Septiembre, fin de las vacaciones de verano, vuelta al cole y una nueva temporada en la que Cíclope 3.0 vuelve a abrir su ojo poderoso, por supuesto en la sintonía de Radio Tomares. Primer programa de una serie que recogerá la discografía de un músico excepcional, Arto Lindsay. A partir de ésta fecha, el primer espacio de Cíclope 3.0 de cada mes estará dedicado a los Especiales donde se recoge la obra de un músico o músicos. Si con el Especial Marc Almond el Cíclope cerró los meses que ocuparon sus trabajos, ahora será al principio. Comienza así el Especial Arto Lindsay, un compositor, guitarrista, productor por el que siento una especial predilección.
Haciendo un poco de historia, Arthur Morgan Lindsay, más conocido como Arto, nace el 28 de Mayo de 1953 en Richmond, Virginia. Sus padres, misioneros de vocación y activistas de la evangelización más profunda, se trasladaron a Brasil donde el joven Lindsay crece rodeado por el caldo de cultivo que supuso el movimiento cultural brasileño de finales de los años 60 conocido por el nombre de Tropicália, un proyecto que contaba con la presencia de artistas como Caetano Veloso, Gal Costa, Gilberto Gil y muchos más. Éste ambiente de experimentación cultural, esa polinización cruzada de corrientes artísticas causó un impacto duradero en nuestro hombre.
De vuelta a Norteamérica, Arto Lindsay comienza a desarrollar sus ambiciones artísticas como escritor para interesarse rápidamente en el área de la Música que estaba evolucionando fuera de la escena Punk-Rock del Nueva York de aquel entonces. Eran los años medios-finales de la década de los 70 y a la recién nacida New Wave del Mundo Pop y del Rock le había salido una corriente contraria: la No Wave. Arto se involucra formando una banda, DNA, siglas con las que se conoce el famoso Ácido Desoxirribonucleico o ADN, en español. DNA fueron un trío formado por Arto Lindsay guitarra y voz, la japonesa Ikue Mori en la batería y Robin Crutchfield al bajo. Crutchfield abandonó el seno del proyecto y sería sustituido por otro bajista: Tim Wright, miembro original de la formación de Cleveland conocida como Pere Ubu.
Tuvieron una existencia breve pero lo suficientemente intensa como para influir a músicos como John Zorn cuando formó la banda Naked City. Cuatro canciones de DNA forman parte del disco No New York del año 1978, producido por Brian Eno. El álbum se completaba con grabaciones de The Contortions, Teenage Jesus and The Jerks (con la colaboración de Lydia Lunch) y Mars. Cada banda contaba con 4 canciones cada una.
Tuvieron una existencia breve pero lo suficientemente intensa como para influir a músicos como John Zorn cuando formó la banda Naked City. Cuatro canciones de DNA forman parte del disco No New York del año 1978, producido por Brian Eno. El álbum se completaba con grabaciones de The Contortions, Teenage Jesus and The Jerks (con la colaboración de Lydia Lunch) y Mars. Cada banda contaba con 4 canciones cada una.
Contraportada del LP No New York
De izquierda a derecha Brian Eno, Arto Lindsay, John Lurie y Anton Fier en 1979
Del trío DNA recuperamos dos piezas: New New, cara B del Maxi-Single A taste of DNA de 1980 y una perla, Praying Mantis, cara B del Single The Road to Hong Kong también de 1980.
Tras la disolución de DNA, Lindsay comienza una serie de colaboraciones donde el sonido, la forma que tiene de tocar la guitarra, lo identifica plenamente. Estará presente en las primeras grabaciones del grupo de John Lurie, The Lounge Lizards, donde trabajará activamente no como colaborador sino como miembro de la banda. Su guitarra, inquieta, nada convencional, se escucha con nitidez en las composiciones como por ejemplo en el tema que abre el programa de hoy, incluido en el álbum de presentación de The Lounge Lizards de 1981.
John Lurie, sentado a la izquierda.
Inmediatamente detrás, de pie, Arto Lindsay
En 1983, tras su paso por The Lounge Lizards, Arto entra a formar parte de los músicos que colaboran con el percusionista Anton Fier en la banda creada por él y conocida como The Golden Palominos. No sólo toca la guitarra sino que también canta y es coautor de algunas composiciones. De nuevo su característica forma de tocar la guitarra eléctrica y sus maneras de contorsionar la voz hacen que su contribución sea rica y brillante.
Y después de recorrer un camino de colaboraciones, Arto Lindsay le da forma a su proyecto personal, forma una banda llamada The Ambitious Lovers y comenzamos a disfrutar de su labor como compositor, intérprete, de sus formas musicales que no da concesiones a la comercialidad y sí a la creatividad más policroma. En 1984 ve la luz Envy (Envidia) donde ya aparece ese caleidoscopio, esa fusión entre la Música Brasileña que escuchó cuando vivió por aquellas tierras y la densidad sónica y las urgencias vanguardistas que persiguió como miembro activo de la escena del Rock del Lower East Side neoyorquino.
Envy es un disco que conserva más de un borde disonante y que como tal no parece demasiado alejado de los días de Lindsay con el grupo ADN. Con éste trabajo se iniciaba un proyecto que consistía en grabar siete álbumes correspondiéndose cada uno con uno de los siete pecados capitales. Al final, o al menos por el momento, tan sólo se realizaron tres de esas faltas o pecados.
De éste trabajo extraemos dos canciones diferentes: la calma y serenidad de Dora, cantada en portugués y a la sombra de la música brasileña, y Locus Coruleus, compuesta, entre otros, por su amigo Anton Fier. Inquieta y ruidosa, poéticamente ruidosa, sirve para hacerse una idea de por dónde van a ir los pasos de Los Amantes Ambiciosos y Arto Lindsay.
Quiero reseñar aquí un magnífico artículo sobre Arto Lindsay escrito por el periodista Blas Fernández. Cuando buscaba información sobre la fecha en la que actuó Lindsay en Sevilla en la tristemente desaparecida cita que nos brindaba el evento musical conocido como Territorios, me encontré con éste artículo con el que estoy completamente de acuerdo y especialmente con la definición que hace Blas del significado, del fin y sentido de la música de éste guitarrista: Arto Lindsay. La poética del ruido. Aquí dejo el enlace para que lo leas.
Y después de recorrer un camino de colaboraciones, Arto Lindsay le da forma a su proyecto personal, forma una banda llamada The Ambitious Lovers y comenzamos a disfrutar de su labor como compositor, intérprete, de sus formas musicales que no da concesiones a la comercialidad y sí a la creatividad más policroma. En 1984 ve la luz Envy (Envidia) donde ya aparece ese caleidoscopio, esa fusión entre la Música Brasileña que escuchó cuando vivió por aquellas tierras y la densidad sónica y las urgencias vanguardistas que persiguió como miembro activo de la escena del Rock del Lower East Side neoyorquino.
Envy es un disco que conserva más de un borde disonante y que como tal no parece demasiado alejado de los días de Lindsay con el grupo ADN. Con éste trabajo se iniciaba un proyecto que consistía en grabar siete álbumes correspondiéndose cada uno con uno de los siete pecados capitales. Al final, o al menos por el momento, tan sólo se realizaron tres de esas faltas o pecados.
De éste trabajo extraemos dos canciones diferentes: la calma y serenidad de Dora, cantada en portugués y a la sombra de la música brasileña, y Locus Coruleus, compuesta, entre otros, por su amigo Anton Fier. Inquieta y ruidosa, poéticamente ruidosa, sirve para hacerse una idea de por dónde van a ir los pasos de Los Amantes Ambiciosos y Arto Lindsay.
Quiero reseñar aquí un magnífico artículo sobre Arto Lindsay escrito por el periodista Blas Fernández. Cuando buscaba información sobre la fecha en la que actuó Lindsay en Sevilla en la tristemente desaparecida cita que nos brindaba el evento musical conocido como Territorios, me encontré con éste artículo con el que estoy completamente de acuerdo y especialmente con la definición que hace Blas del significado, del fin y sentido de la música de éste guitarrista: Arto Lindsay. La poética del ruido. Aquí dejo el enlace para que lo leas.
http://blogs.grupojoly.com/ventana-pop/2014/09/07/la-poetica-del-ruido/
Llegamos al año 1988, continúa la idea de grabar siete álbumes titulados con cada uno de los pecados capitales y le toca el turno a la Codicia. Greed es un álbum cuya foto de portada da una pista de lo que va a ser una figura muy importante en el seno de la banda The Ambitious Lovers, el teclista de origen belga Peter Scherer. Va a trabajar estrechamente con Lindsay y a pesar de que ambos tienen una especial predilección por el sonido disonante, por el ruido que a veces empuja hasta los límites de la audibilidad, Greed es un disco que se podría tildar de amable. La lista de músicos que colaboran en éste segundo trabajo es de lujo: Bill Frisell en las guitarras, John Zorn, Naná Vasconcelos...por supuesto Arto Lindsay y Peter Scherer. De nuevo Lindsay juega con sus dos lenguas: una en inglés, la otra en portugués.
En 1991 aparecería el tercer y último pecado capital firmado por Arto Lindsay/The Ambitious Lovers: Lust (Lujuria).
Es un disco verdaderamente especial. Es un disco de música funky y bailable que reúne a un montón de buenos amigos que colaboran en los créditos del álbum, entre otros Caetano Veloso o Marc Ribot cuyo trabajo ruidoso, no tonal a la guitarra junto a la de Lindsay se sitúa con frecuencia en un segundo plano de las mezclas.
Y así llegamos al final del programa de hoy. La próxima entrega del Especial Arto Lindsay será el mes próximo, en Octubre, el primer Cíclope del mes.
Espero que te guste el programa.
Enlace para descargar:
http://www.radio.tomares.es/blog/ciclope-30-05-09-17
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