda); de 1966 a 1968, sin Pardo ni Junior, que pasaron a formar el dúo Juan y Junior y posteriormente protagonistas individuales de sus trabajos en solitario.  Parecía que Los Brincos iban a desaparecer al marcharse dos de sus miembros más activos pero no fue así.  Los dos disidentes fueron reemplazadas por el hermano de Junior, Ricky Morales y Vicente Jesús Martínez.  Manuel González siguió en la guitarra bajo con Arbex como líder de la banda que la lleva a la tercera y última época, de 1968 a 1971.  En esta última etapa, Vicente Jesús Martínez abandona la banda y es reemplazada por otro hermano de Junior, Miguel Morales.  Así las cosas se meten en los estudios de grabación marcados por el signo de la época: los álbumes conceptuales. The Who, The Pretty Things, The Kinks…eran grupos que ya habían realizado algunos proyectos dentro de ese campo.  Los Brincos, en 1970, dejando atrás la música Pop, se metían en terrenos más complejos y publicaban Mundo, Demonio, Carne

un LP ambicioso que tuvo una edición completamente en inglés, World, Devil and Body













con todas las canciones del álbum interpretadas en la lengua de Shakespeare, buscando entrar en las listas de éxito del Reino Unido, cosa que no consiguieron.  

Hemos escuchado el tema que le da título al álbum, Mundo, Demonio y Carne. El disco incluye una interesante canción de amor, Esa mujer, con arreglos de cuerda a cargo de Augusto Algueró, que se encargó también de la producción del disco.  Hoy en día, esos arreglos de cuerda habrían sonado inmensamente mejor pero en 1970, llamaron la atención.

Recuperando un poco la época y los proyectos de discos conceptuales vamos a quedarnos con un fragmento de un disco firmado por los británicos The Pretty Things (foto superior a la izquierda).  Situándolos un poco en la Historia, la banda The Pretty Things tomaron el nombre de la banda de una canción de Bo Diddley.  Comenzaron al principio de la década de los 60, en 1963, y lo hicieron desarrollando un R & B fuerte, algo sucio, que parecía existir como una versión descoyuntada de The Rolling Stones.  Era curioso porque no había rivalidad entre las dos bandas.  El guitarrista Dick Taylor, tocó la guitarra bajo en los comienzos de los Stones antes de unirse a Phil May para formar The Pretty Things en 1963.  Taylor, desde que era un niño, tocaba junto a un compañero de escuela, Mick Jagger, en un conjunto londinense llamado Little Boy Blue & The Blue Boys.  Más tarde conoció a Keith Richards en la Sidcup Art School.  En 1962, Taylor, Jagger y Richards comienzan a tocar los tres manteniendo el nombre de Little Boy Blue & The Blue Boys, con Brian Jones e Ian Stewart, teclista que se marcharía más tarde pero que antes de hacerlo cofundaría The Rolling Stones.  

Dick Taylor dejó la guitarra bajo por aburrimiento y se centró en sus estudios de arte en la Escuela de Arte Sidcup.  Su amigo y compañero de estudios Phil May lo convenció de formar un grupo y así nació The Pretty Things, primero como dúo, e inmediatamente se amplió a quinteto con la intervención de diferentes músicos entre los que estuvieron el bajista John Stax, el guitarrista Brian Pendleton y al batería Pete Kitley, rápidamente sustituido por Viv Prince.

El cuarto LP de The Pretty Things aparecía en 1968 y se trató de un disco conceptual, un disco cuyas canciones estaban conectadas por un mismo denominador común, canciones que contaban una historia, la de un personaje llamado S.F. Sorrow.

S. F. Sorrow comienza con el nacimiento del protagonista a principios del siglo XX. Sebastian F. Sorrow nace en un pequeño pueblo sin nombre, de padres ordinarios, en una casa llamada Número Tres.  La ciudad está sustentada por una fábrica de algún tipo, conocida como Misery Factory, la Fábrica de la Miseria.  Sorrow, un niño imaginativo, tiene una infancia relativamente normal hasta que termina abruptamente cuando necesita conseguir un trabajo.  Va a trabajar con su padre en la Misery Factory de la que han despedido a muchos hombres.  Esto podría convertir a Sebastian en objeto de odio en el sentido de que podría ser un punto negro en la historia, tal vez el joven que está aceptando el trabajo de un hombre mayor que corresponde a otra persona cualificada.  Esto coincide con un período en el que el protagonista entra en su adolescencia sexual.  La vida de la tristeza aun no ha terminado.  La alegría todavía existe para él en la forma de una niña, vecina del otro lado de la calle, Joy, que lo saluda cada mañana con un emotivo "Buenos días" lo que provoca en él un sentimiento de ternura y hace que piense en ella constantemente.  Este es el factor que lo mantiene de forma vital, a pesar del brusco final de su infancia.  Los dos se enamoran y se comprometen, pero sus planes de matrimonio se ven truncados cuando Sorrow se alista a una infantería ligera y se va a luchar en una guerra, posiblemente la Primera Guerra Mundial.  Pronto la tristeza aturde las cabezas de los que luchan en el frente, los sonidos de los disparos y la artillería se convierten en el ritmo de su vida.  Sobrevive a la guerra y se instala en una tierra llamada "Amerik" (obviamente América).  Joy, la prometida de Sorrow, viaja en un globo, el Hinderburg, para unirse a él, pero el artefacto está en llamas al llegar, matando a todos a bordo.  El dolor lo invade todo, Sorrow se queda solo.

El dolor se convierte en un estado de depresión que lo lleva a un viaje épico al centro de su inconsciente.  Al deambular por las calles se encuentra con el misterioso Baron Saturday (un personaje destinado a representar al Baron Samedi , una deidad en la religión vudú haitiana).  El Baron Saturday, de capa negra, invita a Sorrow a emprender un viaje y luego, sin esperar respuesta, toma prestados sus ojos, e inicia un viaje por el inframundo.  Esa búsqueda alucinatoria y alucinada comienza con un vuelo en el aire donde Sorrow cree estar volando hacia la luna, algo agradable porque a él la luna siempre le ha fascinado, pero en realidad hacia donde vuela es hacia su propia cara.  El Baron Saturday lo empuja a través de la boca, baja por la garganta y encuentran un juego de puertas de roble.  El Baron Saturday abre una puerta y hace entrar a S.F. Sorrow, que encuentra una habitación llena de espejos.  Cada espejo muestra un recuerdo de su infancia, que Baron Saturday sugiere que estudie bien.   Después del salón de los espejos llega una larga escalera de caracol que lo lleva a dos espejos opacos que le muestran las horribles verdades y revelaciones de su vida.  El dolor que sufría S.F. Sorrow es destruido en el viaje, ese viaje le lleva a comprender que ya no se puede confiar en nadie y que la sociedad te aniquilará cuando seas viejo y no le sirvas más.  Al final es conducido a un oscuro aislamiento mental donde sufre de eterna soledad.  Así es la historia de un hombre que ha soportado dificultades que usa para construir un muro mental que lo separa del resto de la humanidad.

La ingesta de sustancias psicotrópicas para escribir esa historia creo que se sospecha, sin necesidad de haber experimentado con ellas.  Tiene gracia el anacronismo del dirigible Hinderburg, que ardió en 1937 y que en la historia lo hace en fechas que se corresponden con la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Hasta ahí el contenido de S.F. Sorrow de The Pretty Things, 1968.  Sus miembros aseguraron que Pete Townshend se había inspirado en este disco para crear TommyThe Who lo negaron taxativamente.

La obra se representó en unas cuantas ocasiones con la intervención de Arthur Brown (a la izquierda), probablemente el mejor colaborador que se podían buscar para una historia tan alucinante.  Tanto la edición original en vinilo como la reedición en CD incluyen las notas que se leían entre canción y canción, como una especie de guía de la historia que se escuchaba.  El que leyó, en directo, esas anotaciones fue el mismísimo Arthur Brown con sus atuendos de capas, levitas, túnicas y maquillajes psicodélicos.  Vámonos ahora con la música, con un corte de S. F. Sorrow, Defecting Grey, una canción dotada de cambios de ritmos, de extrañas digresiones de percusión y coros, voces armónicas que son alucinantes, sitars incluidos en la gama de instrumentos de cuerda y un órgano que se fuerza por sonar como un Mellotron.  Pura psicodelia.

Siguiendo con el tema de los álbumes conceptuales, The Kinks, y especialmente su líder Ray Davies, tienen varios trabajos de esta categoría.

En 1970, el mismo año de la publicación del álbum de Los Brincos que ha servido como punto de fuga hoy en el programa, The Kinks editaban Lola versus Powerman and The Moneygoround, Part 1.  Después vendrían otros pero dos años antes, en 1968, veía la luz Village Green Preservation Society, un disco que tuvo un reconocimiento años después de su publicación.

Aquí la idea que convierte al álbum en un disco conceptual es la nostalgia, un homenaje a la vida, la inocencia y la idealización de la vida de tiempos pasados.  Ese homenaje está centrado en Inglaterra, en los pueblos y en la vida de personas sencillas, pero la nostalgia se puede aplicar con libertad a cualquier otro lugar.  Village Green, parte del título del álbum, es un tema que pertenece a 1966 rescatado para trabajar con ese y otros más para la grabación del disco y el primero de los dos que rescatamos.  El otro es Sitting by the Riverside, un reflejo de la vida relajada, holgazaneando a la luz del sol.

Estamos en la recta final de esta edición de Cíclope 3.0 y los últimos minutos los vamos a ocupar con una banda, sevillana, que homenajea a The Kinks y su álbum Village Green Preservation Society, es el grupo Village Green Experience.



Village Green Experience
en directo

El disco de The Kinks se publicaba el 22 de noviembre del año 1968.  Creo que en la locución del programa me equivoco y doy el 20 de noviembre como fecha de publicación.  40 años después de la publicación del disco de The Kinks, en Sevilla, se hace realidad un proyecto capitaneado por el músico Jose Casas (a la derecha) bajo el nombre The Village Green Experience para rendir homenaje al grupo de Ray Davies y a la aparición de ese disco.  El proyecto es paralelo a Jose Casas y la Pistola de Papá y los músicos son los mismos tanto en una formación como en la otra: Jose Casas, guitarras y coros; Julio Zabala, teclados y coros; Álvaro Márquez, guitarra bajo; Tony Gavilán, batería y coros.  Se les suma Dani Kinda, voz solista y guitarra acústica.  



Entre julio y agosto del año 2008 grabaron 4 composiciones de ese Village Green Preservation Society de The Kinks: Do you remember Walter?, Big Sky, Starstruck y Village Green Preservation Society.  Comienza entonces una gira del grupo por distintas ciudades españolas que termina el 22 de noviembre de 2008, el día del cumpleaños del álbum de The Kinks, con una actuación en la sala madrileña La Pequeña Betty2.  El disco vio la luz el 9 de agosto de 2009, con producción de Jose Casas.  Y con Starstruck y Village Green Preservation Society en versión de Casas y compañía, The Village Green Experience, nos despedimos hasta la semana que viene.

Espero que te guste el programa.

Enlace:

https://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-18-10-22


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