Siendo Ribot un padre joven, su hija, obviamente una niña entonces, dibujó un mapa de una ciudad en un azul intenso. El padre elogió el mapa azul que había pintado la hija, pero ella le corrigió: no es un mapa azul, sino el mapa de una ciudad azul. Esa distinción se le quedó grabada y con el tiempo inspiró una curiosa canción titulada así, Mapa de una Ciudad Azul, que es precisamente la que acaba de sonar, la que le da título a este último álbum de nuestro protagonista, una obra en la que reflexiona sobre lo que significa estar perdido, la confusión y el miedo. Instrumentación variada: violonchelo, viola, violín, guitarra bajo, batería, órgano, acordeón, flauta, saxofón…instrumentos que suenan pero no a la vez en las composiciones, no al menos como norma porque tan solo en una ocasión hay un tema en el que sí lo hacen. En los demás casos impera la austeridad para ilustrar historias con nombre de mujer, historias de callejones sin salida y de búsqueda como esta otra que suena: Say My Name, Di mi nombre, una especie de amuleto para defenderse del aislamiento en un mundo que no ha dejado de tener las mismas carencias por muy antiguas que sean.
Ahora, de la intimidad electro-acústica de Marc Ribot, a otra intimidad, la que da el laboratorio musical. Sonidos electrónicos en las manos de dos creadores, Mark Pritchard y Thom Yorke.
Probablemente el más conocido de los dos es Thom Yorke, esencia de Radiohead y motor de proyectos como The Smile, entre otras actividades.
Delante de él, en la foto, Mark Pritchard.
Pritchard, original de Yeovil, Somerset, Inglaterra, es uno de esos músicos que desde su infancia han estado rodeados, bañados y alimentados por un arco iris de música: colores variados, estilos diferentes y multiformes. Ha estado y sigue perteneciendo a proyectos tan distintos como variados. Y siempre, siempre, rodeado de instrumentos de electrónica a los que les ha dado un uso de investigación. Curioso por naturaleza, se ha puesto al frente de instrumentos de teclado y ha buscado ser él quien defina en formato de música lo que se le ocurría, lo que compone. Su labor como productor llega a ser tan fructífera como su trabajo como compositor e intérprete. Está afincado en Australia, en la capital, Sydney. Siendo un investigador del mundo de la electrónica en su variedad más amplia, lógicamente coincidió con Thom Yorke en alguna ocasión. Su primera colaboración juntos data del año 2016, cuando Pritchard decide no utilizar ningún seudónimo y firmar sus trabajos con su nombre y apellido. Es cuando aparece el álbum Under The Sun. El mismo año, un poco después, vería la luz Under The Sun Expanded Vol. 1, donde Thom Yorke interviene en un corte manejando sintetizadores. El disco lo grababa, escribía y producía el mismo Pritchard.
Bajo el arco de la pandemia del COVID-19, se fue gestando una colaboración más estrecha entre los dos músicos, una colaboración más allá de la aparición de uno de ellos en una composición del otro. Así comenzó a adoptar una forma concreta lo que se conocería como Tall Tales, un álbum que se publicaría el pasado mes de mayo, en concreto el día 9.
Tall Tales está compuesto por ambos, Pritchard y Yorke. Lo hacen muy bien y saben desenvolverse entre los sonidos experimentales de sus composiciones abstractas. Lo que escuchamos de esta doble colaboración es un tema de este álbum, una composición extensa titulada A Fake in a Faker's World.
Ya que el binomio Pritchard/Yorke nos han dejado paisajes electrónicos, vamos a continuar con ese decorado en un ambiente novedoso. Comenzaron en 1996 y a fecha de hoy han grabado y publicado 11 álbumes. El último veía la luz el 23 del pasado mes de mayo con el título Escape The Chaos. Lo firma, Morcheeba.
El proyecto se formó en 1995, cuando los hermanos Godfrey, Ross (izquierda) y Paul (obviamente, a la derecha), se reúnen en una fiesta con Skye Edwards. Así comenzaría la historia del trío que pasaría por diferentes metamorfosis: Edwards abandonaría el seno del grupo, cambio de vocalista durante un tiempo, Edwards que volvería para alejarse poco después...y los hermanos también emigrarían para volver más tarde, como las golondrinas del Capistrano a las que le cantó Pat Boone allá por 1957. Bueno, sin salirnos de lo que estábamos hablando: que Morcheeba han vuelto pero de trío se ha quedado en dúo.
Ahora son Skye Edwards y Ross Godfrey. De ese último disco extraemos dos temas: Las cabezas más frías y Llamada al amor. La voz es de Edwards, las guitarras, los teclados y algunos instrumentos más, corren a cargo de Ross Godfrey, que se encarga también de la producción. La primera edición prensada en vinilo tiene un efecto mariposa. Ha sido de venta exclusiva de la tienda web del grupo y de la tienda Fnac en Francia.
Estamos en la recta final de esta edición de Cíclope 3.0 y no dejamos la música electrónica aunque al sonido de teclados y otros elementos se les van a sumar otras líneas como algunas formas, esquemas del Post-Punk. Vamos a escuchar un par de cortes de una banda que maneja el anonimato como tarjeta de presentación. Son ingleses y responden al nombre de Snapped Ankles.
El nombre es bastante peculiar: Tobillos rotos. Lo de permanecer en el anonimato, bueno, no es una gran originalidad, es algo que se ha hecho en la Historia del Rock en alguna que otra ocasión, por ejemplo, fue algo que se sumó a la popularidad de The Residents. Lo fundamental de estos Snapped Ankles es la música que hacen.
El proyecto se formó en el año 2011, cuando los cuatro miembros originales comienzan a tocar una música sin líneas ni estilo definido. Empezaran a tocar entre las actuaciones de otros artistas y durante las fiestas que organizaban amigos comunes de los miembros de la banda. Con el tiempo, el estilo comenzó a surgir de forma natural, incorporando sintetizadores y producción experimental a sus canciones. Entre los años 2011 y 2016, graban una serie de sencillos que van apareciendo en ediciones propias hasta que, en 2017, una independiente británica como The Leaf Label (conocida como Leaf) se fija en ellos y le publican su primer larga duración.
La casa discográfica Leaf era propiedad de Tony Morley, que la dirigía desde 1995. Tenía conocimiento de la industria fonográfica porque antes de todo eso, Morley había sido jefe de prensa de la 4AD.
Con su primer disco, Snapped Ankles ponen en marcha todo un arsenal estético y musical. Siguieron siendo cuatro miembros, tal y como fueron antes de ser fichados por el sello Leaf. Aseguran que siguen siendo los miembros originales que se unieron allá por el año 2011. La estética fue y es la de aparecer en el escenario o en entrevistas vestidos con lo que se conoce como trajes ghillie, la indumentaria que utilizan en el ejército para que los soldados aparezcan mimetizados con el medio: trajes de camuflaje, con hierbajos, para poder pasar desapercibidos, es decir, esto
Una instantánea de una actuación del grupo se los ve vestido de esa guisa.
En esta ocasión la foto recoge a tres miembros solo, el cuarto no entró en el encuadre. Lo primero que volcaron Snapped Ankles en su álbum de debut fue todo el crisol de influencias que manejaban: Krautrock, Post-Punk, el ruido de Lightning Bolt, Fela Kuti, la Morris Dancing tradicional inglesa y textos nórdicos antiguos. Así prensaron su álbum de debut titulado Come Play The Trees donde unen, en una composición, las figuras de Johnny Guitar y Gösta Berling,
dos personajes debidos él a la pluma del escritor norteamericano Roy Chanslor (1899-1964) en la foto de la derecha, y su novela Johnny Guitar, de 1954, que ese mismo año fue adaptada al Cine por Nicholas Ray.
El personaje de Gösta Berling sacado de la novela La saga de Gösta Berling, de 1891, de la escritora sueca Selma Lagerlöf, la primera mujer que recibió el Premio Nobel en la categoría de Literatura, en 1909.
Estas dos figuras de ficción son las que intervienen en la composición Jonny Guitar Calling Gosta Berlin, uno de los cortes del primer álbum del grupo Tobillos rotos.
Cerramos esta edición de Cíclope 3.0 con ellos y su nuevo trabajo, Hard Times Furious Dancing.
El disco aparecía el 28 de marzo pasado y es el cuarto larga duración en la discografía de este grupo británico que continúan siendo fieles a su puesta en escena como a su forma de entender la música. Con Personal Responsibilities, un tema de este trabajo, nos despedimos hasta la semana que viene.
Espero que te guste el programa.
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