miércoles, 11 de noviembre de 2020

Cíclope 3.0 - 10-11-20



El Cíclope con un extraño aparato que le ayuda a escudriñar con su poderoso ojo el rastro de sonidos estereofónicos de larga duración




Cíclope 3.0 del martes 10 de noviembre.

¿Cómo se escoge la música con la que comenzar el programa?  Ojeando discos, pasando las carpetas, mirando aquí y allá, y mientras tanto suena algo y ese tema da pie para iniciar un recorrido que, como es habitual, pasa a través del Prisma del Tiempo.  Ese es el caso en el arranque del espacio de hoy: música elaborada a principios de los 80 con una banda excepcional, The Sound.



The Sound
(Adrian Borland segundo por la izquierda)



The Sound fue el proyecto que cristalizó el talento artístico de Adrian Borland (1957-1999), compositor, guitarrista y cantante londinense que capitaneó la banda formada en 1979.  Publicaron por primera vez en 1980, inaugurando la década de los 80 con un sonido y un espectro musical que oscilaba entre Joy Division y Echo & The Bunnymen, y dejaron un buen puñado de discos que no tenían, ni tienen, desperdicio, sobre todo por las composiciones de Borland.


Jeopardy fue el álbum debut del grupo en 1980.  Le siguió From the Lions Mouth en 1981, probablemente el mejor disco que firmó el grupo.

La carpeta muestra una pintura del Profeta Daniel del Antigüo Testamento cuando, encarcelado en Babilonia, fue arrojado a las fieras para ser devorado.  La familia de felinos que se tenían que encargar de la condena se negaron a darle ni siquiera un zarpazo.  Ya fuese porque los animales estaban aturdidos y confusos tras escuchar, sin remedio, aquellos largos monólogos apocalípticos del Profeta (observa la cara del tercer león por la izquierda), o porque sencillamente fueron iluminados para abstenerse de clavarle el diente a una carne posiblemente contaminada de delirio, el caso es que Daniel salió intacto del foso asegurando que había sido voluntad y designio divino que los leones no le devorasen.  Bueno ¿y qué tiene que ver todo esto con The Sound?  Nada, sencillamente es la imagen que ilustra su segundo LP, un disco cuya cara A no tenía desperdicio: 5 temas a cuál más bueno.  La cara B tampoco tiene desperdicio como por ejemplo el tema que abre el programa de hoy, Possession, la lucha entre un demonio que intenta mostrar su rostro y un dios que intenta poner en su lugar a quien cuenta la historia del texto de la canción.



Interior de la carpeta From the Lions Mouth




El 5 de enero del año 2016 la edición de Cíclope 3.0 estuvo dedicada íntegramente a esta interesante banda británica.  Repasamos su discografía a lo largo de los sesenta minutos del programa y, obviamente, algún que otro tema quedó fuera como fue el caso de este que recuperamos ahora, Silent Air, Aire silencioso, una canción  en la que Borland comienza diciendo:

Trueno en el aire antes de una tormenta que estalla.  Ira en mi corazón.  Un dedo en mis labios.  Me mostraste ese silencio que acecha este mundo atribulado.  Me mostraste ese silencio que puede hablar más fuerte que las palabras.

En Cíclope 3.0 nos hacemos eco, ahora, de ese aire silencioso y nos quedamos con música sin palabras, instrumentales firmados por una banda que ya ha pasado por el programa y no hace mucho.  Me estoy refiriendo a The Pirate Ship Quintet.


El programa del martes 13 de octubre tuvo como denominador común el conflicto bélico.  Ese día terminamos con esta banda pero la estrategia del Tiempo nos venció antes de poder acabar de escuchar el tema que el Cíclope había escogido, una canción larga que hoy volvemos a seleccionar para que puedas apreciar mejor qué es lo que hacen en música este grupo que se formó en el año 2004, en Bristol, Inglaterra, cuando se llamaban Pirate Ship y en el proyecto militaban hasta ocho miembros.  Desde el comienzo han ensayado la misma estructura de composiciones instrumentales en la línea de bandas como Mogwai, conectando guitarras eléctricas, teclados, batería, bajo y trompeta.  De sexteto pasaron a quinteto y se rebautizaron como The Pirate Ship Quintet con una dotación instrumental formada por dos guitarras eléctricas, una guitarra bajo, un batería y un violonchelista de reputado curriculum: venía de formar parte de la Orquesta Sinfónica de Bournemouth y de la Orquesta Sinfónica de Londres.


Bajo el nuevo nombre entran en los estudios de grabación y publican un EP de debut en el año 2006 con título homónimo al nombre de la banda.  De este EP de presentación el Cíclope extrae un tema, para continuar con aquella composición que no sonaba al completo el día que formaron parte del programa sobre lo bélico.


Emitter, del año 2019, es lo último, por el momento, de esta interesante banda.  Se publicó primero a través de la web del grupo para después formar parte del mercado habitual.  Para la ocasión tuvieron la colaboración de un saxofonista que suena en el tema que le da título al disco, una larga composición de doce minutos donde The Pirate Ship Quintet dan de sí lo mejor que saben hacer: instrumentales elocuentes que comienzan a ascender poco a poco hasta llegar a una meseta de paroxismo donde se mantienen para ir descendiendo hasta cerrar.

Sin abandonar las estructuras del Post-Rock pero añadiéndole palabra nos quedamos ahora con el cuarteto de origen sueco que responde al nombre de Jeniferever.



Jeniferever

Entre Jennifer y Forever forman el nombre de la banda los cuatro miembros originales de la ciudad de Uppsala, Suecia.


Se reúnen en 1996 y hasta la fecha han publicado cuatro discos entre 2003 y 2011.
El primero que reseña el Cíclope es uno aparecido en el año 2009 con el título Spring Tides.
La portada que se ve a la izquierda es posterior a la edición original del álbum porque la primitiva era desconcertante: un librito de papel, sin encuadernar, impreso en cartulina, decorada con la reproducción de un mapa de estrellas, sin lista de canciones, sin créditos, como si el propósito de la banda fuese convencerte del significado de la música antes de que la escuches.  Y cuando te adentras en la audición del disco lo que encuentras es una sorpresa: el sonido de Jeniferever es grande, a veces caótico, al borde de la grandilocuencia.  Las diferentes canciones muestran lo espectacularmente hermosa que puede ser la música de este colectivo cuando el grupo controla su tendencia al exceso sonoro.

Dos años después del anterior disco, en el año 2011, publicaban Silesia.
El voivodato de Silesia es uno de los 16 voivodatos de la República de Polonia.  Su capital es Katowice y a pesar de lo raro que te pueda sonar es un área importante para practicar la pesca.  Imagínate lo importante que es que en Internet está constantemente actualizada la información meteorológica para que cualquiera que esté interesado en ir a pescar por aquella zona de Polonia sepa con qué tiempo se va a encontrar.  Silesia es, también, el nombre de una parada de metro en Berlín.  ¿A qué hace referencia el nombre del disco de Jeniferever?  A juzgar por la ilustración de la portada parece que a lo que se refieren es a ese voivodato polaco.  Lo importante es que el cuarteto demuestra que conoce la atmósfera críptica en un contexto de Rock.  Un tema más de este proyecto sueco y nos vamos rápido, que el Tiempo se nos agota.  
Para acabar el programa de hoy volvemos a recuperar la música sin palabras, música instrumental, ahora a cargo de Iroha.




Iroha es un trío original de Birmingham, Inglaterra, que llevan tres discos grabados en su haber: 2010, 2011 y 2012.  Su sonido está basado en las guitarras eléctricas y la estética de las ilustraciones de las carpetas de sus discos recuerdan a la de Joy Division.



Born from the Heart of a Dying Star 
 - 2013























From Steeple to Steeple
 - 2014



























Iroha
- Shepherds and Angels - 2012


Con un tema del disco del año 2012, Pastores y Ángeles, nos despedimos hasta la semana que viene.


Espero que te guste el programa.


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